MADRID 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres con un nivel socioeconómico bajo tienen hasta tres veces más riesgo de padecer fallo ovárico prematuro antes de los 40 años, lo que se conoce como menopausia precoz, que aquellas que pertenecen a una clase social más alta, según los resultados de un estudio del Imperial College de Londres (Reino Unido), que revelan como el tabaquismo también aumenta estas probabilidades.
Este hallazgo, presentado en el marco del Congreso de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología celebrado en Estocolmo (Suecia), muestra que la menopausia precoz no sólo está asociada con la infertilidad.
El estudio analizó los datos de casi 5.000 mujeres que formaron parte de una cohorte de nacimientos de 1958, que incluía a todas las mujeres nacidas en Reino Unido en una sola semana, explicó la doctora Rumana Islam, autora de la investigación.
Cincuenta años más tarde, gran parte de estas mujeres fueron preguntadas por la fecha de inicio de la menopausia, sí había algún motivo específico que la hubiese originado y también por calidad de vida.
De las 4.968 participantes en el estudio, un total de 370 (7,4% del total) presentaron menopausia precoz, bien de forma espontánea o inducida por algún motivo médico y, según los resultados, además de la clase social, también observaron una fuerte asociación independiente con el tabaquismo.
La calidad de vida se midió utilizando la escala SF-36, que determina un perfil de salud física y psicológica en ocho aspectos. En concreto, las mujeres con menopausia precoz tenían más del doble de probabilidades de tener mala calidad de vida, algo que no cambió con la aparición de otros factores como el tabaquismo, la obesidad y el ejercicio físico.
"Se observó un profundo impacto en la calidad de vida 10 años después del inicio de la menopausia precoz, ya que repercute sobre la vitalidad, la función física, la salud mental y la percepción general de su salud pero, en cambio, el aspecto social no se vio afectado", reconoce Islam.
Los investigadores dicen que han demostrado por primera vez en una gran cohorte la "enorme carga física y psicológica no reconocida" que sufren estas mujeres.
No obstante, asegura que las diferencias entre los niveles socioeconómicos detectadas pueden deberse también a un desigual acceso a los servicios de Atención Primaria o a diferentes maneras de hacer frente a un problema de salud como éste.