MADRID, 27 Ene. (EDIZIONES) -
Desde el Hospital Sant Joan de Deu (SJD) de Barcelona defienden que la creatividad es clave si queremos niños independientes en su forma de pensar, niños que puedan asimilar bien las situaciones que viven, que sepan razonar y cuestionar, que sean sensibles al entorno y que logren una inclinación hacia la exploración del mundo que los rodea, para obtener soluciones novedosas frente a los problemas cotidianos y aprendan a conocerse a sí mismos.
"Un niño desarrolla en sus primeros seis años de vida muchas de las capacidades que marcarán su futuro. Entre estas capacidades está la de crear. Aunque todos los niños son creativos, existen maneras de estimular esta capacidad, de modo que permanezca y se potencie. La persona creativa es una buscadora. Es formuladora de hipótesis: ¿Y si se pudiera hacer de otra manera? La creatividad es una actitud de descubrimiento. La creatividad implica transitar por caminos nuevos. Cambiar la mirada, cambiar el punto de vista", remarca.
Así, subraya que la creatividad implica confianza en uno mismo, porque el que prueba cosas nuevas tiene muchas posibilidades de fracasar: "Se arriesga más. La creatividad es convertir al ser pasivo en ser activo, en creador de sí mismo y de la realidad que le rodea".
Es más, mantiene que el creativo transforma, combina, descontextualiza, abstrae, observa, prueba, deconstruye, posee un pensamiento flexible que le permite interactuar en diferentes ambientes.
"Ser flexible es saber crear, explorar, generar, imaginar, improvisar, inventar, modificar, relacionar, transformar y adaptar. Son habilidades, todas ellas, que podemos potenciar en los niños para que tengan la facilidad para relacionarse en los diferentes ambientes; es decir, estar en disposición de interactuar y de aceptar a los demás tal y como son", agregan desde el SJD.
Por eso, insiste en que la importancia de la creatividad está en que el niño no solo pueda aportar soluciones varias a conflictos, sino que tenga una mayor adaptabilidad a situaciones nuevas, lo que asegura que los niños sean más felices, manifiesten una mejor actitud ante situaciones nuevas y se sientan menos frustrados a raíz de un posible cambio.
UNA AYUDA PARA ENFRENTARNOS A LA VIDA
En 'Creo en ti' (Beascoa), el nuevo libro de Anna Morató, un manual para ayudar a los más pequeños a tomar buenas decisiones, la autora de referencia en valores familiares dedica un capítulo a la importancia de fomentar la creatividad entre nuestros pequeños porque, según subraya a Infosalus, "la creatividad es una herramienta que tenemos para afrontar las diferentes situaciones a las que deberemos enfrentarnos en la vida".
La historia del cuento se centra en el aburrimiento, "pero hay muchas situaciones" donde veremos que la creatividad será buena para salir adelante, afirma Morató: "Es la antítesis de la queja, donde puedo ser creativo para buscar una solución, una alternativa, ayuda frente a cualquier cosa. Al final, la creatividad me empodera, me da la posibilidad de resolver o afrontar una situación, frente a la queja que lo único que hace es dejarme donde estoy".
Así, y a la hora de fomentar la creatividad en nuestros hijos, Morató ve fundamental el dejar a los niños que se enfrenten ellos mismos a los problemas, a sus frustraciones, el saber responder a sus preguntas a veces incluso con preguntas. "En vez de resolverles todo, preguntarles qué creen que es lo que pueden hacer, qué se les ocurre, qué hace tiempo que no hacen y quizá les gustaría hacer de nuevo. Invitarles con preguntas, en definitiva, porque al final la creatividad va saliendo cuando pensamos", defiende la autora.
Con ello, destaca el papel del aburrimiento a la hora de fomentar la creatividad de nuestros hijos, la importancia de fomentarlo a veces ya que "para ser creativo necesitamos tiempo y casi silencio muchas veces, frente al ritmo tan acelerado de vida que llevamos".
Aquí recuerda que muchas veces los niños repiten hasta la saciedad a los padres que están aburridos, de forma que les están trasladando su problema, e incluso se cogen alguna pataleta ante la situación.
"Da igual también lo que sugiramos muchas veces los padres porque no quieren hacerlo, porque al final entran como en un estado mental, del que ellos mismos deben salir. Por eso, aquí, no siempre debemos ofrecerles las soluciones, y cuando digan que se aburren, legitimar el sentimiento pero no correr a buscar la solución. 'Entiendo que estás aburrido. Mira a ver qué se te ocurre y qué puedes hacer. Es importante también que vean a su vez que tampoco las cosas salen a la primera, a veces hay que pensar un rato, pero es parte del proceso creativo", subraya.
En este punto, Morató considera que la sobreestimulación está desaconsejada muchas veces para los niños, aunque se nos haya vendido lo contrario, puesto que justamente puede conseguir el efecto contrario: "Si está sobreestimulado está acostumbrado a que se le ofrezcan las cosas y esto no invita al pensar".
"Igual que vamos al gimnasio y entrenamos, la creatividad es una herramienta que requiere tiempo, unos hábitos. No siempre nos apetece algo, y esto también es parte del proceso. Vale la pena ir practicando porque a medida que ejercitas pues cada vez te será más fácil. Si vas cogiendo el hábito de coger soluciones creativas con el tiempo te saldrán casi de forma natural", sentencia Anna Morató.