Rodrigo Quian, neurocientífico: "La IA aún está en pañales en inteligencia general y lejos de la inteligencia humana"

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Publicado: lunes, 25 marzo 2024 8:29

   MADRID, 25 Mar. (EDIZIONES) -

   Rodrigo Quian Quiroga es un neurocientífico cuya investigación se enfoca en el estudio de los mecanismos neuronales de la percepción visual y de la memoria, en las bases del pensamiento humano y la inteligencia. Descubrió lo que se conoce como 'Neuronas de Concepto' o 'Neuronas de Jennifer Aniston' (con un papel clave en la memoria y hasta ahora no encontradas en otras especies).

   Acaba de publicar con Debate 'Cosas que nunca creeríais. De la ciencia ficción a la neurociencia', y nos concede a Infosalus una entrevista en la que confiesa que este libro usa la ciencia ficción "para atrapar al lector" para defender la idea de que está cambiando la Filosofía, así como las grandes preguntas que desde hace siglos se hace el ser humano; y todo ello gracias a los avances en la Neurociencia.

"Lo que pensamos desde hace cientos de años ha cambiado en los últimos 20 radicalmente. Y a mí, la ciencia ficción, que me encanta, es una pasión, me da la excusa de meterme de lleno en estos temas tan profundos", confiesa este profesor ICREA en el Instituto de Investigación del Hospital del Mar en Barcelona, y exdirector del Centro de Neurociencias de Sistemas y jefe de Bioingeniería en la Universidad de Leicester (Reino Unido).

   Así, destaca que la pregunta subyacente del libro es qué nos diferencia a las máquinas de los humanos, qué es lo que nos hace propiamente humanos, un tema al que se está dedicando en su labor como científico, sobre cómo entender las bases neuronales de la inteligencia humana: "Se trata de un tema muy tratado en la ciencia ficción, como en el Planeta de los Simios, que equiparan la inteligencia del mono a la del humano, por ejemplo".

SURGEN NUEVAS PREGUNTAS CON LA IA

   Pero también Quian Quiroga dice que se abren preguntas nuevas con los últimos avances científicos y con los "increíbles logros" alcanzados hasta el momento con la IA. "Vemos que hoy en día a ésta le falta para ser consciente de sí misma. ¿Cuál es el ingrediente que debemos agregarle a una máquina para aportarle consciencia de su existencia?", se pregunta.

   Considera igualmente en este plano que el papel de la IA responde a una revolución fascinante: "Hace 20-30 años el mundo, los humanos, nos sorprendíamos de que la supercomputadora Deep Blue pudiera ganar al genio del ajedrez Garry Kasparov, en el paradigma de la inteligencia, que es el ajedrez".

   Con ello, según defiende, lo que hoy en día percibimos es que se está dando una auténtica revolución en lo que a IA se refiere, si bien ésta aún se encuentra "en pañales" en lo que a inteligencia general se refiere.

   "Esto implica que la computadora aprende algo en una tarea específica con entrenamiento y a través de montón de ejemplos, y puede aplicar ese conocimiento a una tarea distinta. Esto es lo que hacemos los humanos todo el rato, generamos conocimiento haciendo algo, pero éste no sólo lo aplicamos los humanos a una tarea específica, sino que también podemos generalizarlos, realizar analogías, e incluso aplicar con ellos el sentido común. Esto es inteligencia general. Podemos transferir conocimiento a contextos y a situaciones novedosas. Todavía las computadoras no lo pueden hacer y deben aprender de cero y entrenarlas en cada tarea que hacen. En esto todavía la IA está en pañales y lejos de la inteligencia humana".

UNA REVOLUCIÓN EN EL CEREBRO

   A su vez, resalta que esto salpica a una revolución en cuanto al cerebro y hoy en día son posibles avances inimaginables "que quizá sí nos mostraba la ciencia ficción en las películas", tal y como reconoce.

   Dice que se dedica a registrar neuronas en humanos, y hoy en día, por ejemplo, se incluyen electrodos en pacientes para curarlos por ejemplo en la epilepsia, algo inimaginable hace años: "Este procedimiento clínico me permite registrar hasta cien neuronas en una persona; algo hace 20 años, imposible. Son avances tecnológicos que van de la mano del desarrollo de algoritmos y de métodos y una extracción de datos más complejos y sofisticados. Una serie de avances que se van dando en paralelo y en conjunción que generan una gran revolución".

LA CIENCIA FICCIÓN SE BASA EN LOS AVANCES, Y AL REVÉS

   Señala también que la ciencia ficción se basa en los últimos avances científicos, pero también cree que los científicos se apoyan en la imaginación de los cineastas, y años después nos encontramos sumergidos en estas realidades.

   Habla aquí de la optogenética, "una fabulosa revolución" pensada por el descubridor de la estructura del ADN Francis Crick, y la consecuente posibilidad de manipular neuronas, y activarlas o inhibirlas. "A partir de esto el MIT ha sacado una serie de 'papers' o publicaciones científicas donde se observa que pueden implantar memoria en ratones. Para mí, esto, hace poco era ciencia ficción", remarca.

   Igualmente, pone el ejemplo de la capacidad de leer la mente durante el sueño, hoy posible, a partir de algoritmos de decodificación; o de lograr que las computadores superen el pensamiento humano en infinidad de tareas mediante redes neuronales profundas.

   "La Ciencia está logrando cosas que hasta hace décadas era imposible. Estamos viviendo una revolución muy profunda con el funcionamiento del cerebro, de manera que ocupa el campo de la filosofía y protagoniza el guion de infinitas películas de ciencia ficción. Muchas de las ideas de estas películas tienen cada vez más de ciencia y menos de ficción", sostiene Quian Quiroga.

   Y, aunque parezca mentira, recuerda cómo implantar una memoria, leer la mente, comunicarse con pacientes en coma, predecir la decisión de una persona segundos antes de que la tome, crear cíborgs, o volver a hacer caminar a una persona inmovilizada, ya no son una quimera, sino una realidad sólida.