MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), liderados por el doctor Andrés Hidalgo, ha descubierto que el sistema inmune, además de tener una función de defensa y ser capaz de dañar tejidos infectados, juega un papel clave en el funcionamiento diario de un organismo sano.
En concreto, según han publicado en el 'Journal of Experimental Medicine', los investigadores han visto que los neutrófilos, un tipo de célula del sistema inmune, son igualmente importantes para que funcionen los tejidos sanos.
La vida es una continua batalla entre organismos. Los microbios intentan acceder a organismos grandes y ricos en nutrientes mientras que estos últimos, entre los que se encuentran las personas, han desarrollado un sistema inmune para protegerse de estas posibles infecciones. "El sistema inmune deber ser, por tanto, altamente tóxico para ser eficiente, pero esto conlleva el riesgo de dañar células del propio organismo", ha explicado Hidalgo.
El daño colateral se puede traducir en la aparición de enfermedades autoinmunes hasta lesiones asociadas con infartos cardiacos o cerebrales. Una "espada de doble filo" que, según ha comentado Casanova-Acebes, representa el sistema inmune y que implica que los tejidos sanos no deberían ser invadidos por células inmunes para así evitar daños innecesarios.
Ahora bien, los científicos han descubierto ahora que uno de los principales tipos de células inmunes, los neutrófilos, no solo entran en los tejidos sanos si no que pueden ejercer todo un rango de funciones no relacionadas con la inmunidad.
FUNCIÓN "POTENCIALMENTE PELIGROSA"
Concretamente, usando técnicas de imagen y análisis de alta resolución del sistema inmune de ratones, los investigadores del CNIC han descubierto que prácticamente todos los tejidos del organismo están infiltrados por neutrófilos, sobre todo por la noche, el periodo en el que estos animales son más activos.
De hecho, la investigación ha visto que ciertos tejidos altamente sensibles a cualquier tipo de daño, como el cerebro, están habitualmente 'limpios' de estas células inmunes, mientras que otros, como los pulmones, el hígado, el bazo o la médula ósea, están llenos de neutrófilos. Estas células desempeñan distintas funciones en varios de estos tejidos, como el intestino o los pulmones.
"Un hallazgo importante de nuestro trabajo es que mientras en algunos tejidos la acción de los neutrófilos es beneficiosa, ya que mantiene la función de células madres de la sangre, en otros pueden tener una función potencialmente peligrosa. Por ejemplo, en los pulmones, la presencia de neutrófilos es importante para prevenir la diseminación de metástasis tumorales a este tejido", ha añadido el investigador José Ángel Nicolás
El estudio, que es el resultado de más de cinco años de investigación y colaboraciones con laboratorios de Europa, Asia y Estados Unidos, es importante porque revela que el sistema inmune no solo tiene función de defensa y puede dañar tejidos, sino que además es importante para el funcionamiento diario de un organismo sano.
"Los sistemas biológicos, al parecer, están llenos de contradicciones y paradojas. Entender las sutilezas del sistema inmune será fundamental, no sólo para tratar enfermedades, sino también para preservar la salud antes de que éstas aparezcan", ha zanjado Hidalgo.