¿Podemos evaluar nuestra propia salud? El cerebro es más 'sabio' de lo que se pensaba

Archivo - Niño con fiebre, enfermo, en el sofá. Termómetro.
Archivo - Niño con fiebre, enfermo, en el sofá. Termómetro. - GEORGERUDY/ ISCTOK - Archivo
Publicado: jueves, 17 agosto 2023 15:01

MADRID, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -

Un estudio psicológico de la Universidad de Constanza (Alemania) sugiere que nuestro cerebro puede evaluar el estado de nuestra propia salud con más precisión de lo que pensamos, e incluso es probable que sea capaz de evaluar correctamente el estado de nuestro sistema inmunitario.

En el estudio, publicado en la revista científica 'Biological Psychology', estos científicos examinaron cómo evalúan las personas recién vacunadas la fuerza de su respuesta inmunitaria al patógeno respectivo.

Las autoevaluaciones de los participantes se compararon con el número real de anticuerpos en su sangre. ¿Y cuál fue el resultado? En general, las predicciones de los participantes se correspondían sorprendentemente bien con sus niveles de anticuerpos.

Esta relación era especialmente fuerte cuando la respuesta inmunitaria a la vacunación era débil, es decir, cuando el organismo no estaba suficientemente protegido contra la enfermedad.

"El campo de la medicina avanza hacia una mayor orientación al paciente. Nuestros hallazgos apoyan la idea de que las autopercepciones de los pacientes proporcionan pistas valiosas sobre su estado de salud. Los médicos deberían escucharles más", ha comentado Stephanie Dimitroff, una de las responsables de la investigación.

Todos tenemos una idea de nuestro propio cuerpo y de si nos sentimos bien, enfermos o lesionados. Una parte de nuestro cerebro, la ínsula, recibe información del cuerpo y nos da una impresión básica de su estado.

Hasta ahora, se suponía que esta impresión era bastante general. Sin embargo, este estudio sugiere ahora que nuestro cerebro puede percibir el estado del cuerpo de forma más específica de lo que se pensaba. ¿Es posible que nuestro cerebro pueda evaluar el estado de nuestro sistema inmunitario?

"Por supuesto, nuestro cerebro no cuenta los anticuerpos. Pero nuestro sistema inmunitario está intrínsecamente conectado al sistema nervioso central. El sistema inmunitario se regula a través de esta conexión. Y nuestro cerebro también recibe información del sistema inmunitario", ha señalado Dimitroff.

Esta comunicación entre el sistema inmunitario y el sistema nervioso central es clave para nuestra sensación de bienestar o enfermedad. "Es importante saberlo: Cuando nos sentimos enfermos, por ejemplo, tenemos un resfriado, esta sensación está causada de forma bastante significativa por la comunicación del sistema inmunitario con el sistema nervioso central. El cerebro recibe señales de que algo va mal en el cuerpo y, como consecuencia, provoca la sensación de enfermedad".

Por lo general, el mismo flujo de información entre los sistemas inmunitario y nervioso también puede tener lugar cuando el cuerpo no está enfermo. Esto significa que podría ser posible que este proceso de comunicación nos dé una impresión de nuestro sistema inmunitario incluso cuando estamos sanos. Este nuevo estudio investiga si esto es realmente así.

Tras la vacunación, los participantes en el estudio fueron capaces de evaluar sorprendentemente bien la fuerza con la que su sistema inmunitario estaba preparado para combatir la enfermedad correspondiente. Esto era especialmente cierto en el caso de las personas que sólo habían desarrollado unos pocos anticuerpos.

De hecho, el 71 por ciento de los participantes que no se sentían bien protegidos tras la vacunación también tenían una respuesta inmunitaria por debajo de la media. "Nuestro hallazgo más notable es que quienes consideraban que no habían producido niveles elevados de anticuerpos tras la vacunación solían estar en lo cierto en su valoración", ha explicado la experta.

Por el contrario, los participantes que evaluaron su respuesta inmunitaria como buena no siempre estaban en lo cierto. Sin embargo, todos los que tuvieron una respuesta inmunitaria especialmente fuerte también afirmaron sentirse bien protegidos.

Para Stephanie Dimitroff, sin embargo, aún es demasiado pronto para sacar conclusiones definitivas. La psicóloga baraja otras posibles causas, entre ellas el efecto placebo. Esto se debe a que la comunicación entre el cerebro y el sistema inmunitario discurre en ambas direcciones. Por tanto, las señales de nuestro cerebro también pueden influir en nuestro sistema inmunitario.

Así, las personas que creen firmemente en la vacunación o que son básicamente optimistas podrían desarrollar en realidad una mejor defensa inmunitaria (efecto placebo) y sentirse también mejor protegidas. Por tanto, es posible que la creencia en la eficacia de una vacuna sea lo que mejore su eficacia, y esto también podría explicar la elevada precisión de las autoevaluaciones.

"Nuestros resultados sugieren que es bastante probable que las personas tengan una capacidad real para evaluar su propia salud. Sin embargo, no puedo descartar que haya una combinación de efectos en juego, incluido el efecto placebo y/o sentimientos de optimismo", ha remachado Dimitroff. En su opinión, tendría sentido repetir el estudio para confirmar los resultados y descartar causas alternativas.