¿Sabías que las contracturas no existen? Entonces, ¿por qué nos sirven los masajes?

Archivo - Contractura, dolor de espalda
Archivo - Contractura, dolor de espalda - PEOPLEIMAGES/ ISTOCK - Archivo
Publicado: viernes, 6 junio 2025 8:41

    MADRID, 6 Jun. (EDIZIONES) -

    En el diccionario médico el término 'contractura' como tal no existe. No obstante, todos entendemos perfectamente cuando alguien hace referencia a que tiene una 'contractura en el cuello'. Nos viene a la cabeza la imagen mental del músculo agarrotado, tenso, como si estuviera enganchado.

   Así lo reconoce en una entrevista con Europa Press Salud Infosalus Toni Pérez, que es fisioterapeuta, con más de dos millones de seguidores en redes sociales, y que acaba de publicar con Libros Cúpula 'No te lesiones más'.

   "La cuestión no es que no existan como tal las contracturas, sino que no existen tal y como se dicen. Es decir, el término contractura significa realmente una contracción permanente en el tiempo y esto es imposible salvo que haya un problema neurológico grave y presente, aparte de rigidez", remarca.

   No es un nudo, no es un bulto, sino que es un dolor muscular que proviene de una fuente, según indica, y tras una sobrecarga, fatiga, o bien un estímulo que ha superado nuestro umbral de tolerancia. "Esta lesión puede ser permanente en el tiempo, haciendo que el músculo tenga menos fuerza y se haga más débil", apostilla este especialista.

   Con ello, insiste Toni Pérez en que el término 'contractura', como tal, no está bien empleado, sino que "es una palabra comodín". "Es verdad que el músculo se siente duro al tacto, que duele, y que molesta cuando te mueves. Pero, ¿qué está pasando ahí dentro? Por que un músculo no se anuda, ni se agarrota, la palabra 'contractura' hace referencia a una contracción mantenida", sostiene.

¿POR QUÉ NOS SIRVEN LOS MASAJES FRENTE A LAS CONTRACTURAS?

   ¿Por qué entonces tras un masaje nos encontramos mejor?, le preguntamos a este fisioterapeuta. Señala en primer lugar que un músculo no puede mantener una contracción durante mucho tiempo, dado que si no se fatiga y deja de contraerse.

   "Todos en casa tenemos un tarro de miel, y el músculo es como el tarro, que si llevas un par de días la miel está dura, pero si con un palo le das vueltas, se empieza a reblandecer. Es un fenómeno físico o 'estado gel' de la materia, por lo que cuando le das movimiento empieza a reblandecerse, y por eso tenemos esa rigidez matutina, y una vez nos vamos moviendo, o mediante un masaje, se reblandece y mejoran nuestros síntomas", asevera.

   Tú le puedes llamar 'contractura' pero en su opinión, en consecuencia, debes entender qué sucede en tu espalda: "En realidad, se trata de la respuesta del músculo ante un problema. Puede ser que el músculo esté sobrecargado, fatigado, o que lleve mucho rato en una posición estática. Como resultado entra en una especie de estado de autoprotección, donde aumenta su tensión, y se reduce su capacidad de relajarse".

UNA SOBRECARGA O PUNTO GATILLO

   Entonces, dice que esto es lo que notamos como bulto o zona más dura en el músculo. "De hecho, en el mundo de la fisioterapia y la medicina en lugar de contractura hablamos de 'sobrecarga', de 'puntos gatillo', o de 'espasmos musculares'", detalla Toni Pérez.

   Es más, este fisioterapeuta pone el ejemplo de los famosos 'nudos', que no son más que zonas musculares que tienen baja capacidad de fuerza y que no se relajan, lo que hace que, al presionarlas, duela, y a veces irradie dolor hacia otras zonas. "Se trata de la sobrecarga en el músculo que deja de hacer bien su función. Por ejemplo, tienes un nudo en el trapecio y te duele la cabeza. Sí, todo está conectado", zanja este experto.

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