MADRID 20 May. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de East Anglia (Reino Unido) han logrado un avance significativo en la tecnología de dispositivos oculares con la introducción de una nueva resina para dispositivos intraoculares de impresión 3D. Esta innovación tiene potencial para mejorar la fabricación de implantes oculares utilizados universalmente en cirugías refractivas y de cataratas.
En concreto, 'Creación rápida estereolitográfica de prototipos de diseños de lentes intraoculares transparentes, plegables y no refractivos: un estudio de prueba de concepto' se publica en la revista 'Current Eye Research'.
Una lente intraocular artificial (LIO) es necesaria principalmente para personas con cataratas, una afección en la que el cristalino natural del ojo se vuelve turbio y oscurece la visión. También se pueden utilizar para corregir errores refractivos como la miopía (miopía), la hipermetropía (hipermetropía) y la presbicia (cuando los ojos pierden gradualmente la capacidad de ver las cosas claramente de cerca, como parte normal del envejecimiento).
El autor principal, el doctor Aram Saeed, profesor asociado de Tecnologías Sanitarias en la Facultad de Farmacia de la UEA, enuncia: "Por primera vez, hemos desarrollado una resina que se puede utilizar para imprimir dispositivos oculares directamente.
"Aunque aún se encuentra en las primeras etapas, la capacidad de imprimir en 3D estas lentes podría mejorar significativamente el cuidado ocular de los pacientes al ofrecer niveles sin precedentes de personalización y precisión de diseño, lo que podría conducir a mejores resultados clínicos". Históricamente, las LIO se han fabricado a partir de una variedad de materiales, incluidos vidrio y silicona, aunque más recientemente la industria ha evolucionado significativamente para utilizar predominantemente materiales acrílicos.
Actualmente los acrílicos hidrofílicos e hidrofóbicos son los materiales más utilizados debido a su excelente claridad óptica, flexibilidad, biocompatibilidad con el cuerpo y por su estabilidad y seguridad dentro del ojo.
Los métodos actuales para fabricar LIO utilizan técnicas de torneado y moldeado. Si bien estos métodos ofrecen la producción de dispositivos bien diseñados y de alta calidad óptica, también presentan limitaciones inherentes, particularmente en términos de complejidad y personalización del diseño. El doctor Aram Saeed afirma: "La impresión 3D podría mejorar significativamente la producción de dispositivos oculares, no sólo mejorando la velocidad y la precisión en la fabricación, sino también permitiendo una mayor complejidad y personalización en el diseño.
"Nuestro documento de prueba de concepto es el primero de una serie que detallará nuestros desarrollos en esta área y sentará las bases para transformar las prácticas de atención oftalmológica a nivel mundial. Nuestro trabajo combina la ciencia de los materiales con la tecnología sanitaria y requiere un amplio conocimiento en el desarrollo de este tipo de dispositivos oculares.A medida que continuamos publicando nuestros hallazgos y compartiendo nuestros avances, nuestro objetivo es estar a la vanguardia de la industria, trabajando con socios industriales e investigadores de todo el mundo para perfeccionar y mejorar la tecnología".
Aunque todavía se encuentra en las primeras etapas de desarrollo, la innovación podría tener varias ventajas: Lentes a medida : la impresión 3D podría crear lentes personalizados para la forma del ojo y las necesidades de visión de cada paciente, mejorando potencialmente la corrección y la comodidad de la visión. Producción más rápida : en comparación con los métodos tradicionales, la impresión 3D tiene el potencial de permitir un diseño, prueba y fabricación de lentes más rápidos. Esta velocidad podría reducir el tiempo entre el diagnóstico y la cirugía, brindando una atención más rápida a los pacientes. Diseños complejos : la impresión 3D permite crear formas de lentes intrincadas que antes eran difíciles de fabricar. Estos diseños podrían abordar mejor una gama más amplia de problemas de visión. Reducción de costos : al utilizar la impresión 3D, el costo de producción de lentes personalizados o de alta calidad puede disminuir, haciéndolos más asequibles para más pacientes, particularmente en regiones económicamente desfavorecidas. Esto podría conducir a mejores resultados generales de salud pública. Compatibilidad con imágenes : los investigadores esperan que la combinación de la impresión 3D con tecnologías de imágenes avanzadas en el futuro pueda ayudar a producir lentes que se adapten de manera óptima a los ojos de cada paciente, reduciendo la necesidad de ajustes o complicaciones después de la cirugía. Innovación de materiales : la impresión 3D permite el desarrollo de nuevos materiales con un rendimiento óptico mejorado. Esto podría dar como resultado lentes que no sólo corrijan la visión sino que también la mejoren.
El estudio encontró que las lentes impresas en 3D tienen buena claridad óptica, pueden plegarse e implantarse en una bolsa capsular humana. El coautor Michael Wormstone, profesor emérito de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UEA, añade: "Si tiene éxito en futuros desarrollos, esta nueva tecnología podría transformar la industria al permitir soluciones de fabricación portátiles, especialmente beneficiosas en áreas remotas y económicamente desfavorecidas. "También tiene el potencial de respaldar la producción de lentes premium personalizados que podrían mejorar los resultados quirúrgicos en entornos de atención médica más avanzados".
Los esfuerzos del equipo han sido reconocidos con la concesión de una patente estadounidense, asignada a UEA Enterprise Limited, una entidad empresarial de la universidad centrada en fomentar la innovación y comercializar la investigación. Los investigadores de la UEA continúan trabajando estrechamente con socios de la industria para perfeccionar la tecnología. Por ejemplo, se han realizado más trabajos para garantizar que el proceso funcione con precisión a mayor escala y para aumentar la resolución de impresión para mejorar la precisión dimensional. Se espera que los ensayos clínicos puedan comenzar en los próximos años.