MADRID, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
La incidencia de cáncer de tiroides entre los equipos de primeros auxilios que actuaron voluntariamente o como bomberos, personal de rescate y trabajadores de limpieza en los atentados del 11 de septiembre de 2001 en las Torres Gemelas de Nueva York es tres veces mayor que la de la población general, según han confirmado investigadores de la Universidad Federal de So Paulo (Brasil)y de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos).
Las razones del aumento en la incidencia de cáncer de tiroides no están claras. Durante años, se creyó que la mayor incidencia en esta cohorte podría reflejar un sobrediagnóstico y un gran número de resultados falsos positivos en el programa de detección posterior al 11 de septiembre. Sin embargo, este trabajo, publicado en la revista 'International Journal of Environmental Research and Public Health', ha utilizado un novedoso método que distingue entre tumores malignos y benignos y descarta los falsos positivos.
En conreto, este trabajo ha examinado los resultados de un panel de cuatro marcadores biológicos utilizado para analizar los tumores de la tiroides en 37 personas que participaron en el rescate del 11-S, y los ha comparado con personas no expuestas que coinciden en edad, sexo e histología.
"Estábamos preocupados por el alto nivel de incidencia de cáncer de tiroides, temiendo que pudiera deberse a un diagnóstico excesivo o a resultados falsos positivos, pero demostramos que no es el caso. La evaluación y el control anuales pueden detectar realmente el cáncer de tiroides en una etapa temprana, lo que aumenta la probabilidad de un pronóstico favorable", explican en su trabajo los científicos.
El estudio de los trabajadores del 11-S continuará en dos frentes. El polvo y los escombros del colapso de las torres serán investigados en busca de componentes que puedan haber influido en el aumento de la incidencia de cáncer de tiroides, y el equipo también analizará la agresividad de estos tumores.
"El análisis de la agresividad tumoral se está llevando a cabo aquí en nuestro laboratorio. Queríamos determinar qué tipos de alteraciones genéticas presentan los tumores e identificar los tipos más agresivos. Estamos analizando las mutaciones asociadas con un mal pronóstico a nivel molecular", destacan.
El equipo también está estudiando el papel de estos marcadores moleculares en el desarrollo de la enfermedad. "Sabemos que juegan un papel. Nuestro enfoque ahora es descubrir por qué aumentan o disminuyen el cáncer de tiroides. Este conocimiento hará una contribución importante al tratamiento, sobre todo en los casos en los que el tratamiento convencional (cirugía y radioterapia) no conduce a una cura", concluyen.