MADRID, 11 Jun. (EDIZIONES) -
La enfermedad de Crohn es un proceso inflamatorio crónico del tracto intestinal principalmente. Aunque puede afectar a cualquier parte del tracto digestivo desde la boca hasta el ano, más comúnmente afecta a la porción más baja del intestino delgado (íleon) o al intestino grueso (colon y recto), explica la Sociedad norteamericana de Cirugía de Colon y Rectal (ASCRS, por sus siglas en inglés).
En concreto, la enfermedad de Crohn es una afección crónica y puede recurrir varias veces durante la vida. Algunas personas tienen períodos prolongados de remisión, a veces durante años, en los que no presentan síntomas. No hay manera de predecir cuándo puede ocurrir una remisión o que los síntomas van a volver a aparecer.
Desde la Fundación Española de Aparato Digestivo (FEAD) indican sobre sus causas que éstas se desconocen, aunque todo hace pensar que existen múltiples factores involucrados en su origen: genético, sistema inmunológico, y ambientales.
"Existen muchas hipótesis, pero la más aceptada es que se trata de una enfermedad autoinmune, donde sobre una predisposición genética hay una alteración a nivel inmunológico (sistema de defensa del cuerpo) ante antígenos (cuerpos extraños) alimentarios o bacterianos, provocando una respuesta anormal. Mediante esta respuesta, el sistema inmunitario del propio cuerpo ataca por error y destruye tejido corporal sano gastrointestinal produciendo la inflamación", explica.
APRENDER A CONVIVIR CON ELLA
En este sentido, en una entrevista con Infosalus, Belén Botella, jefa de Digestivo del Hospital Infanta Cristina de Parla (Comunidad de Madrid), subraya que se puede vivir con la enfermedad, aunque hay que aprender a convivir con ella. "Suele cursar con brotes, momentos en los que los pacientes tienen síntomas y está peor, y luego periodos de remisión grandes, sin síntomas", añade.
Entre los síntomas o signos que pueden hacer sospechar de que una persona tiene enfermedad de Crohn se encontrarían: dolor de tripa o abdominal; alteración a la hora de ir al baño, bien por diarrea o por distensión abdominal y estreñimiento. Esta enfermedad, según indica Botella, puede asociar también la afectación de otras partes como las articulaciones, la piel, y los ojos, y hasta en un 20% de pacientes.
Desde la ASCRS detallan que, debido a que la enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier parte del intestino, los síntomas pueden ser muy distintos entre un paciente y otro. Los síntomas comunes incluyen: cólicos, dolor abdominal, diarrea, fiebre, pérdida de peso e hinchazón. "No todos los pacientes presentan todos estos síntomas, y algunos no tienen ninguno de ellos. Otros síntomas pueden incluir dolor anal o secreción, lesiones de la piel, abscesos rectales, fisuras y dolor de articulaciones (artritis)", agrega.
¿CUÁNDO SE PRESENTA?
La enfermedad de Crohn suele aparecer entre los 14 y los 21 años, pero cada vez hay pacientes más jóvenes, o que presentan la enfermedad en edades más tardías de la vida, precisa la doctora Botella. A su vez, la especialista cita que es más prevalente en mujeres. Mientras la ASCRS precisa que un 20% de las personas que padecen la enfermedad de Crohn tienen un pariente, un hermano más frecuentemente y, a veces, el padre, la madre o un hijo, que tienen algún tipo de enfermedad inflamatoria intestinal.
En cuanto a las dificultades que pueden presentar en el día a día estos pacientes, la doctora Botella describe que presentarán estos síntomas, o parte de ellos, en momentos determinados de la vida, aunque a veces de forma crónica.
"Sobre todo de dolor abdominal, y la necesidad de ir al baño, y que su vida gire en torno a ir al servicio. Igualmente, tienen que tomar medicación a diario, y deben acudir bastante al especialista, por lo que en muchas ocasiones se dificulta en gran parte la vida laboral de estos enfermos", remarca la jefa de Digestivo del Hospital Infanta Cristina de Parla (Comunidad de Madrid).
Así con todo, desde la Fundación Española de Aparato Digestivo celebran que actualmente no existe un tratamiento que cure de forma definitiva esta enfermedad, aunque sí se dispone de medicamentos que la controlan. "El arsenal de medicamentos y procedimientos, que podemos usar ha ido aumentando con los años", indican.
"Hay opciones de cirugía, ahora en determinados casos se usan células madre para la afectación de las fistulas perianales. Se hacen trasplantes de derivados hematopoyéticos. Hay muchas opciones de tratamiento a día de hoy. Se han probado con varias opciones con dieta. Por ejemplo en niños, las dietas muy específicas pueden servir, pero en los adultos no está demostrado que valga para nada", aprecia la experta en Aparato Digestivo.