Las sinfonías clásicas pueden provocar un efecto físico sorprendente entre los espectadores

Archivo - El director Jordi Savall con la orquesta Le Concert des Nations.
Archivo - El director Jordi Savall con la orquesta Le Concert des Nations. - CENTRE INTERNACIONAL DE MÚSICA ANTIGA - Archivo
Publicado: viernes, 6 octubre 2023 8:19

MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -

El movimiento y algunas respuestas físicas, como el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria y la conductividad eléctrica de la piel (que sugiere excitación), pueden sincronizarse entre los asistentes a conciertos de música clásica, según sugiere un estudio de 132 personas publicado en la revista 'Scientific Reports'.

Las personas con una puntuación más alta en rasgos de personalidad como la simpatía o la franqueza tenían más probabilidades de sincronizarse con otros espectadores.

La sincronización puede utilizarse para describir la coordinación de dos procesos no relacionados a un nivel estadísticamente significativo, aunque los procesos no tienen por qué producirse simultáneamente. Entre humanos, la sincronización suele observarse en respuestas físicas como la respiración.

La mayor parte de la sincronización en humanos está causada por una interacción social directa con otra persona. Sin embargo, la sincronización también puede ser inducida por factores externos no sociales. Estudios anteriores han demostrado que la música puede inducir la sincronización en los oyentes, pero apenas se ha investigado si el público de los conciertos se sincroniza.

Wolfgang Tschacher, del Hospital Universitario de Psiquiatría y Psicoterapia y de la Universidad de Berna (Suiza), y sus colegas observaron a 132 personas mientras escuchaban un concierto compuesto por tres piezas de música clásica interpretadas por un quinteto de cuerda: 'Op. 104 en do menor', de Ludwig van Beethoven; 'Epitafios, de Brett Dean, y 'Op. 111 en sol mayor', de Johannes Brahms.

Los autores controlaron los movimientos de los participantes con cámaras aéreas y sus respuestas físicas con sensores portátiles. También les pidieron que rellenaran cuestionarios sobre su personalidad y estado de ánimo antes y después del concierto.

Observaron una sincronización significativa entre los miembros del público en cuanto a movimiento, frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria y conductividad eléctrica de la piel (que indica la activación del sistema nervioso simpático). El mayor nivel de sincronización se observó en la frecuencia respiratoria.

Además, los rasgos de personalidad de un oyente se asociaron con su probabilidad de sincronizar respuestas físicas: aquellos con rasgos agradables o abiertos tenían más probabilidades de sincronizarse, mientras que aquellos con rasgos neuróticos o extravertidos tenían menos probabilidades de sincronizarse.

Los resultados sugieren que la música puede inducir la sincronización de las respuestas físicas entre los miembros del público, y que los rasgos de personalidad pueden influir en la probabilidad de que un individuo se sincronice con otros miembros del público.

Los autores señalan que se produjeron lagunas en la recogida de datos debido a que, a la hora de elegir los sensores, se dio prioridad a la comodidad del usuario frente a la calidad de los datos, y sugieren que se desarrollen métodos de recogida de datos más fiables para futuros estudios.