Tos y fiebre, causas más frecuentes de visita a las urgencias pediátricas

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Foto: GETTY/KZENON
Actualizado: lunes, 1 diciembre 2014 17:38

MADRID, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -

   El frío, la lluvia y el viento que ya se han instalado traen con ellos los primero catarros, bronquitis, lanringitis. La tos y la fiebre, que sueñen acompañar a estas patologías son las causas más frecuentes de las visitas a las urgencias pediátricas durante estos meses.

   Según explican expertos en Pediatría y Neonatología del Hospital La Milagrosa, de Madrid, no se trata de procesos que habitualmente revistan gravedad, pero suelen generar ansiedad en los padres y, ante la duda, conviene acudir al médico sobre todo porque el profesional podrá orientar acerca de las pautas que se deben seguir para aliviar al niño o bebé.

LA TOS

   La tos es un mecanismo de defensa que ayuda a mantener las vías respiratorias limpias extrayendo las secreciones. Si se eliminara la tos, habría más mucosidad y por tanto mayor dificultad respiratoria, advierten los pediatras.

   Normalmente es producida por infecciones de las vías respiratorias altas, es decir, los catarros. Concretamente, está causada por virus y no requiere de medicación, sino que el propio catarro cede al cabo de unos días. En este sentido, los doctores recuerdan que, al ser un proceso vírico, los antibióticos están contraindicados.

   Es más, advierten de que la tos aguda no debe tratarse con calmantes para la tos ni mucolíticos, salvo prescripción médica. Además, recuerdan que no está demostrado clínicamente que estos medicamentos sean eficaces en el tratamiento de la tos.

   Como medidas de prevención, recomiendan lavarse las manos con frecuencia, una de las principales medidas preventivas para evitar el contagio.

   Ante un niño que tiene frecuentes ataques de tos, los pediatras recomiendan:

   - Realizar lavados nasales, aerosoles con suero fisiológico, acostarlos con el colchón ligeramente inclinado de modo que la cabeza y el tórax estén más elevados que el resto del cuerpo

   - Hidratación: ofrecerle constantemente líquidos para que esté bien hidratado.

   - Humidificar el ambiente: si no se tiene un humidificador, es suficiente con poner un cuenco con agua sobre el radiador de las habitaciones.

CUÁNDO ACUDIR AL PEDIATRA O A URGENCIAS

   Si la tos no remite, los pediatras recomiendan acudir a consulta o urgencias cuando aparece dificultad respiratoria, si se acompaña con fiebre más de tres días, si la tos o los mocos duran más de 15 días o
si el niño presenta dolor de oídos o supura.

   En el caso de la fiebre los pediatras recuerdan:

   - Es importante saber que la temperatura inferior a 38º es febrícula y por tanto no requiere medicación. Es a partir de 38 grados cuando se debe comenzar con antitérmicos.

   - La fiebre, al igual que la tos, es también un mecanismo de defensa del organismo. Es una reacción del cuerpo ante una infección vírica o bacteriana.

   - El objetivo de la aplicación de los antitérmicos es que la fiebre baje. No se debe esperar que si el niño tiene 39 de fiebre, el antitérmico la elimine por completo, pero si baja, medio grado o un grado, es buena señal.

   - Respecto a las convulsiones febriles, no todos los niños llegan a convulsionar. Los niños que lo hacen suelen tener una predisposición genética o familiar. En el caso de  convulsionar hay que evitar que le niño se haga daño con alguna superficie y acudir al médico para que lo valoren.

CÓMO ALIVIAR AL NIÑO

   - Refrescar: aligerarle la ropa, quitarle los calcetines (por los pies es por donde se desprende más calor).

   - Hidratar: es importante ofrecerle líquidos para evitar la deshidratación.

   - Ofrecerle .baños templados: nunca con agua fría porque además de producir mucho malestar al niño puede generar un choque térmico.

   - Dejarle dormir lo que necesite.

   - No obligarle a comer si se encuentra inapetente.

CUÁNDO ACUDIR AL PEDIATRA O A URGENCIAS

   - Cuando el niño es menor de 3 años.

   - Cuando la fiebre dura más de 72 horas.

   - Si tiene 40º de fiebre y no se consigue bajar la temperatura con facilidad.

   - Si el niño está muy adormilado a pesar de los antitérmicos.

   - Si presenta erupción en la piel.

   - Si ve cualquier síntoma fuera de lo normal.