Proponen utilizar el diseño urbano para promover la salud del corazón

Archivo - Jóvenes paseando por el parque
Archivo - Jóvenes paseando por el parque - THE UNIVERSITY OF QUEENSLAND - Archivo
Publicado: miércoles, 19 mayo 2021 8:44

MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS) -

Las ciudades albergan un peligroso cóctel de factores de estrés ambiental que los políticos deben atajar para salvar vidas y preservar la salud, según un artículo publicado este martes en el 'European Heart Journal', una revista de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC).

"En 2050, tres de cada cuatro personas vivirán en ciudades, donde se consume hasta el 80% de la energía y se emite el 70% de los gases de efecto invernadero --afirma el autor del estudio, el profesor Thomas Münzel, del Centro Médico Universitario de Maguncia (Alemania)--. Las medidas que pueden tomar los individuos para protegerse de los contaminantes son limitadas, por lo que los políticos y los responsables políticos deben asumir esta responsabilidad".

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad en Europa, y representan el 47% y el 39% de todas las muertes en mujeres y hombres, respectivamente. La oficina regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha defendido una planificación urbana que apoye el uso de la bicicleta y los desplazamientos a pie y mejore la calidad del aire.

La propuesta, apoyada por el CES, es un paso hacia el cumplimiento del objetivo de la OMS de reducir en un 25% la mortalidad prematura por enfermedades cardiovasculares para 2025 (en comparación con 2010).

"Aunque las ciudades han sido un motor de innovación y riqueza, también son una fuente de contaminación y enfermedad", afirma el estudio. En él se resumen las pruebas de las conexiones entre el aire viciado, el ruido, la temperatura, la luz exterior y las enfermedades cardiovasculares.

La contaminación atmosférica es responsable de unas 800.000 enfermedades mortales al año en Europa, de las cuales alrededor de la mitad son infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. Las emisiones del transporte son las que más contribuyen a la contaminación atmosférica en las ciudades de todo el mundo.

Asimismo, la fuente de ruido dominante es el tráfico rodado, que aumenta el riesgo de cardiopatía isquémica. Se ha calculado que la exposición a largo plazo al ruido del transporte es responsable de 48.000 nuevos casos de cardiopatía isquémica cada año en la UE.

La contaminación lumínica nocturna se ha relacionado con la hospitalización y la muerte por cardiopatía isquémica. Por otra parte, las zonas urbanas de hormigón absorben y reemiten el calor del sol, lo que provoca un aumento de las temperaturas. Estos efectos de isla de calor se han relacionado con las muertes durante las olas de calor, que pueden mitigarse con la vegetación.

Los factores de estrés ambiental se agrupan y se necesitan acciones que los combatan todos. "Cada vez se reconoce más que la transición a ciudades que promueven la vida local y la movilidad activa y sostenible proporciona beneficios conjuntos para la salud y el medio ambiente al crear ciudades más sostenibles y habitables", afirma el documento.

La planificación urbana se reconoce ahora como una forma de abordar los resultados adversos para la salud. Los diseños incluyen zonas sin coches y ciudades compactas que acortan las distancias de viaje. Limitar el uso del coche y aumentar el transporte público y activo (a pie y en bicicleta) favorecería la salud del corazón al reducir la contaminación atmosférica, el ruido y los efectos de la isla de calor y aumentar la actividad física.

Los autores reclaman "un replanteamiento radical de la organización de nuestra vida en el futuro para proteger la salud humana y planetaria".

El profesor Münzel apunta que "los individuos pueden evitar las zonas contaminadas y usar tapones para los oídos, pero el cambio real requiere el compromiso de los políticos. Se espera que las áreas metropolitanas alberguen una parte cada vez mayor de la población mundial en los próximos años. Ahora es el momento de diseñar ciudades que promuevan la salud en lugar de perjudicarla", resalta.