MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -
Alimentar a los mosquitos con azúcar los hace menos atraídos por los humanos, una respuesta que está regulada por la proteína vitelogenina --precursora de la yema de huevo--, según un estudio publicado este jueves en la revista de acceso abierto 'PLOS Biology' por Jessica Dittmer, Paolo Gabrieli y sus colegas en la 'Universit degli Studi di Pavia', en Italia.
Los mosquitos hembras deben alimentarse de la sangre para proporcionar energía y nutrientes a sus huevos en desarrollo, pero también pueden complementar su dieta con azúcares al tomar néctar o savia. El equipo alimentó a jóvenes mosquitos tigres ('Aedes albopictus') con soluciones de azúcar, y descubrió que reducía su atracción por la piel humana. Los niveles de energía femenina aumentan constantemente después de alimentar azúcares, y no están relacionados con la motivación de los insectos para encontrar un huésped.
La secuenciación de transcriptomas reveló una ola de cambios en la expresión génica asociados con esta reducción en el comportamiento de búsqueda del huésped, que afectó a al menos 23 genes, incluido el gen de vitelogenina Vg-2, que se sabe que desempeña un papel en el desarrollo del ovario. Los experimentos de interferencia de ARN para derribar la expresión del gen Vg-2 restauraron la atracción de los mosquitos a los humanos, confirmando el papel clave del gen en la regulación del comportamiento de la alimentación.
Se sabe que la vitelogenina, una proteína precursora de la yema de huevo, influye en la reproducción y la alimentación en las reinas y en los trabajadores de los insectos sociales, como las hormigas y las abejas, pero esta es la primera vez que se vincula a estos procesos en un insecto solitario, según los autores.
UN EFECTO VISTO SÓLO EN MOSQUITOS JÓVENES
Los altos niveles de expresión de vitelogenina en respuesta al azúcar solo ocurrieron en mosquitos jóvenes; los autores sugieren que esto puede reflejar una estrategia de los adultos jóvenes para alimentarse de azúcar para complementar las reservas de energía que no pudieron acumular como larvas.
Los hallazgos sugieren una vía interesante para la investigación en la prevención de enfermedades: al manipular los niveles de vitelogenina, los científicos podrían reducir la tendencia de los mosquitos a morder a los humanos y transmitir infecciones como la malaria, la fiebre del dengue y el virus del Zika, que son responsables colectivamente de más de 700.000 muertes cada año.
"En este contexto, nuestro equipo de investigación se centró en los mecanismos moleculares que controlan el comportamiento de búsqueda del huésped del mosquito, es decir, los mecanismos que afectan a la atracción hacia el huésped humano", apunta el doctor Gabrieli. "Si pudiéramos alterar estas vías, reduciendo la motivación de los mosquitos para picar a los humanos, disminuiríamos la dimensión de la población de mosquitos y, a su vez, la transmisión de las enfermedades", concluye.