MADRID 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
El cáncer de piel no melanoma (CPNM) está causando un mayor número de muertes en todo el mundo que el melanoma, la forma más grave de cáncer de piel, según un nuevo estudio presentado en el Congreso 2023 de la Academia Europea de Dermatología y Venerología (EADV).
Los investigadores también creen que el CPNM está infradeclarado y que el verdadero impacto de esta enfermedad puede ser incluso mayor de lo estimado.
El profesor Thierry Passeron, catedrático de Dermatología en el Hospital Universitario de Niza (Francia) y autor principal del estudio, explica que, "aunque el CPNM tiene menos probabilidades de ser mortal que el cáncer de piel melanoma, su prevalencia es sorprendentemente mayor".
Así, indica que, "en 2020, el CPNM representó el 78% de todos los casos de cáncer de piel y causó más de 63.700 muertes. En cambio, el melanoma causó unas 57.000 muertes en el mismo año. La incidencia significativamente mayor del CPNM ha provocado, por tanto, un impacto global más sustancial".
El profesor Passeron añade que, "por alarmantes que sean estas cifras, es posible que, de hecho, estén subestimadas. El CPNM no suele notificarse en los registros de cáncer, lo que dificulta la comprensión de la verdadera carga".
Además de examinar la carga global de cánceres de piel, los investigadores identificaron grupos de población específicos con mayor riesgo de padecer esta enfermedad, como las personas que trabajan al aire libre, los receptores de trasplantes de órganos y quienes padecen la enfermedad cutánea xeroderma pigmentoso (una afección hereditaria de extrema sensibilidad al sol).
El estudio, que utilizó datos del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud, detectó una elevada incidencia de cáncer de piel en poblaciones de piel clara y de edad avanzada de Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia, Australia e Italia. Sin embargo, ni siquiera los países con una elevada proporción de fenotipos oscuros eran inmunes al riesgo de muerte por cáncer de piel, como demostraron las 11.281 muertes registradas en África.
En 2020, se registraron casi 1,2 millones de casos de CPNM en todo el mundo, frente a 324.635 casos de melanoma.3 La mayoría de los casos de cáncer de piel son no melanomas, es decir, un grupo de cánceres que se desarrollan lentamente en las capas superiores de la piel, con tipos comunes como el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas.
En comparación con el melanoma, un tipo de cáncer de piel que se desarrolla en los melanocitos (células que producen melanina), el CPNM tiene menos probabilidades de extenderse a otras partes del cuerpo y puede tratarse más fácilmente.
"Tenemos que difundir el mensaje de que no sólo el melanoma puede ser mortal, sino también el CPNM --indica Passeron--. Es crucial tener en cuenta que las personas con piel rica en melanina también están en riesgo y mueren de cáncer de piel. Es necesario aplicar estrategias eficaces para reducir las muertes asociadas a todos los tipos de cáncer de piel".
"Nuestro estudio no encontró pruebas consistentes que sugirieran que tener más dermatólogos per cápita pudiera reducir las tasas de mortalidad --prosigue--. Sorprendentemente, países como Australia, Reino Unido y Canadá, con menos dermatólogos, mostraron una baja relación entre mortalidad e incidencia".
Por lo tanto, subraya que es necesario explorar más a fondo qué estrategias están empleando estos países para reducir el impacto del cáncer de piel. "La implicación de otros profesionales sanitarios, como los médicos de cabecera, en la identificación y el tratamiento de esta enfermedad puede explicar en parte su éxito --apunta--. Sigue habiendo enormes oportunidades en todo el mundo para elevar el papel de los médicos de cabecera y otros profesionales sanitarios en este proceso y formarles para que reconozcan precozmente las lesiones sospechosas".
"En consonancia con esto, existe una necesidad continua de desarrollar campañas de concienciación que eduquen al público en general sobre los riesgos de la exposición al sol y otros factores de riesgo relevantes --continúa--. Estas campañas deben adaptarse a las poblaciones de riesgo, incluidas las personas de piel clara, los trabajadores al aire libre, los ancianos y las personas inmunodeprimidas. Es importante que estos esfuerzos se extiendan también a poblaciones que normalmente no se consideran de alto riesgo, como las de piel más oscura".
El profesor Passeron concluye que "los cánceres de piel son prevenibles y tratables, por lo que tenemos que hacer más para asegurarnos de que estamos deteniendo la progresión de esta enfermedad lo antes posible para salvar vidas".