MADRID, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
Reducir tan solo 250 calorías al día con ejercicio moderado cosecha mayores recompensas que el ejercicio por sí solo en los adultos mayores obesos, según una nueva investigación publicada este lunes en la revista 'Circulation', editada por la Asociación Americana del Corazón.
Entre los adultos mayores con obesidad, la combinación de ejercicio aeróbico con una reducción moderada de las calorías diarias dio lugar a mayores mejoras en la rigidez aórtica (una medida de la salud vascular, que influye en las enfermedades cardiovasculares), en comparación con el ejercicio solo o con el ejercicio más una dieta más restrictiva.
"Este es el primer estudio que evalúa los efectos del entrenamiento de ejercicio aeróbico con y sin reducción de calorías sobre la rigidez aórtica, que se midió mediante resonancia magnética cardiovascular (RMC) para obtener imágenes detalladas de la aorta. Tratamos de determinar si la adición de la restricción calórica para la pérdida de peso conduciría a mayores mejoras en la salud vascular en comparación con el ejercicio aeróbico solo en los adultos mayores con obesidad", explica la doctora Tina E. Brinkley, autora principal del estudio y profesora asociada de Gerontología y Medicina Geriátrica en el Centro Sticht para el Envejecimiento Saludable y la Prevención del Alzheimer de la Facultad de Medicina Wake Forest en Winston-Salem en Carolina del Norte (Estados Unidos).
En este ensayo controlado y aleatorizado participaron 160 adultos sedentarios de entre 65 y 79 años con obesidad (IMC=30-45 kg/m2). La edad media de los participantes era de 69 años; el 74 por ciento eran mujeres y el 73 por ciento eran de raza blanca. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a uno de los tres grupos de intervención durante 20 semanas: 1) ejercicio solo con su dieta habitual; 2) ejercicio más restricción calórica moderada (reducción de aproximadamente 250 calorías/día); o 3) ejercicio más restricción calórica más intensa (reducción de aproximadamente 600 calorías/día).
Los dos grupos con restricción calórica recibieron almuerzos y cenas preelaborados con menos del 30 por ciento de calorías procedentes de la grasa y al menos 0,8 gramos de proteínas por kg de su peso corporal ideal, preparados bajo la dirección de un dietista registrado para el estudio; ellos mismos prepararon sus desayunos según el menú aprobado por el dietista. Todos los participantes en el estudio recibieron un entrenamiento de ejercicio aeróbico supervisado cuatro días a la semana durante las 20 semanas que duró el estudio.
La estructura y la función de la aorta se evaluaron con imágenes de resonancia magnética cardiovascular para medir la velocidad de la onda de pulso (VOP) del arco aórtico (la velocidad a la que la sangre viaja a través de la aorta) y la distensibilidad, o la capacidad de la aorta para expandirse y contraerse. Los valores de VOP más altos y de distensibilidad más bajos indican una aorta más rígida.
Los resultados revelaron que una pérdida de peso de casi el 10 por ciento del peso corporal total, o de unos 9 kilos, a lo largo de los cinco meses que duró el estudio se asoció a una mejora significativa de la rigidez aórtica, sólo en los participantes asignados al grupo de ejercicio más restricción calórica moderada.
"Nuestros resultados indican que los cambios en el estilo de vida diseñados para aumentar la actividad aeróbica y disminuir moderadamente la ingesta diaria de calorías pueden ayudar a reducir la rigidez aórtica y mejorar la salud vascular en general. Sin embargo, nos sorprendió encontrar que el grupo que redujo más su consumo de calorías no tuvo ninguna mejora en la rigidez aórtica, a pesar de que tuvieron disminuciones similares en el peso corporal y la presión arterial que los participantes con restricción calórica moderada", apunta Brinkley.