MADRID, 18 Mar. (EDIZIONES) -
El menisco es una estructura semicircular elástica que ejerce la función de cuña entre las superficies de contacto del fémur y de la tibia. Su estructura es igual a los cartílagos que tocamos en las orejas. Se trata de estructuras duras pero elásticas. La causa principal de lesión suele ser la traumática.
"El mecanismo es casi siempre por flexión y torsión de la rodilla. La siguiente causa en frecuencia es la degenerativa o el desgaste de la estructura por el uso. Además, algunas enfermedades hacen que el menisco sea más frágil y se pueda romper con facilidad como la gota y la pseudogota (condrocalcinosis)", explica en una entrevista con Infosalus el doctor Jorge Palazón, del área de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital La Luz (Madrid).
Por su parte, la doctora Inmaculada Gómez Arrayás, traumatóloga especialista en cirugía de reemplazo articular, rodilla y cadera del Hospital Ruber Internacional precisa a Infosalus que las lesiones meniscales suelen afectar más al menisco interno que al externo, y son más frecuentes en hombres que en mujeres. En este sentido, la experta enumera las principales causas de las lesiones de menisco:
- En personas jóvenes, la mayor parte de las lesiones de meniscos son producidas por un traumatismo o lesiones deportivas, en situaciones de giro brusco de rodilla con el pie fijo, cuando ésta se encuentra en semiflexión. En otros casos se produce en pacientes no deportistas (posiciones en cuclillas mantenidas, por ejemplo) y otros son causa desconocida.
- A partir de los 45-50 años, el menisco ya se encuentra algo degenerado, adelgazado, pierde su elasticidad y se rompen con mucha facilidad.
- Personas mayores con desviaciones del eje de su rodilla tienen con más frecuencia roturas de meniscos, debido a que se degeneran antes.
Sobre prevenir la rotura de menisco, el doctor Jorge Palazón subraya que casi siempre este tipo de situaciones son "accidentales", por lo que se puede decir que "a mayor actividad física mayor riesgo de rotura meniscal".
Por ello, la experta del Hospital Ruber Internacional recomienda antes de iniciar una actividad deportiva fortalecer la musculatura de la pierna (cuádriceps, isquiotibiales, entre otros), y prepararse físicamente, porque esa va a ser "la mejor rodillera para evitar lesiones".
"En casos de rotura de ligamento cruzado anterior en personas jóvenes, está demostrado que si no se operan, la inestabilidad que esta lesión produce, favorece las roturas de meniscos más adelante. Luego es importante estabilizarlas en estos casos. El peso corporal aumentado afecta a las cargas que soporta la rodilla y acelera el proceso de degeneración de los meniscos, lo cual puede favorecer su rotura. Determinados trabajos que requieren posición mantenida en cuclillas, predisponen a lesiones de meniscos", advierte la traumatóloga.
QUÉ HACER ANTE UNA ROTURA DE MENISCO
Ante la rotura de menisco, el doctor Palazón sostiene que, dependiendo del tipo de rotura y de la localización, se pueden producir molestias leves o incluso ser asintomático. "Lo más habitual, sobre todo en personas con mayor actividad física, es que presenten dolor y en ocasiones derrame articular como signo de sufrimiento de la articulación. En ocasiones si el fragmento roto se mueve de su localización habitual puede producir fallos de la articulación he incluso bloqueo", añade. En ocasiones, una rotura meniscal puede tolerarse muy bien si ésta es de pequeño tamaño y no interfiere en el movimiento articular, pero por desgracia, lamenta que esto no es lo más habitual.
Mientras, la doctora Gómez Arrayás indica que las roturas sobre menisco ya degenerados (degenerativas) tienen síntomas más leves y de comienzo insidioso y, en muchos casos, ese dolor es causado también por otras patologías que ya presenta la rodilla, como el desgaste del cartílago articular (condropatía o inicio de artrosis). "Los pacientes suelen venir caminando sin ayuda de muletas porque la intensidad del dolor suele permitirlo", precisa.
Sobre si se puede hacer vida normal con el menisco roto, la traumatóloga del Ruber Internacional señala que todo depende del tipo de rotura. En los casos más complejos, que producen gran dolor y bloqueo, no se permite hacer una vida normal.
"Pero en la mayor parte de los casos, el paciente hace una vida casi normal con un menisco roto. El dolor suele ser leve en cuanto transcurren unos días desde el momento agudo de la lesión. En el momento en el que se produce la rotura, aparece un cuadro inflamatorio alrededor (parameniscitis) que causa dolor. Al cabo de unas 2-4 semanas, esa inflamación va cediendo y, en muchos casos desparece por completo la sintomatología (a pesar de seguir con la rotura meniscal) y el paciente retoma su vida normal sin precisar tratamiento alguno", alerta.
En cuanto a los tratamientos, el experto del Hospital de La Luz señala que la mayor parte de roturas en las que existe afectación mecánica (fallos, bloqueos) o signos de sufrimiento de la articulación (dolor, derrame e inflamación), es imprescindible la reparación quirúrgica. "La intervención se realiza mediante artroscopia, a través de dos o tres pequeñas incisiones, resecando el fragmento roto, y regularizando los bordes. El objetivo es quitar la menor cantidad posible de menisco", añade.
Eso sí, la especialista del Hospital Ruber Internacional precisa que no está indicado el tratamiento quirúrgico en roturas de meniscos, que tras esperar unas 2-4 semanas a que ceda el cuadro inflamatorio, tratándolo con antiinflamatorios, reposo relativo y fisioterapia, no tengan síntomas al retomar su vida normal y deportiva.
"Ante todo debemos intentar preservar los meniscos, dado que son los protectores de nuestro cartílago y su ausencia provocaría una artrosis temprana. Cuando, tras pasar el periodo agudo y el tratamiento no quirúrgico, los síntomas de la rotura incapacitan al paciente para caminar sin dolor o retomar su actividad deportiva, estaría indicado el tratamiento quirúrgico mediante artroscopia de rodilla (no es necesario abrir la rodilla) y el paciente suele irse de alta a las 3 horas aproximadamente, caminando", indica.
En el caso de personas mayores con artrosis, los meniscos suelen tener roturas degenerativas, y por ello dice que, en estos casos, es mejor no realizar ningún tratamiento quirúrgico ya que no soluciona su dolor, que en gran parte es por la artritis que produce la condropatía avanzada o artrosis.