MADRID 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
Esquiar sin unas gafas de sol adecuadas puede provocar queratitis solar, lesiones en la retina y cataratas prematuras, según ha avisado el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas de España (CNOO), que ha recordado que la radiación ultravioleta es ocho veces más intensa en la nieve que en cualquier otro lugar o superficie.
"La nieve puede reflejar hasta el 80 por ciento de la luz en comparación con otras superficies como la arena o el agua, a lo que debemos sumarle la altitud, ya que, por cada 1.000 metros de ascenso, la proporción de rayos ultravioleta en la luz solar aumenta un 10 por ciento", ha explicado el decano del CNOO, Juan Carlos Martínez Moral.
Por ello, ha recomendado a las personas que practican deportes de invierno que utilicen gafas diseñadas específicamente para este tipo de actividades y que absorban al menos el 95 por ciento de la radiación UV. "Algunos dolores intensos de cabeza, conjuntivitis y fotofobias anormales están producidos por la utilización de gafas que no disponen de los filtros adecuados para evitar el paso de la radiación ultravioleta a los ojos", ha añadido.
Sin embargo, apostilla, no es el único problema que el invierno puede genera. Y es que, el ambiente suele estar más seco durante esta estación debido a las calefacciones, lo que provoca que las infecciones en los ojos aumenten por el síndrome del ojo seco, es decir, cuando el globo ocular no es capaz de producir lágrimas suficientes o no tienen la calidad apropiada, por lo que estas se evaporan rápidamente.
Síntomas como dolor, ardor, enrojecimiento, ojos cansados, sensación de arenilla o visión borrosa pueden indicar el padecimiento de esta enfermedad, por lo que el CNOO ha aconsejado no exponerse a la calefacción por tiempo prologando y utilizar gotas lubricantes para evitar molestias.
Además, en la nieve y alta montaña existen otros agentes peligrosos, como el viento y pequeños cristales de hielo, que pueden penetrar en los ojos y dañar la córnea. Del mismo modo, la menor frecuencia con la que se lavan las manos podría llevar a frotarse los ojos y provocar conjuntivitis infecciosa.
CÓMO PROTEGER LOS OJOS SI VAS EN LA NIEVE
Con el fin de que la luz del sol dañe seriamente la estructura ocular, sobre todo en aquellas personas con ojos de color claro, ya que son más sensibles al daño solar, el organismo ha aconsejado acudir al óptico-optometrista para que prescriba el mejor tipo de protección ocular según la actividad a desarrollar, la fotosensibilidad y el color de los ojos.
Además, ha recordado que las gafas de sol de alta protección o de diseño especial para deportes de invierno deben cumplir las normas ISO relevantes para protección y el marcado CE, además de ser orgánicas. Del mismo modo, ha aconsejado escoger la categoría 4 de intensidad de color de las lentes en las estaciones de esquí porque es la que más protege en condiciones soleadas.
El colegio también ha destacado la importancia de utilizar gafas con un filtro solar de categoría 3 o 4 que permitan absorber al menos el 95 por ciento de la radiación UV-A y UV-B; que las lentes cubran las zonas laterales de la cara (sienes) con el fin de proteger también esta parte de las nocivas radiaciones solares.
"Los niños son más vulnerables a los rayos UV, por lo que hay que tener especial cuidado para que la exposición no sea acumulativa. Y, sobre todo, es importante acudir a un establecimiento sanitario de óptica para que un óptico-optometrista pueda atenderte y asesorarte de forma personalizada", ha zanjado el CNOO.