Las puntuaciones de riesgo genético no sirven para predecir enfermedades comunes

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Publicado: miércoles, 18 octubre 2023 7:51

MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -

Las puntuaciones de riesgo poligénico, que estiman el riesgo de enfermedad de una persona basándose en miles o millones de variantes genéticas comunes, funcionan mal en el cribado y la predicción de enfermedades comunes como las cardiopatías, según un nuevo estudio dirigido por investigadores del University College de Londres (UCL), publicado en la revista 'BMJ Medicine'.

Se ha afirmado que las puntuaciones de riesgo poligénico transformarán la predicción y prevención de enfermedades comunes y se han creado empresas que venden servicios de pruebas de puntuación de riesgo poligénico, recuerdan los investigadores. Las pruebas de riesgo poligénico son también uno de los objetivos del proyecto nacional Our Future Health.

El nuevo estudio analizó 926 puntuaciones de riesgo poligénico de 310 enfermedades. Se constató que, por término medio, sólo el 11% de los individuos que desarrollan la enfermedad son identificados, mientras que al mismo tiempo el 5% de las personas que no desarrollan la enfermedad dan positivo en las pruebas. Las personas no afectadas suelen ser más numerosas que las afectadas, lo que da lugar a muchas más predicciones falsas que verdaderos positivos.

El autor principal del estudio, el profesor Aroon Hingorani, del Instituto de Ciencias Cardiovasculares del UCL, recuerda que "se han hecho grandes afirmaciones sobre el potencial de las puntuaciones de riesgo poligénico en medicina, pero nuestro estudio demuestra que esto no está justificado".

"Hemos observado que, si se aplican los mismos criterios que a otras pruebas médicas, las puntuaciones de riesgo poligénico no son eficaces para la predicción y el cribado de una serie de enfermedades comunes", añade.

Para el nuevo estudio, los investigadores analizaron los datos disponibles en una base de datos de libre acceso, el Catálogo de Puntuaciones Poligénicas, para determinar cuál sería la tasa de detección y la tasa de falsos positivos de las puntuaciones si se utilizaran en el cribado.

En el caso del cáncer de mama y la arteriopatía coronaria, las puntuaciones de riesgo identificaron sólo el 10% y el 12% de los casos eventuales, respectivamente, utilizando un punto de corte que daba como resultado que el 5% de los individuos no afectados dieran positivo.

Los investigadores también estudiaron cómo se comportarían las puntuaciones de riesgo poligénico si se utilizaran junto con los métodos de cribado convencionales.

Llegaron a la conclusión de que, si se utilizaran junto con los factores de riesgo convencionales, varios miles de personas tendrían que someterse a una puntuación de riesgo poligénico para orientar la prescripción de estatinas y prevenir un infarto de miocardio o un ictus adicional.

Añaden que utilizar únicamente la edad como guía para la prescripción de estatinas sería más sencillo y eficaz para prevenir infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares sin necesidad de pruebas genéticas.

También observaron que añadir puntuaciones de riesgo poligénico como primera etapa de cribado para determinar a quién debe darse prioridad en la mamografía pasaría por alto a la mayoría de las mujeres que más tarde desarrollarían cáncer de mama y generaría muchos falsos positivos, lo que aumentaría la carga de los sistemas sanitarios.

El coautor del estudio, el profesor Sir Nicholas Wald, del Instituto de Informática de la Salud del UCL, indica que "se ha sugerido que las puntuaciones de riesgo poligénico podrían introducirse precozmente para ayudar a prevenir el cáncer de mama y las cardiopatías pero, en los ejemplos que analizamos, descubrimos que las puntuaciones aportaban pocos beneficios para la salud, si es que aportaban alguno, al tiempo que añadían costes y complejidad".

En el estudio, los investigadores sugieren que se regulen las pruebas genéticas comerciales basadas en puntuaciones de riesgo poligénico para "proteger al público de expectativas poco realistas y a los sistemas de salud pública, ya de por sí sobrecargados, de la gestión de resultados falsos positivos".

Los investigadores señalan que los consumidores de pruebas comerciales basadas en puntuaciones de riesgo poligénico deben ser informados de la tasa de detección y de falsos positivos de las puntuaciones de riesgo poligénico, así como del riesgo absoluto con y sin resultado de puntuación poligénica, para que puedan juzgar mejor si la prueba es útil.

La doctora Jasmine Gratton, del Instituto de Ciencias Cardiovasculares del UCL y coautora del estudio subraya que "las puntuaciones de riesgo poligénico parecen atractivas porque ahora el genotipado es barato, igual para todas las enfermedades y se realiza una sola vez porque el genotipo de una persona no cambia. Sin embargo, estas características son irrelevantes si la prueba no es útil".

Finalmente, el profesor Sir Nick Wald resalta que estos resultados se basan en pruebas que indican que las puntuaciones de riesgo poligénico no tienen un papel en los programas de cribado de salud pública.

Los investigadores consideran que es poco probable que el rendimiento de las puntuaciones de riesgo poligénico cambie mucho, puesto que ya se han identificado las variantes con mayor efecto.

Puntualizan que las puntuaciones de riesgo poligénico no deben confundirse con las pruebas genéticas para detectar ciertas mutaciones de un solo gen, como BRCA1 y BRCA2, que desempeñan un papel importante en el cribado del cáncer de mama y ovario.

Descubrir variantes asociadas a un mayor riesgo de enfermedad sigue siendo crucial para el desarrollo de fármacos, subraya el equipo, ya que las variantes codifican proteínas a las que pueden dirigirse fármacos útiles para todo el mundo, independientemente de su composición genética.