MADRID, 24 Dic. (EUROPA PRESS) -
El colesterol elevado o hipercolesterolemia es uno de los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular más importantes. Sin tratamiento, el colesterol alto puede provocar cardiopatías y accidentes cerebrovasculares. En todo el mundo, estas patologías se cobran casi 18 millones de vidas al año, según la Organización Mundial de la Salud.
Ahora, una nueva vacuna desarrollada por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nuevo México podría cambiar las reglas del juego, al proporcionar un método barato para reducir el colesterol LDL "malo", que crea placas peligrosas que pueden obstruir los vasos sanguíneos.
En un estudio reciente publicado en 'NPJ Vaccines', un equipo dirigido por el doctor Bryce Chackerian, catedrático del Departamento de Genética Molecular y Microbiología, informó de que las vacunas reducían el colesterol LDL casi con la misma eficacia que un tipo de fármacos caros conocidos como inhibidores de PCSK9.
"Nos interesa intentar desarrollar otro enfoque que sea menos costoso y más ampliamente aplicable, no solo en Estados Unidos, sino también en lugares que no tienen los recursos para permitirse estas terapias tan, tan caras", ha dicho Chackerian.
"Tratándose de una enfermedad con un impacto mundial tan profundo, cabría pensar que los tratamientos contra el colesterol alto serían más accesibles y asequibles", ha añadido.
Por su parte, Abinash Achrekar, doctor en Medicina y especialista en Salud pública, ha aprendido de primera mano que no es así. Achrekar, cardiólogo, es vicepresidente y profesor del Departamento de Medicina Interna de la UNM. No solo ha tratado a innumerables pacientes con colesterol alto, sino que él mismo es un paciente. "Soy cardiólogo y tengo el colesterol alto", afirma. "En realidad me lo diagnosticaron cuando era joven, sobre los 16 años", ha detallado.
Desde entonces, Achrekar cuenta que ha utilizado distintos tratamientos, como las estatinas --que usan cerca de 200 millones de personas en todo el mundo-- y la inyección monoclonal PCSK9. Se trata de un medicamento más reciente dirigido contra la proteína PCSK9, una molécula producida en el hígado que circula por el torrente sanguíneo y regula negativamente el metabolismo del colesterol LDL.
Básicamente, cuanto más PCSK9 produzca el organismo, mayor será el colesterol LDL. Achrekar afirma que las inyecciones bimensuales para bloquear esa proteína reducen su colesterol malo en torno al 60 por ciento, pero son caras y requieren la autorización previa de un médico de atención primaria o un cardiólogo.
"Llevan algún tiempo de tramitación con las compañías de seguros, pero salvan vidas", ha dicho. "Se ha demostrado que estos medicamentos no solo reducen el colesterol, sino también las probabilidades de infarto, ictus y muerte", ha añadido.
Chackerian y sus colegas querían que todos los pacientes que corren ese riesgo tuvieran una opción de tratamiento. Así que, utilizando la tecnología de plataforma de vacunas que desarrolló en la UNM, Chackerian se asoció con investigadores de todo Estados Unidos para crear una nueva vacuna dirigida específicamente contra la PCSK9.
"La vacuna se basa en una partícula vírica no infecciosa", explica. "No es más que la envoltura de un virus, y resulta que podemos utilizar esa envoltura de un virus para desarrollar vacunas contra todo tipo de cosas diferentes", ha explicado. En este caso, Chackerian explica que pegó trozos diminutos de la proteína PCSK9 a la superficie de estas partículas de virus.
"Así, el sistema inmunitario produce una respuesta de anticuerpos realmente potente contra esta proteína que interviene en el control de los niveles de colesterol", ha aclarado. "En los animales que vacunamos, observamos fuertes reducciones de los niveles de colesterol --hasta un 30%-- y eso se va a correlacionar con un menor riesgo de cardiopatías".
En los últimos 10 años, la vacuna se ha probado en ratones y monos con resultados prometedores. Chackerian dijo que el siguiente paso es encontrar financiación para pasar a la fabricación de la vacuna y los ensayos clínicos con humanos. Ese proceso puede llevar años y varios millones de dólares, pero merece la pena para desarrollar una vacuna que sea pura, segura y asequible.
"Dado el hecho de que tantas personas tienen niveles altos de colesterol, se ha calculado que si todo el mundo se sometiera a una de estas terapias con inhibidores de la PCSK9, el sistema sanitario quebraría", afirma Chackerian. Calcula que su vacuna podría ser más barata que 100 dólares por dosis porque se fabrica con una bacteria sencilla y relativamente barata.
"Estamos pensando en decenas de dólares por dosis", ha apuntado, y cada dosis seguiría siendo eficaz durante cerca de un año. "Se trata de una vacuna que creemos que puede tener un impacto global. No solo en Estados Unidos, sino en todo el mundo, donde las cardiopatías son un problema importante. Chackerian ha asegurado que su equipo sigue trabajando duro para lograr ese impacto. "Esperamos tener una vacuna en la gente en los próximos 10 años", ha concluido.