MADRID, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las relaciones sociales de baja calidad que contribuyen al estrés psicosocial pueden asociarse con la pérdida ósea en mujeres posmenopáusicas, sugiere una investigación publicada en línea en el 'Journal of Epidemiology & Community Health'.
El estrés psicosocial es un factor de riesgo bien establecido para muchas enfermedades crónicas, y las investigaciones anteriores han sugerido que una serie de factores de estrés psicosocial, como el aumento de eventos importantes en la vida, niveles más bajos de optimismo, satisfacción con la vida y educación, pueden asociarse con fracturas.
El estrés psicosocial se refiere a las reacciones emocionales y fisiológicas experimentadas cuando un individuo se enfrenta a una situación en la que las demandas van más allá de sus recursos de afrontamiento. Otros ejemplos de situaciones estresantes podrían ser problemas conyugales, muerte de un ser querido, abuso, problemas de salud y crisis financieras.
La premisa de este trabajo fue que el estrés psicosocial puede aumentar el riesgo de fractura a través de la degradación de la densidad mineral ósea (DMO). Los autores sugieren que el estrés psicosocial puede alterar la DMO a través de cambios en los niveles hormonales, como el cortisol, las hormonas tiroideas, la hormona del crecimiento y los glucocorticoides.
Sin embargo, pocos estudios han examinado la asociación entre el estrés psicosocial y la DMO, por lo que los investigadores se propusieron abordarlo. Para ello, evaluaron los datos de 11.020 mujeres posmenopáusicas inscritas en la Iniciativa de Salud de la Mujer (WHI, por sus siglas en inglés), un estudio de salud a largo plazo en los Estados Unidos lanzado en 1993 para evaluar estrategias para prevenir enfermedades cardíacas, cáncer de mama y colorrectal y fracturas osteoporóticas en mujeres posmenopáusicas.
Las mujeres formaron parte de un subestudio que analizó la densidad ósea, por lo que los datos sobre la densidad ósea se recopilaron al momento de la inscripción y en una visita de seguimiento seis años después.
Las mujeres completaron un cuestionario en la inscripción que incluía información sobre el estrés psicosocial relacionado con su entorno social, específicamente sobre la tensión social, el apoyo social y el funcionamiento social.
La tensión social mide las interacciones y relaciones sociales negativas, el apoyo social mide las relaciones positivas y el funcionamiento social mide las limitaciones en la actividad social.
Se examinó la relación entre estas tres medidas de estrés psicosocial y el cambio porcentual en la DMO durante 6 años y se encontró que el estrés social alto se asociaba con una DMO más baja durante 6 años, después de ajustar por los factores de influencia potenciales, como la edad, la educación, las condiciones existentes, el peso (IMC), el tabaquismo, el uso de alcohol, el uso de terapia hormonal, la edad en la menopausia, la condición física, la actividad y antecedentes de fractura después de los 55 años.
Los autores explican que encontraron factores estresantes psicosociales específicos relacionados con el entorno social que estaban asociados con la pérdida ósea".
La mayor tensión social se asoció con una mayor pérdida de DMO de la cadera total, la columna lumbar (parte inferior de la espalda) y el cuello femoral (justo debajo de la bola de la articulación de la cadera) durante los 6 años de seguimiento. El estrés del funcionamiento social se asoció con una mayor pérdida ósea en la cadera total y el cuello femoral.
Las puntuaciones de tensión social proporcionadas por las mujeres oscilaron entre 4 y 20, con puntuaciones más altas que indican una mayor tensión, y cada punto más alto se asoció con una pérdida de la DMO del cuello femoral un 0,082% mayor, una pérdida de la DMO total de la cadera un 0,108% mayor y una pérdida de la dilatación del 0,069% columna vertebral lumbar DMO.
Este es un estudio observacional, y como tal, no puede establecer una causa, y los autores señalan que los niveles de estrés psicosocial pueden haber sido más bajos que el promedio porque las participantes en la Iniciativa de Salud de la Mujer eran personas sanas que vivían en la comunidad.
No obstante, destacan que han hallado "que la pérdida ósea es una de las respuestas al estrés fisiológico que está más fuertemente relacionada con la calidad de las relaciones sociales que con la cantidad". Tomados junto con la evidencia previa, "los resultados apoyan las intervenciones de estrés social en la construcción de la comunidad en mujeres posmenopáusicas para limitar potencialmente la pérdida ósea", concluyen.