MADRID 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación presentada en la Reunión Anual de este año de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), muestra que el tratamiento con el fármaco semaglutida, comercializado como 'Ozempic', mejora significativamente el control de la glucemia y la pérdida de peso en adultos con diabetes tipo 2 durante un máximo de tres años.
"Nuestro análisis a largo plazo de la semaglutida en una cohorte amplia y diversa de pacientes con diabetes de tipo 2 reveló una mejora clínicamente relevante del control de la glucemia y la pérdida de peso tras 6 meses de tratamiento, comparable a la observada en ensayos aleatorizados", afirma el profesor Avraham Karasik, del Instituto de Investigación e Innovación de los Servicios Sanitarios Maccabi de Israel, que dirigió el estudio.
"Es importante destacar que estos efectos se mantuvieron hasta 3 años, lo que respalda el uso de semaglutida una vez por semana para el tratamiento a largo plazo de la diabetes tipo 2", apunta.
La diabetes de tipo 2 es un trastorno crónico y progresivo en el que el organismo no produce ni utiliza la insulina con normalidad, lo que provoca niveles elevados de glucosa en la sangre.
La enfermedad tiende a agravarse con el tiempo y los niveles de azúcar en sangre se hacen más difíciles de controlar. Los agonistas del receptor del péptido-1 similar al glucagón (GLP-1), como la semaglutida, han proporcionado a los pacientes un mayor control en la reducción de la glucemia.
Aunque la eficacia de la semaglutida una vez a la semana para tratar la diabetes de tipo 2 ha quedado demostrada en ensayos controlados aleatorizados, faltan datos a largo plazo y a gran escala en el mundo real.
Investigadores israelíes de los Servicios de Salud Maccabi, la segunda mayor organización de mantenimiento de la salud de Israel (con 2,6 millones de personas), analizaron retrospectivamente datos sobre el uso de semaglutida en 200.000 pacientes del registro de diabetes de Maccabi.
Identificaron a 23 442 pacientes elegibles, que habían canjeado al menos una receta de inyecciones subcutáneas semanales de semaglutida (0,25, 0,5 y 1 mg) entre agosto de 2019 y diciembre de 2022, y tenían una medición de control de azúcar en la sangre (HbA1c) 12 meses antes, y 6 meses después, de comenzar el tratamiento.
Se incluyeron en el análisis 23.442 pacientes (49% mujeres, edad media 62 años, peso medio 94,1 kg, IMC medio 33,7 kg/m2, HbA1c media 7,6%) y se evaluaron los cambios en la HbA1c y el peso, durante un máximo de 3 años.
Los adultos con diabetes tipo 2 deben tener como objetivo una HbA1c inferior al 7%. Los niveles más altos de HbA1c se asocian a complicaciones como cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, enfermedades renales (nefropatía), enfermedades oculares (retinopatía) y enfermedades nerviosas (neuropatía).
Los datos se analizaron tanto para la población total (23.442 pacientes) como entre los pacientes que empezaron a tomar semaglutida al menos 2 años antes del final del periodo de estudio (diciembre de 2022, 6.049 pacientes). La proporción de días cubiertos (PDC; la proporción de días en los que una persona tiene acceso a la medicación en los primeros 180 días y los primeros 2 años) se utilizó para expresar la adherencia al tratamiento.
Antes de que se les prescribiera semaglutida, el 30% de los pacientes recibían tratamiento con insulina, y el 31%, con otro AR GLP-1. En los primeros 6 meses, la adherencia al tratamiento con semaglutida (PDC) fue superior al 60% entre el 75% de los pacientes. El tiempo medio (mediana) de seguimiento fue de 17,6 meses.
Seis meses después del inicio del tratamiento, los pacientes redujeron de media su HbA1c en un 0,77% (del 7,6% al 6,8%) y disminuyeron su peso corporal en 4,7 kg (de 94,1 kg a 89,7 kg).
La reducción de los niveles de azúcar en sangre y la pérdida de peso fueron más pronunciadas entre los que nunca habían tomado un AR GLP-1 en comparación con los que habían tomado previamente un AR GLP-1 (reducción de la HbA1c -0,87% frente a -0,54%; pérdida de peso -5,5 kg frente a -3,0 kg, respectivamente). Un mayor cumplimiento terapéutico se tradujo en una mayor reducción tanto de los niveles de glucemia como de la pérdida de peso (PDC =60% frente a <60%).
Otros análisis de medidas repetidas que examinaron el cambio en la HbA1c y el peso a lo largo del tiempo, mostraron que las reducciones se mantuvieron durante 3 años de seguimiento, y esto fue más evidente entre los pacientes con mayor adherencia.
Entre los pacientes que iniciaron el tratamiento al menos dos años antes del final del periodo de estudio y tenían una adherencia alta (PDC de al menos el 80%), la HbA1c se redujo un 0,76% a los 24 meses y un 0,43% a los 36 meses, y el peso corporal se redujo 6,0 kg a los 24 meses y 5,8 kg a los 36 meses. En el estudio, financiado por Novo Nordisk, fabricante del fármaco, no se evaluaron los efectos secundarios.
"En este amplio estudio del mundo real, pudimos demostrar reducciones duraderas de la HbA1c y del peso corporal, haciendo hincapié en la adherencia al fármaco. Los datos están en consonancia con los resultados de los ensayos controlados aleatorizados y muestran el beneficio estable a largo plazo de semaglutida una vez por semana", concluye el profesor Karasik.