Cómo el tabaco afecta a tus músculos y huesos

Doctora estudiando una radiografía.
Doctora estudiando una radiografía. - IVAN-BALVAN/GETTY - Archivo
Actualizado: domingo, 31 mayo 2020 19:16

   MADRID, 31 May. (EDIZIONES) -

   Hay que entender en primer lugar que el tabaco por definición no es bueno. Pero es importante que pensemos también que no sólo es malo para los pulmones sino que a su vez está relacionado con los infartos y con el cáncer, y hay más 'dianas' que no tenemos en cuenta.

   "Es malo para todo el sistema musculoesquelético. Hay mucha evidencia acumulada que subraya que el tabaco es un factor de riesgo que favorece la desmineralización ósea. En los fumadores, ésta se da de forma más acusada, y en concreto, en el caso de las mujeres es peor porque ya la tienen por desbarajustes hormonales al llegar a la menopausia", explica en una entrevista con Infosalus el director del Centro colaborador de la OMS para el Control del Tabaco, situado en el Instituto Catalán de Oncología, el doctor Esteve Fernández.

   Asimismo, el experto puntualiza que el tabaco presenta más implicaciones en la masa ósea, facilitando las fracturas, especialmente las de cadera, cuantificadas entre un 30 y un 100% más entre quienes fuman. "Sólo por eso, el tabaco tiene un efecto negativo sobre la salud musculoesquelética", mantiene el doctor.

   Igualmente, llama la atención sobre el efecto perjudicial del tabaco sobre nuestros músculos, articulaciones, y junturas tendinosas y musculares, llegando a facilitar entre los fumadores entre un 25 y un 75% más de riesgo que los no fumadores de padecer problemas osteoarticulares y musculoesqueléticos.

   A su vez, el también Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Barcelona menciona otras complicaciones derivadas del tabaco y relacionadas con la recuperación de los pacientes: "En los fumadores, las fracturas llevan más tiempo de recuperación, ya sean por contusión, por accidente, o por la cirugía que afecta a los huesos, como es el caso de un reemplazo de cadera o de rodilla. Tanto en la cirugía traumatológica y ortopédica, las complicaciones son más frecuentes en los fumadores. Esto es así por la regeneración ósea, que es más lenta entre quienes fuman, y además de peor calidad".

   El doctor Esteve Fernández señala asimismo que, tras cualquier intervención quirúrgica, ser fumador supone "un riesgo añadido muy considerable" a la hora de contraer infecciones quirúrgicas.

   También por ejemplo cita que las personas que fuman presentan un mayor riesgo de desarrollar hernias discales, así como periodontitis. Por otro lado, indica que todo lo relacionado con la cirugía y los procedimientos odontológicos se ve perjudicado por el tabaco.

   El especialista del Instituto Catalán de Oncología recuerda aquí que en la implantología, el éxito es menor en el caso de los fumadores, ya que estos que tienen más papeletas para desarrollar complicaciones durante el procedimiento, al mismo tiempo que en el caso de los implantes ya hechos, su vida media es menor entre los que fuman.

   "Un tema sobre el que no hay evidencias suficientes, pero empieza a haberlas, es en el caso de las madres que fuman y cómo esto afecta a la densidad ósea de los recién nacidos. Parece que puede haber cierta relación. Sería parecido al ya constatado tabaquismo pasivo relacionado con el bajo peso al nacer, por ejemplo. Algunos estudios relacionan ese efecto indirecto del tabaco de las madres en una densidad ósea menor en los neonatos", señala el director del Centro colaborador de la OMS para el Control del Tabaco.

   "Cada tejido en el cuerpo humano es afectado por el tabaquismo, pero muchos efectos son reversibles. Si usted evita fumar o deja de fumar, puede reducir su riesgo de contraer muchas enfermedades. Dejar de fumar también puede ayudar a que su cuerpo recupere algo de su funcionamiento saludable normal", advierte por su parte la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos.

DATOS DEL TABACO QUE DEBEN PREOCUPARNOS

   Con todo ello, el doctor Fernández recuerda que, a día de hoy, lamentablemente siguen fumando un 22% de españoles, "una barbaridad si se compara con otros países", a pesar de que el tabaquismo suponga "un riesgo clarísimo para nuestra salud".

   En este contexto, el Catedrático de Medicina Preventiva llama la atención sobre la pandemia de COVID-19 que estamos viviendo, recordando que fumar no es bueno de cara al contagio de virus respiratorios. "Estos tienen el camino más fácil entre los fumadores, y el pronóstico de los fumadores es peor si se infectan por el nuevo coronavirus. Además, los fumadores tienen un riesgo hasta dos veces mayor de sufrir una infección de COVID-19 grave que requiera de cuidados intensivos, y de morir", remarca.

   Asimismo, el doctor Fernández sostiene que "fumar favorece la infección, el humo puede llevar gotas con el virus, y fumar hace que durante muchas ocasiones los fumadores no llevan las mascarillas, de forma que no se protegen ellos ni tampoco al resto".

   Igualmente, destaca que al año se siguen atribuyendo unas 45.000 muertes al tabaco sólo en España y por diferentes enfermedades, como el cáncer de pulmón, de vesícula, de páncreas o de cabeza, así como por enfermedades cardiovasculares, como infartos de miocardio, accidentes vasculares cerebrales, y tromboembolismos.

   A su vez, resalta que enfermedades como el asma se agrava con el tabaco y el tabaco favorece la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica o EPOC, una enfermedad "muy incapacitante", en la que los bronquios se obstruyen y el pulmón se destruye como consecuencia de aspirar el humo del tabaco y de otras sustancias, y con "una calidad de vida pésima" para quien la padece, siendo necesaria la oxigenoterapia constantemente.

   Finalmente, el director del Centro Colaborador de la OMS del Tabaco lamenta el extendido uso de vapeadores, cigarrillos electrónicos y de los cigarrillos por calentamiento, que aunque "tienen menos sustancias tóxicas y cancerígenas", se están erigiendo como una alternativa a la hora de dejar de fumar, o como la primera opción entre los jóvenes, cuando en realidad "contribuye a normalizar el tabaquismo" y sirven de "puerta de entrada del tabaco" en gran parte de las ocasiones, según los estudios científicos, siendo igualmente perjudiciales para la salud.

Leer más acerca de: