MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
Una revisión de las investigaciones hasta la fecha revela la naturaleza compleja de revelar un diagnóstico de una infección de transmisión sexual (ITS) a una pareja antes de iniciar una actividad sexual. Dado que las personas experimentan una variedad de sentimientos y emociones relacionadas con la perspectiva de la revelación, la investigación muestra que solo alrededor de la mitad o menos de las personas se sintieron capaces de revelar su diagnóstico a su pareja antes del compromiso sexual.
Los resultados revisados por pares, publicados en ‘The Journal of Sex Research’, también muestran que un número similar de personas creían que deberían revelar que tenían una ITS a su pareja antes de tener relaciones sexuales.
Para frenar la propagación de las infecciones estudiadas, entre las que se excluye el VIH, el equipo de expertos de la Universidad de Tennessee (Estados Unidos) pide que se imparta una educación sexual integral a lo largo de toda la vida: desde la juventud hasta la edad adulta.
"Muchas personas carecen de una educación sexual integral y suficiente", afirman los autores en el artículo. “En lugar de enseñarles cómo utilizar correctamente la profilaxis, identificar sus limitaciones y comprender el alcance y la transmisibilidad de las ITS, sólo se anima a los jóvenes a ser abstinentes. Las personas diagnosticadas con ITS pueden encontrarse en posiciones vulnerables y enfrentar decisiones difíciles, cuyos resultados pueden ser perjudiciales para su identidad y sus relaciones.
“El proceso de divulgación es complejo. Ciertos contextos, particularmente las relaciones comprometidas, provocan la revelación, mientras que otros la inhiben. La divulgación es un proceso interpersonal que involucra no sólo al individuo que enfrenta la decisión de revelar, sino también al receptor previsto”.
En general, dicen que sus hallazgos "destacan la necesidad de una educación sexual integral y continua a lo largo de toda la vida y un aumento en el número de estados (de EEUU) que ofrecen educación sexual integral". Cabe tener en cuenta que la clamidia, la gonorrea y la sífilis se encuentran desde hace varios años en niveles récord y siguen aumentando, según datos oficiales.
Los métodos recomendados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades para prevenir infecciones incluyen hablar con las parejas sobre antecedentes sexuales, como la revelación de una ITS activa, así como el uso de profilaxis (como el uso de condones, protectores orales, vacunas). Algunas agencias de salud pública, incluidas las de EE. UU., recomiendan revelar información sobre una ITS activa.
Sin embargo, esta nueva revisión, que analizó 32 artículos, muestra que el miedo puede impedir que muchas personas revelen su diagnóstico. Otras razones incluyeron: personas que creen que el uso de condones es protección suficiente; una falta de obligación, como una situación de una sola noche; y miedo a que rompan con él. Algunos incluso describieron el "paso" como no infectado para evitar tener que decírselo.
Las personas que se lo revelaron a su pareja lo hicieron por amor, sentimientos de obligación moral o motivos relacionados con la relación, como mayores niveles de compromiso, calidad de la relación, duración del tiempo juntos y sentimientos de cercanía.
Los divulgadores utilizaron una variedad de formas para informar a las personas sobre su estado de ITS. Los no divulgadores utilizaron estrategias para hacerse pasar por no infectados, retirarse de las relaciones y utilizar brotes de ITS para programar la actividad sexual.
En la revisión, el herpes y el VPH fueron los más comunes, mientras que la clamidia, la gonorrea y la tricomoniasis también fueron comunes. Los resultados también revelaron que las experiencias de las personas que reciben información sobre ITS no están bien representadas en dichos estudios.
“Uno de los factores clave que determina si un individuo revelará o no es el destinatario previsto. La forma en que el receptor reaccionará y responderá y la relación con el receptor pueden ser influencias críticas para el divulgador”, añaden los autores.
“Como tal, es imperativo que investiguemos las experiencias de los receptores para comprender el proceso de divulgación de las ITS de manera más integral. Esto es para que podamos seguir mejorando la educación y la atención sobre salud sexual para todos”.
Las investigaciones existentes sobre las ITS tienen limitaciones, como la falta de datos sobre la orientación sexual. Como tal, el objetivo de los autores de la revisión fue llenar los vacíos de conocimiento e identificar áreas para estudios futuros.
Su atención se centró en la divulgación de las ITS a sus parejas actuales y anteriores. La divulgación es el intercambio voluntario o involuntario de información personal con otra persona, como el hecho de que tiene una ITS.
Esto difiere de la notificación a socios, que es similar al rastreo de contactos y puede implicar el uso de servicios de mensajería anónima.
Las limitaciones del artículo incluyeron solo la investigación de habla inglesa que se revisó, así como el número limitado de revisores. De cara al futuro, los autores sugieren que las investigaciones futuras deberían adoptar un enfoque desestigmatizador. “Iniciar conversaciones sobre salud sexual es responsabilidad de todos”, concluyen.