MADRID, 6 Feb. (EDIZIONES) -
La vida puede cambiarnos en un segundo. Por ello, debemos intentar disfrutar de cada momento, intentar sacar jugo a cada segundo del día. Cada nuevo día es una oportunidad para sonreír, para ser felices, mejores personas, y en el fondo sentirnos realizados, tener una vida plena.
No obstante, el día a día está lleno de baches que muchas veces nos lo complican. El exceso de trabajo, el poco tiempo para nuestra familia y amigos, o enfermedades horribles que nos rodean y otra serie de dificultades que, poco a poco, van mermando nuestra autoestima y ganas de disfrutar de las 24 horas del día.
En este sentido, el doctor Mario Alonso Puig, médico especialista en Cirugía general y del Aparato digestivo, y Chairman del Center for Health, Well-Being and Happiness del IE University, ha escrito un libro, '365 ideas para una vida plena' (Espasa) en el que nos da las claves para que todos los días del año tengamos una reflexión positiva que poner en practica.
En una entrevista con Infosalus, el también especialista formado en el Instituto Mente-Cuerpo de la Universidad de Harvard (USA) defiende así que hay que intentar día a día construir lo ordinario en extraordinario con el objetivo de tener una vida plena, y gozar de buena salud. A su juicio, es esencial ver lo extraordinario en lo ordinario, es decir, debemos afinar la mirada en nuestro día a día e ir más allá de lo superficial.
"Es preciso hacerlo porque lo que pasa es muchas de las cosas que aparentemente son obstáculos o inconvenientes activan en nosotros el sistema nervioso simpático, la parte del sistema nervioso autónomo que se dedica a protegernos frente a las amenazas. Cuando buscamos lo extraordinario en lo ordinario se consigue un equilibrio entre el sistema nervioso simpático, encargado de estar alerta frente a la amenaza, y el sistema nervioso parasimpático, encargado de la salud de las células, de proteger tejidos para que no se desgasten en exceso", explica.
Es más, el doctor Alonso Puig precisa que el sistema nervioso simpático es un sistema que consume energía, mientras que el parasimpático ahorra energía. "Si nosotros consumimos mucha energía con constantes alertas, esto lo estamos quitando de otros procesos que tienen lugar en el cuerpo, como la digestión, o el proceso inmune. Por eso una gestión correcta de la energía favorece la salud", afirma este experto formado en Harvard.
Por otra parte, señala que cuando el sistema nervioso simpático está demasiado activo se produce un aumento en la producción de los radicales libres, aquellos que lesionan las fibras de colágeno, y pueden alterar las moléculas de ADN favoreciendo las mutaciones y también aceleran el envejecimiento.
Igualmente, el doctor Alonso Puig menciona que científicamente está comprobado que dos horas después de trabajo mental, de un periodo de concentración intenso, habría que hacer una breve parada de unos minutos para darnos una vuelta y estirarnos un poco. "Cuando no se hace y hay periodos de recuperación entre picos de estrés, se acumula algo a nivel biológico que no se sabe qué es, una sustancia química, una carga halostática, que se va acumulando y se mantiene como una olla hirviendo. Cuando nos vamos de vacaciones la olla explota y por eso muchas veces las personas se ponen enfermas en vacaciones", señala este experto.
Con ello, recuerda este doctor que hay dos órganos en el cuerpo que siempre necesitan descansar: los ojos y el cerebro. "Si mantenemos a los ojos funcionando todo el rato en las pantallas estos empiezan a funcionar peor y lo mismo pasa con el cerebro, que trabaja con tanta intensidad que necesita una recuperación entre los picos de estrés", subraya Alonso Puig.
Por eso defiende esta idea el doctor, si no intentamos ir más allá, disfrutar de cada día, las cosas nos irán peor, gozaremos de peor salud y no seremos tan felices. Con ello, y entre las 365 ideas que aporta en su libro para una vida más plena y por tanto más feliz, las 5 que a su juicio son las más importantes son:
1.- No poner tanta atención en el tener y sí en el ser.
2.- Atrevernos a salir de la zona de confort porque más allá de ella es donde de verdad está la magia.
3.- Aprender a serenar la mente porque ésta si no está serena es causa directa de enfermedad.
4.- Abrazar la diversidad, no sencillamente tolerarla.
5.- Vivir con un mayor nivel de gratitud.
Finalmente defiende que, antes de salir a la calle y de encontrarnos con el nuevo día, hay que hacer una preparación mental para no dejarnos distraer por cosas no importantes y saber desarrollar esta mirada no profunda. "Si uno no se entrena es muy fácil que acontecimientos del día arrastren de aquí para allá a uno", sentencia el doctor Mario Alonso Puig.