MADRID, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -
Según un estudio publicado esta semana en 'PLOS Medicine', las reglamentaciones nacionales destinadas a prevenir enfermedades no transmisibles (ENT) en países más pequeños, de ingresos bajos o medios pueden verse influenciadas por los desafíos planteados por la Organización Mundial del Comercio (OMC) por los países más ricos.
La investigadora Pepita Barlow, de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, y sus colegas, analizaron un conjunto de datos recientemente creado sobre desafíos comerciales vinculados con las regulaciones de alimentos, bebidas y tabaco entre los 122 miembros de la OMC, y describe los patrones de los desafíos regulatorios.
Los científicos hallaron 93 regulaciones que fueron impugnadas en el transcurso de 20 años. Los costos comerciales "innecesarios" se mencionaron como el foco de 15 (16,4 por ciento) de los desafíos. De los desafíos planteados contra los países de ingresos bajos y medianos, 72 (77,4 por ciento) fueron recaudados por países de altos ingresos, y en al menos cuatro casos, los desafíos se vincularon con cambios en las regulaciones de alimentos y bebidas.
Los autores señalan que los datos disponibles actualmente impiden el análisis de qué proporción de desafíos son válidos y los factores que influyen en qué países están involucrados en un desafío comercial. Aun así, los investigadores señalan que los desafíos de la OMC brindan un mecanismo por el cual los intereses creados pueden ejercer influencia externa sobre las regulaciones nacionales destinadas a mejorar la salud.
"Estos hallazgos muestran que los responsables políticos parecen enfrentarse a una presión significativa para diseñar regulaciones sobre alimentos, bebidas y tabaco que otros países considerarán que es coherente con las normas de la OMC y que la formulación de políticas en los países de ingresos bajos y medianos bajos puede verse presionada por los intereses económicos y políticos de las naciones más ricas", concluyen.