MADRID, 5 Oct. (EDIZIONES) -
Es por muchos conocido que los inicios de la lactancia materna no suelen ser fáciles, menos aún si no se tiene experiencia. Pero lo que sobre todo es desconocido es que el destete, el punto y final de este maravilloso proceso natural, también es duro y difícil y para el que no se cuenta con acompañamiento, cuando sería lo idóneo.
Así lo defiende Raquel Velasco, pediatra y consultora internacional de lactancia (IBCLC), durante la presentación de su libro 'Lactancia materna. ¡Empieza el viaje!', un libro que ha publicado con Planeta dentro de la colección 'Lucía, mi pediatra recomienda', de la famosa pediatra Lucía Galán.
"El destete es otro de los momentos clave de la lactancia materna y no se le presta importancia. Nadie piensa en él cuando se habla de dificultades y lo cierto es que es un momento duro y difícil porque nos falta información, pensamos que es un proceso fácil y no lo es", aclara esta doctora.
Dice que puede ser natural, un bebé se puede destetar cuando quiere, y según estudios antropológicos ocurre entre los dos años y medio y los 7 años, según puntualiza. No obstante, Velasco remarca que en la mayor parte de los casos el destete suele ser dirigido por la madre porque no se ve cómoda con la lactancia materna.
"Suele darse cuando pesan más los momentos de agobio que los de disfrute y de sentir que merece la pena. (*) Cuando nos empieza a pesar la lactancia materna es cuando el niño está más intenso que nunca, habitualmente con dos años, que esté en plena fase rabietas, pidiendo teta a voz en grito y no sabe esperar. Es difícil y por eso es importante tener acompañamiento de profesionales y del entorno familiar", subraya esta experta en lactancia materna.
Considera igualmente que es un momento duro porque terminas con una etapa que es muy importante para la vida de una madre, "es un viaje vital", y dice que una fase "que deja mucha huella y que es difícil de finalizar".
CONSEJOS PARA EL DESTETE
En este sentido, esta pediatra sostiene que se debe evitar el destete con el inicio de la escuela infantil, coincidiendo con la retirada del pañal o del chupete, si ha llegado un nuevo hermano a la familia, o bien se ha cambiado de casa "para no juntar momentos de cambio".
Reconoce que el destete supone un "esfuerzo extra" a nuestro ajetreado horario, y hay que estar preparado para ello. Por otro lado, resalta que "no hay varitas mágicas ni soluciones que encajen para todas las familias y todos los niños", y recuerda que en muchos casos, representa una liberación para las madres, a la vez que se sienten culpables por ello, por haber destetado. "Otras lo pasan mal y soy consciente de que hay que estar bien para que la crianza vaya bien. De nada sirve seguir una lactancia materna que te hace infeliz", insiste esta pediatra.
Apuesta entonces esta especialista en lactancia materna por negociar, pero obviamente a una edad en la que el bebé sea capaz de razonar y de negociar de forma sencilla, adaptada a su edad. "Puedes decirle que ya no va a tomar teta por la noche porque mamá está cansada, o porque la teta está cansada, o pactar que habrá teta en la calle", afirma.
Sugiere igualmente el aplazar las tomas con el objetivo de espaciarlas, distraer a los menores con actividades que les resulten interesantes, originales o novedosas; así como acortar las tomas, pactándolo en el caso de que tengan capacidad para ello, y si no controlando la madre el tiempo.
Al mismo tiempo, la doctora Velasco recomienda anticiparse a esos momentos en los que el bebé suele pedir el pecho (a la hora de dormir, porque tiene hambre, por ejemplo) y salir a pasear para que se duerma, por ejemplo, o bien darle comida para que no pida el pecho.
A su juicio, el tener ayuda en todo este proceso es fundamental, el apoyo de la pareja, los abuelos o los amigos para que lleven al bebé al parque, a merendar, o a pasar el día fuera, por ejemplo.
MITOS A DESTERRAR
Igualmente, esta experta IBCLC rechaza el mito tan extendido de que con el destete los pequeños lograrán dormir del tirón: "Los niños se despiertan y la teta no tiene la culpa. Muchas madres se plantean destetar para dormir mejor y luego se encuentran con la sorpresa de que el niño se sigue despertando, así que conviene que tengas este punto muy claro antes de tomar cualquier decisión. El sueño infantil es un proceso madurativo y los despertares nocturnos se producen independientemente del tipo de lactancia".
Y es que durante la presentación del libro en Madrid esta doctora destacó que hay innumerables mitos relacionados con la lactancia materna que conviene conocer porque muchos favorecen el fin de muchas lactancias, como que las madres no tienen suficiente leche materna (que sí la tienen), o que ésta no es de buena calidad (siempre es de buena calidad).
Al mismo tiempo, Raquel Velasco niega que para instaurar la lactancia materna ésta debe doler, las madres suelen sufrir. "Muchas terminan antes de tiempo por falta de información, de apoyo y de acompañamiento. La mayor parte de los problemas tienen solución si hay conocimientos.
Otra creencia errónea, según insiste, es que a partir del año la leche materna "no alimenta y es vicio". Se trata, según explica durante la presentación del libro en Madrid, de "un gran mito que hace mucho daño y que muchas lactancias terminen antes de lo que las madres querrían".
Asimismo, niega la idea de que la lactancia materna a partir del año favorezca la descalcificación de la madre, cuando realmente ésta no solo es beneficiosa para el bebé, sino que también protege a la madre, por ejemplo, frente al desarrollo de varios tipos de cáncer.
"También es erróneo pensar que para la lactancia hay que preparar el pecho. No es necesario, sino que se necesita un entorno que sepa acompañarte. El gran problema lo tenemos con los profesionales sanitarios, ya que la gran mayoría no está formada en lactancia materna", lamenta.