MADRID 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
Esperar dos minutos o más para pinzar el cordón umbilical de un bebé prematuro probablemente reduce el riesgo de muerte poco después del nacimiento, en comparación con pinzar el cordón inmediatamente o esperar menos tiempo, según dos revisiones sistemáticas y metaanálisis complementarios publicados en 'The Lancet'.
Aplazar el pinzamiento del cordón umbilical permite que la sangre fluya de la placenta al bebé mientras sus pulmones se llenan de aire, lo que podría facilitar la transición a la respiración y reducir el riesgo de deficiencia de hierro en el bebé.
En la actualidad, se recomienda pinzar los cordones umbilicales de los bebés nacidos a término tras uno o dos minutos de espera. Sin embargo, las investigaciones previas no han aclarado si esta práctica también es beneficiosa para los bebés nacidos prematuramente, lo que ha dado lugar a distintas recomendaciones en las directrices nacionales e internacionales. Los dos nuevos estudios ofrecen el análisis más exhaustivo de todas las pruebas disponibles.
"En todo el mundo, casi 13 millones de bebés nacen prematuramente cada año y, lamentablemente, cerca de un millón mueren poco después de nacer. Nuestros nuevos hallazgos son la mejor prueba hasta la fecha de que esperar para pinzar el cordón umbilical puede salvar la vida de algunos bebés prematuros", afirma la primera autora, la doctora Anna Lene Seidler, del Centro de Ensayos Clínicos NHMRC de la Universidad de Sídney (Australia).
"Ya estamos trabajando con los responsables de elaborar las directrices internacionales para asegurarnos de que estos resultados se reflejen en las directrices actualizadas y en la práctica clínica en un futuro próximo", añade.
Los investigadores realizaron una revisión sistemática para identificar estudios sobre el manejo del cordón umbilical en bebés prematuros. Los investigadores de más de 60 estudios que incluían a más de 10.000 bebés compartieron sus conjuntos de datos brutos completos con el equipo de investigación en una colaboración internacional (la colaboración iCOMP), formando una de las mayores bases de datos combinadas en este campo de investigación.
Los autores utilizaron estos grandes conjuntos de datos combinados para realizar, en primer lugar, un metanálisis en el que se comparaba el impacto de las distintas estrategias de pinzamiento del cordón umbilical sobre la mortalidad de los bebés prematuros, y un segundo metanálisis para comparar los distintos momentos del pinzamiento del cordón umbilical.
El primer metanálisis incluyó datos de 21 ensayos controlados aleatorizados de países de ingresos altos y medios que compararon el pinzamiento diferido frente al inmediato del cordón umbilical en 3.292 bebés en total.
En los grupos de pinzamiento diferido, el retraso osciló entre 30 segundos y más de 180 segundos (con algunos ensayos que fomentaban retrasos de hasta cinco minutos cuando era factible). En los grupos de pinzamiento inmediato, la mayoría de los ensayos especificaron el pinzamiento en 10 segundos. De todos los recién nacidos, el 61% (1.950/3.292) nacieron por cesárea.
En total, el 6,0% (98/1.622) de los bebés que recibieron el pinzamiento diferido del cordón murieron antes de abandonar el hospital, frente al 8,2% (134/1.641) cuyos cordones se cortaron inmediatamente. Tras el análisis, esto equivale a que el pinzamiento diferido del cordón umbilical reduce probablemente el riesgo de muerte en bebés prematuros en un tercio (una odds ratio de 0,68) en comparación con el pinzamiento inmediato.
En un subgrupo de bebés prematuros nacidos antes de las 32 semanas de gestación, el 44,9% (449/1.001) de los bebés con pinzamiento inmediato del cordón experimentaron hipotermia tras el nacimiento, frente al 51,2% (509/994) de los que tuvieron pinzamiento diferido. La diferencia media de temperatura entre el grupo de pinzamiento diferido y el de pinzamiento inmediato fue de -0,13 C.
"Nuestros hallazgos ponen de relieve que se debe tener especial cuidado en mantener calientes a los bebés prematuros cuando se aplaza el pinzamiento del cordón umbilical. Esto podría hacerse secando y envolviendo al bebé con el cordón umbilical intacto, y luego colocando al bebé seco directamente sobre el pecho desnudo de la madre bajo una manta, o utilizando carritos calientacamas", afirma la profesora Lisa Askie, autora principal del estudio en el Centro de Ensayos Clínicos NHMRC de la Universidad de Sydney.
El segundo metanálisis en red incluyó 47 ensayos con un total de 6.094 lactantes. Para este análisis, el pinzamiento diferido se dividió en tres grupos: "aplazamiento corto" (15-45 segundos), "aplazamiento medio" (45-120 segundos) y "aplazamiento largo" (120 segundos o más).
En comparación con el pinzamiento inmediato, esperar al menos dos minutos antes de pinzar el cordón redujo en dos tercios el riesgo de muerte en bebés prematuros (odds ratio de 0,31).
El análisis estadístico reveló que esperar dos o más minutos para pinzar el cordón tenía una probabilidad del 91% de ser el mejor tratamiento para prevenir la muerte poco después del nacimiento en bebés prematuros de entre los distintos tiempos comparados en el estudio. El pinzamiento inmediato tenía una probabilidad muy baja (<1%) de ser el mejor tratamiento para prevenir la muerte.
"Hasta hace poco, la práctica habitual era pinzar el cordón umbilical inmediatamente después del nacimiento en los bebés prematuros para poder secarlos, envolverlos y, si era necesario, reanimarlos con facilidad", explica el doctor Sol Libesman, estadístico principal de este estudio e investigador del Centro de Ensayos Clínicos (CTC) del NHMRC de la Universidad de Sídney.
Según indica, "el estudio demuestra que ya no es necesario pinzar el cordón inmediatamente y que, por el contrario, los datos disponibles en la actualidad indican que aplazar el pinzamiento del cordón al menos dos minutos es probablemente la mejor estrategia para reducir el riesgo de muerte de los bebés prematuros poco después de nacer".
Los autores destacan varios factores que es importante tener en cuenta a la hora de poner en práctica estos hallazgos, como que los resultados no son generalizables a los bebés que requieren reanimación inmediata, a menos que el hospital pueda proporcionar una asistencia respiratoria inicial segura con el cordón umbilical intacto (varios ensayos actuales están investigando esto más a fondo).
"Necesitamos más investigación sobre la mejor manera de proporcionar cuidados inmediatos a los bebés prematuros más enfermos mientras el cordón está intacto --reconoce Seidler--. Incluso en el caso de los bebés prematuros más sanos, a algunos médicos les puede parecer contraintuitivo aplazar el pinzamiento del cordón cuando el bebé requiere cuidados, pero con la formación y el equipo adecuados, junto con un enfoque de equipo completo en el que participen matronas, médicos y padres, es posible aplazar con éxito el pinzamiento del cordón a la vez que se garantiza que el bebé está caliente, respira y recibe cuidados".
Los autores señalan otras limitaciones de su estudio, como que, aunque varios ensayos se realizaron en países de ingresos medios, todos ellos se llevaron a cabo en hospitales con unidades de cuidados intensivos neonatales. Por lo tanto, los hallazgos pueden no ser generalizables a entornos de bajos recursos.
Además, había pocos datos sobre si los médicos seguían la estrategia de manejo del cordón umbilical a la que se había asignado aleatoriamente al bebé en los ensayos. Cuando se informó sobre el cumplimiento del ensayo, se dio el caso de que a algunos recién nacidos asignados al azar al pinzamiento diferido se les administró en su lugar una estrategia diferente, como el pinzamiento inmediato, debido potencialmente a que los médicos pinzaron el cordón antes para permitir una atención inmediata.