¿Sabías que el bruxismo está relacionado con otras enfermedades? Te contamos cuáles son

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Actualizado: miércoles, 20 diciembre 2023 9:07

   MADRID, 20 Dic. (EDIZIONES) -

   El bruxismo es un trastorno muy prevalente en nuestra sociedad. Es más frecuente en niños (15-40%) y adolescentes (12%), que en adultos (8-9%); y su frecuencia decae progresivamente hasta los 60 años (2-4%). Se trata de una patología bastante molesta para quien la padece, y que podría estar relacionada con otras enfermedades como la rinitis, las alergias, la sinusitis, o incluso con el reflujo gastroesofágico (ERGE).

   Así lo revela el doctor Néstor Montesdeoca García, miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial y de Cabeza y Cuello (SECOMCyC), quien recuerda que se trata de un fenómeno que se corresponde con la activación repetida de la musculatura masticadora (músculos maseteros y temporales) durante las fases más precoces del sueño, y que produce un apretamiento dentario.

   Se suele acompañar de microdespertares electrofisiológicos durante el sueño, según prosigue este especialista en Cirugía Oral y Maxilofacial, y se relaciona con la activación del sistema nervioso autónomo de alerta con un aumento de la frecuencia cardíaca y la actividad cerebral durante el sueño.

POR QUÉ ES TAN FRECUENTE EN LOS NIÑOS

   Le preguntamos en una entrevista con Infosalus al doctor Monstesdeoca si es cierto que el bruxismo tiene un componente genético, y por eso afecta a las personas desde la infancia, donde hay datos tan llamativos de esta patología.

   El también codirector del Departamento de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital La Luz (Madrid) apunta en este sentido que sí se han identificado algunos genes relacionados con el bruxismo, subrayando que "una historia familiar de bruxismo es un factor de riesgo"; si bien advierte de que no se puede considerar un trastorno hereditario. "En niños con dentición de leche o mixta se tiende a considerar una respuesta fisiológica no patológica", agrega.

QUÉ SUCEDE CON OTRAS ENFERMEDADES

   En cuanto a su relación con otras patologías, el doctor Montesdeoca, que también es jefe de Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del MD Anderson Cancer Center (Madrid), sostiene que hay estudios que encuentran una asociación estadística entre el bruxismo, la rinitis alérgica, y la dificultad respiratoria nasal intercurrente que produce. No obstante, aquí resalta que "aunque la idea de tratar la rinitis alérgica para aliviar el bruxismo en estos pacientes resulte sugerente, no me atrevería a afirmar que tratando la primera solucionaremos el bruxismo".

   También menciona la relación del bruxismo con patologías como la poliposis nasal y la sinusitis. "Parecería que el movimiento rítmico de la mandíbula favorecería la ventilación nocturna en estos pacientes o actuara de mecanismo protector", mantiene.

   Aparte, subraya que el bruxismo aumenta el tono muscular de la vía aérea superior, incrementado la resistencia al paso del aire durante el sueño: "Por otra parte, existe una fuerte asociación entre la apnea del sueño (ronquido con pausas respiratorias) y el apretamiento dental nocturno. Se ha relacionado igualmente con el reflujo gastroesofágico".

CAUSAS Y SOSPECHA DE BRUXISMO

   Plantea este miembro de la SECOMCyC que, entre las posibles razones que pueden llevar a una persona a desarrollar bruxismo, se encontrarían la ansiedad o las personalidades muy autoexigentes. A su vez, hace mención del consumo de antidepresivos, de antipsicoticos, de café, de alcohol, de tabaco, o de otros estimulantes como las anfetaminas, la cocaína, o el éxtasis.

   "Se asocia con otros trastornos del sueño con las parasomnias en la infancia (eneuresis, sonambulismo, etc.) y la apnea obstructiva del sueño en adultos. Como dijimos antes se relaciona con el reflujo gastroesofágico y los problemas de la articulación temporomandibular. También como enfermedades neurológicas degenerativas, daño cerebral isquémico, hemorrágico o traumático, síndrome de Down, así como con la parálisis cerebral o el autismo", detalla.

   Montesdeoca resalta en este punto que, ante la sospecha, el diagnóstico de bruxismo es clínico, y suele ser el paciente o su pareja quien refiere apretamiento o rechinamiento dentario. Se trata de personas que, a su vez, consultan por dolor o sobrecarga en la musculatura masticatoria al despertarse, claudicación durante las comidas, bloqueo de la movilidad de la articulación de la mandíbula, cefalea temporal, y por desgaste dentario.

   "A veces constituye un hallazgo durante un estudio del sueño y en ocasiones necesitan una polisomnografía nocturna con electrodos en maseteros y temporales para su diagnóstico", remarca el también especialista en Medina del Sueño por la European Sleep Research Society. Dice en este punto que habitualmente los pacientes con bruxismo presentan importantes desgastes de la dentición, o restauraciones previas, y pérdida de piezas por fracturas dentales.

EL 'PODER' DE LAS FÉRULAS

   "En especial en la infancia, la mayor parte de los casos no requieren tratamiento. Sólo tratamos los pacientes con dolor en la musculatura masticatoria (dolor miofascial), o con problemas en la articulación temporomandibular (ATM), como imposibilidad para abrir la boca o bloqueos, desplazamientos del menisco articular asociados a molestias o dolor. También cuando la ATM presenta signos de degeneración artrósica por sobrecarga masticatoria", subraya el doctor Monstesdeoca.

   Con respecto al tratamiento, destaca que mejorar los hábitos de sueño ayuda al descanso, pero no parece que mejore el bruxismo. Por eso, refiere que una de las principales herramientas para aliviar los síntomas de este fenómeno son las férulas oclusales, ya que protegen los dientes y la articulación. "Con ellas algunos pacientes refieren alivio de sus molestias, pero no disminuyen el rechinamiento dental. Deben estar bien ajustadas y requieren controles periódicos", apunta.

El bruxismo asociado a medicación y al abuso de sustancias mejora disminuyendo la dosis o retirándolas; al tiempo que menciona que la toxina botulínica tipo A inyectada en los músculos maseteros o en los temporales, disminuye la intensidad de la contracción, pero no así no su frecuencia. "Algunos pacientes mejoran su dolor miofascial, pero su aplicación repetida puede producir importantes atrofias musculares con secuelas funcionales y estéticas (recomendamos su aplicación por médicos especialistas expertos en tratar la ATM)", considera.

   Para casos refractarios o relacionados con enfermedades neurológicas ve conveniente el empleo de la 'clonidina' o el 'clonacepam', en este caso "los fármacos de elección". "Los pacientes con dolor en la articulación de la mandíbula o problemas degenerativos de la misma se podrían beneficiar de infiltraciones y de lavados de la articulación, o de tratamiento artroscópico de los problemas internos de la misma por un Cirujano Oral y Maxilofacial. De otros tratamientos no hay suficiente evidencia", aclara el experto en la materia.

   Con todo ello, el codirector del Departamento de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital La Luz resalta que el bruxismo no tiene cura, sino que "sólo una solución sintomática", recomendando la prevención, así como el tratamiento de los daños dentales, musculares y articulares secundarios al bruxismo.