MADRID, 7 Jun. (EDIZIONES) -
Poco a poco España se va acercando a esta nueva normalidad que tanto ansiamos pero que, por otro lado, nos asusta frente a nuevos rebrotes de COVID-19. Nos guste o no, esa incertidumbre nos va a rodear durante una larga temporada, por lo que vamos a tener que aprender a vivir con ello.
Son muchos los padres que van a volver pronto a su puesto de trabajo y que van a necesitar que sus hijos vuelvan a la guardería o participen de un campamento o escuela de verano, una decisión sobre la que no dudarían en una situación normal. Además, los niños también necesitan volver a la normalidad, jugar con otros niños, salir más a la calle, disfrutar de su infancia, aunque siempre con precauciones, según defiende en una entrevista con Infosalus la pediatra y directora del Centro Creciendo de Alicante, Lucía Galán Bertrand, más conocida como 'Lucía, mi pediatra'.
"Los niños deben recuperar su vida. No se les puede dejar encerrados otra vez. A partir de ahora no puede haber en un aula 30 niños juntos, y los mayores de 6 años deben usar mascarilla aunque estén con otros niños. Los maestros también. Se debe fomentar el lavado de manos frecuente, decir a las familias que no es el momento de hacer grandes cumples o fiestas. Los niños son los menos afectados en la pandemia y los que más han sufrido desde punto de vista emocional y también los que mejor se han portado", subraya.
Esta divulgadora se muestra también partidaria de que los niños recuperen su actividad "con sentido común" y siguiendo las recomendaciones oficiales: "Deben empezar a salir, tienen que ir a la escuela infantil con las medidas de seguridad, deben volver al cole y a jugar. El derecho al juego y al aprendizaje están definidos desde hace años por la ONU".
Mientras, en entrevista con Infosalus, la doctora Concha Sánchez Pina, presidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), recuerda que, en general, los niños padecen la enfermedad de COVID-19 de forma más leve, con una tasa de hospitalizaciones mucho menor que en el adulto. Eso sí, advierte de que el grupo de menos de un año sí parece más vulnerable a las formas graves de la infección, y también como en el adulto, a la mortalidad relacionada con otras patologías crónicas.
"Por encima del año de edad, el número de casos que precisan hospitalización y la mortalidad es claramente menor. Y menor que en adultos. Cuanto más pequeños son los niños, más difícil es controlar sus movimientos y sus secreciones por lo que deberían asistir menos niños por aula", sostiene la especialista.
Uno de los principales temores de las administraciones competentes en guarderías y campamentos de verano es que las aulas donde se concentren niños se conviertan en focos de contagio del coronavirus. En este sentido, y desde el Grupo de Comunicación de AEPap, el pediatra César García Vera señala a Infosalus que las decisiones de abrir o no las guarderías y los espacios infantiles deberán ser "individualizadas", y depender de las características de las instalaciones, y de si éstas cumplen con los protocolos dictados por las autoridades competentes.
"Se debe favorecer la asistencia a las familias socialmente desfavorecidas, con todas las medidas de seguridad, para disminuir la brecha digital, y favorecer la socialización temprana. Los niños no son los principales transmisores de esta enfermedad, a diferencia de otras infecciones; lo que no quiere decir que no puedan contagiar", avisa por su parte la presidenta de AEPap.
De acuerdo con datos del informe del Imperial College de Londres, advierte de que "al parecer, el cierre de colegios no facilitaría más que la reducción de un 4% de las muertes"; mientras que subraya que otras medidas como el aislamiento de casos o la cuarentena tienen un impacto mucho mayor.
Según reconocen ambos expertos de la AEPap, nadie sabe a ciencia cierta cómo se debe planificar la vuelta al colegio en los países que han doblegado la famosa curva, si bien apuntan a la experiencia de Alemania o Francia, donde están optando por hacerlo poco a poco, y apenas se han registrado contagios por ello.
A su juicio, es esencial disponer de suficientes pruebas diagnósticas en Atención Primaria y que permitan diagnósticos en un plazo inferior a 2 días desde el inicio de los síntomas, lo que permitiría un seguimiento muy estrecho de la dinámica de contagios en los centros escolares.
Es más, recuerdan que los expertos en Educación han manifestado en muchos medios que precisamente es en los niños de Educación infantil y Primaria donde el impacto sobre su educación va a ser mayor que en Secundaria y Bachillerato por las dificultades que entraña la educación 'on-line' en estos tramos de edad, "una situación que nos preocupa como pediatras", por lo que ven importante la vuelta a las aulas "pero con las garantías suficientes de seguridad".
Respecto a los campamentos de verano, el doctor García Vera indica que parece que el virus disminuye su contagiosidad de forma evidente en espacios abiertos y con temperaturas cálidas. "Pero hay que cuidar que en las actividades comunes se guarden las medidas de seguridad", según insiste.
¿MEJOR CON ABUELOS O EN LA GUARDE?
Respecto a si los niños estarán mejor con sus abuelos, que pueden ser población de riesgo, o bien en una guardería, la presidenta de AEPap mantiene que "los niños estarán más seguros en entornos con contactos escasos y controlados". Dado que cada entorno es diferente, die que habrá que evaluar las distintas posibilidades de contagio de los niños y también de sus abuelos.
"Lo más importante, sin embargo, es que la población esté concienciada de que ante el mínimo síntoma de catarro, fiebre, o digestivo, y se debería hacer PCR en el mismo día, sea quien sea el que inicie los síntomas (niños, padres, abuelos). Y por el mismo motivo, si un niño ha tenido contacto con un caso sospechoso o confirmado guarde la cuarentena con el debido aislamiento y, entonces sí, no se exponga a las personas mayores de su entorno", remarca la doctora Concha Sánchez Pina.
Sobre las precauciones a seguir, desde la AEPap enumeran las siguientes medidas:
.- Extremar las medidas de higiene entre los alumnos, profesores y el resto del personal. Se debe prestar especial atención en la entrada y la salida, después de usar el baño, también al preparar las comidas.
.- Se deberán colocar dispensadores de jabón y /o soluciones hidroalcohólicas en pasillos y dentro de aulas y baños, papel para el secado de manos, papeleras con pedal al alcance de los niños e insistir en la educación para su uso adecuado.
.- Se deberá realizar limpieza continua con desinfectantes, haciendo hincapié en las superficies de manipulación frecuentes como cambiadores, pomos de puertas, cunas, sillitas, entre otras.
.- Se debe de evitar el hacinamiento de los niños en salas pequeñas, limitando el número de niños en espacios cerrados a la cifra que permita asegurar la distancia de 2 metros a su alrededor.
En las escuelas de verano y campamentos resaltan que el papel más importante lo tendrán los monitores, quienes deberán dar ejemplo con sus actuaciones: "Deberán realizar las reuniones y comidas manteniendo la distancia social mínima de dos metros y buscando siempre los espacios abiertos para realizar las actividades".
En ambos casos, los miembros de AEPap defienden que seguirá siendo muy importante que toda la población se responsabilice de las medidas individuales de higiene, mascarilla, distancia de seguridad hasta que las autoridades sanitarias lo determinen.