Sobrepeso y obesidad: beneficios de la dieta cetogénica

Archivo - Alimentos de la dieta cetogénica. Al fondo, una tabla de quesos y embutidos con queso brie, cheddar y havarti, además de salami, nueces y aceitunas. En primer plano, albóndigas de pollo al búfalo con ensalada de brócoli.
Archivo - Alimentos de la dieta cetogénica. Al fondo, una tabla de quesos y embutidos con queso brie, cheddar y havarti, además de salami, nueces y aceitunas. En primer plano, albóndigas de pollo al búfalo con ensalada de brócoli. - Europa Press/Contacto/Michelle Stark - Archivo
Publicado: jueves, 23 febrero 2023 14:58

   MADRID, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -

   La European Association for the Study of Obesity (EASO, por siglas en inglés) y la European Federation of the Associations of Dietitians (EFAD, por sus siglas en inglés) han consensuado y publicado un documento de posicionamiento sobre el tratamiento médico nutricional para el manejo del sobrepeso y la obesidad en adultos, en el que han destacado el beneficio de la dieta cetogénica muy baja en calorías.

   Así, tras una revisión sistemática en la que se han seleccionado 56 ensayos clínicos y metaanálisis, la dieta cetogénica muy baja en calorías (VLCKD, por sus siglas en inglés) adquiere el nivel más alto de evidencia científica (nivel 1A, basada en meta-análisis de estudios clínicos aleatorizados controlados) sobre su eficacia para reducir el peso y para mejorar algunas de sus comorbilidades asociadas.

   El documento de EASO y EFAD está dirigido a profesionales de la salud y a políticos de Europa con el objetivo de adaptar al entorno europeo las recomendaciones para el tratamiento médico nutricional postulado en las Guías de Canadá del 2020.

   "La VLCKD también se asocia con mejoras en los marcadores de salud. Añaden un componente esencial, puesto que logran una pérdida de peso significativa y, además, esta reducción de peso conseguida se mantiene estable durante un seguimiento de varios años, al igual que con la cirugía bariátrica", han comentado Cristina Porca y Enric Sánchez, coordinadores del grupo de trabajo de Dietoterapia en la Obesidad de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO).

   El metaanálisis seleccionado en relación con la VLCKD, dentro de todos los artículos incluidos en la revisión efectuada por expertos de la EASO-EFAD, incorpora un total de 13 ensayos, en 5 de los cuales se emplea el Método PronoKal.

   A través de estos estudios se concluye que esta intervención nutricional es eficaz para la pérdida de peso en personas con sobrepeso y obesidad, mejorando también las comorbilidades asociadas, como la hipertensión, la dislipemia, la diabetes tipo 2 y la enfermedad del hígado graso.

   Además, el posicionamiento de la EASO-EFAD resalta que el tratamiento debe hacerse como parte de una estrategia multicomponente, bajo supervisión médica y con el seguimiento de un equipo multidisciplinar.

   Como explican los expertos de Dietoterapia en la Obesidad de SEEDO, "el documento de posicionamiento demanda que el tratamiento nutricional se individualice para cumplir con los valores, preferencias y objetivos de tratamiento del paciente: se debe poner al paciente en el centro de la diana terapéutica y desplazar la enfermedad de ella". A juicio de estos expertos, se aconseja "evitar aquellas dietas generalistas que se dan a todos los pacientes por igual".

EL IMC TIENE SUS LIMITACIONES

   Al margen del posicionamiento específico sobre la dieta cetogénica muy baja en calorías, el documento EASO-EFAD recoge otras inquietudes, atendiendo y dando también respuesta a algunos de los dilemas más controvertidos de la actualidad.

   Así, por ejemplo, se recuerda que el índice de masa corporal (IMC) es un parámetro ampliamente usado para segmentar a los pacientes, pero no es útil para identificar las complicaciones derivadas del exceso de grasa que puede tener específicamente un paciente.

   "Aunque es un índice comúnmente utilizado para el diagnóstico y la clasificación de la obesidad, es simplemente una medida de tamaño y no de salud. El IMC destaca por su facilidad de uso, pero tiene notables limitaciones", siendo mucho más recomendable "la evaluación de la composición corporal mediante análisis de impedancia bioeléctrica, que sería el método ideal", argumentan Porca y Sánchez.

   Por otro lado, se insiste en que las personas que viven con obesidad experimentan estigma y discriminación por el peso a lo largo de su vida y en diferentes entornos, reduciendo su calidad de vida e incrementando la morbilidad y mortalidad (independientemente del IMC).

   Para abordar el sesgo de peso, relacionado con el estigma de la obesidad, según la EASO-EFAD en el manejo de la obesidad el foco no debe ponerse únicamente en la pérdida de peso, sino también en mejorar la salud y el bienestar del paciente; y es que, según se recalca, el objetivo del tratamiento es lograr resultados positivos en la salud, de forma más amplia.

   Para alcanzar este objetivo, se asegura que las estrategias de pérdida de peso basadas en restricciones calóricas son efectivas. Pero, además, se deben acompañar de un cambio en estilo de vida y el cumplimiento de hábitos saludables, a partir de intervenciones basadas en patrones alimentarios, una alimentación de calidad y recursos de 'mindfulness'.

   A nivel mundial, un total de 2,4 millones de muertes se atribuyen a la obesidad y 70 millones de años de vida ajustados por discapacidad (medida de carga de la enfermedad global, expresado como el número de años perdidos debido a enfermedad, discapacidad o muerte prematura) se atribuyen a un elevado IMC.

   En 2021, la prevalencia de obesidad en adultos en la Unión Europea se estima que es del 23 por ciento, y conjuntamente sobrepeso y obesidad alcanzan tasas del 60 por ciento; pero, además, el problema aumenta con el paso de los años, y se estima que en 2025 1 de cada 4 adultos de la Unión Europea vivirán con obesidad.