MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo análisis de la actividad cerebral de personas con trastorno de estrés postraumático (TEPT) es el primero en revelar que los recuerdos traumáticos se representan en el cerebro de forma totalmente distinta a los recuerdos autobiográficos tristes, según publican los investigadores en la revista 'Nature Neuroscience'.
Este hallazgo apoya la noción de que los recuerdos traumáticos en el TEPT son una entidad cognitiva alternativa que se desvía de la memoria regular, y puede proporcionar una explicación biológica de por qué el recuerdo de los recuerdos traumáticos a menudo se muestra como intrusiones que difieren profundamente de los recuerdos negativos "regulares" para los pacientes con TEPT.
El estudio, realizado por investigadores de la Facultad de Medicina Icahn del Monte Sinaí y la Universidad de Yale, en Estados Unidos, fue también el primero en examinar los recuerdos personales de la vida real de las personas en lugar de analizar los mecanismos cognitivos básicos, con el fin de vincular la experiencia personal a la función cerebral.
"Para las personas con TEPT, la evocación de recuerdos traumáticos suele manifestarse como intrusiones que difieren profundamente del procesamiento de los recuerdos negativos 'normales'; sin embargo, hasta ahora no se conocían bien las razones neurobiológicas de esta diferencia cualitativa", afirma Daniela Schiller, doctora, profesora de Psiquiatría y Neurociencia en el Icahn Mount Sinai y autora principal del trabajo.
"Nuestros datos muestran que el cerebro no trata los recuerdos traumáticos como recuerdos normales, o quizá ni siquiera como recuerdos --prosigue--. Observamos que las regiones cerebrales que se sabe que intervienen en la memoria no se activan al recordar una experiencia traumática. Este hallazgo proporciona un objetivo neuronal y centra los objetivos de devolver los recuerdos traumáticos a un estado cerebral similar al procesamiento de la memoria regular".
Investigaciones anteriores han establecido que la región cerebral conocida como hipocampo gobierna la formación y recuperación de los recuerdos de episodios. El TEPT se asocia a anomalías estructurales (predominantemente una reducción del volumen) del hipocampo, y las alteraciones de los procesos hipocampales son focales en la fisiopatología del TEPT. Se ha demostrado que el córtex cingulado posterior (CCP) está fuertemente implicado tanto en la comprensión narrativa como en el procesamiento autobiográfico y, en particular, en la imaginería de la memoria emocional. Las alteraciones de la función y la conectividad del córtex cingulado posterior están específicamente relacionadas con el TEPT.
Para examinar si el hipocampo y el córtex cingulado posterior diferencian los recuerdos autobiográficos traumáticos de los tristes, y cómo lo hacen, 28 participantes diagnosticados de TEPT se sometieron a la reactivación de la memoria autobiográfica mediante imágenes basadas en guiones mientras se les realizaba una resonancia magnética funcional (RMf).
En primer lugar, para generar estímulos basados en los recuerdos autobiográficos individuales de los participantes, los investigadores utilizaron un procedimiento de elaboración de imágenes. Los participantes elaboraron tres tipos de recuerdos autobiográficos: la condición "TEPT": el recuerdo traumático asociado a su TEPT (por ejemplo, combate, agresión sexual, violencia doméstica), la condición "triste": una experiencia triste y significativa, pero no traumática (por ejemplo, la muerte de un familiar o una mascota), la condición "tranquila": un acontecimiento positivo y tranquilo (por ejemplo, actividades memorables al aire libre).
A continuación, estas representaciones tan personales de la memoria autobiográfica se organizaron sistemáticamente en un clip de audio de aproximadamente 120 segundos de duración, narrado por un miembro del personal de investigación. En particular, las narraciones sobre el TEPT y la tristeza se escribieron para maximizar la similitud estructural entre ellas y controlar el contenido y la excitación. Los participantes escucharon esta nueva interpretación de sus propios recuerdos por primera vez mientras se sometían a una resonancia magnética funcional.
El equipo planteó la hipótesis de que, en los participantes con TEPT, la similitud semántica se correspondería con la similitud neuronal: si los recuerdos personales de dos participantes son semánticamente parecidos, sus patrones de respuestas neuronales al escuchar las grabaciones de audio de estos recuerdos también deberían ser similares.
Si los recuerdos traumáticos y tristes son sólo casos diferentes de recuerdos autobiográficos, los investigadores esperaban observar una correspondencia semántica-neural entre pares de recuerdos traumáticos y pares de recuerdos tristes por igual. Sin embargo, si los recuerdos autobiográficos traumáticos no son una versión de los recuerdos autobiográficos tristes, sino que se alejan de ellos, sólo observarían la relación semántica-neural en los recuerdos tristes, pero no en los traumáticos.
Al equipo de investigación le intrigó descubrir que los patrones en el hipocampo mostraban una diferenciación en la representación semántica según el tipo de narración. En el hipocampo, los guiones tristes que eran semánticamente similares entre los participantes suscitaban representaciones neuronales similares en la RMf. Por el contrario, los recuerdos autobiográficos traumáticos temáticamente similares no provocaron representaciones similares.
Los investigadores también hallaron una relación positiva entre el contenido semántico y los patrones neuronales de los relatos traumáticos en el PCC, una región cerebral que recientemente se ha conceptualizado como un puente cognitivo entre los acontecimientos del mundo y la representación del yo.
El estudio identifica una base neural de la diferente experiencia subjetiva de recordar un recuerdo traumático frente a un recuerdo normal. Los datos sugieren que puede ser beneficioso un tratamiento dirigido a "devolver" la representación del recuerdo traumático a una representación típica del hipocampo.
