Perder una noche de sueño puede aumentar niveles sanguíneos de un biomarcador de Alzheimer

Insomnio. Desvelarse. Falta de sueño
Insomnio. Desvelarse. Falta de sueño - IMEO - Archivo
Publicado: jueves, 9 enero 2020 13:34


MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -

Un estudio preliminar, realizado por investigadores de la Universidad de Uppsala en Suecia, ha descubrió que cuando los hombres jóvenes y sanos se veían privados de una sola noche de sueño, tenían niveles más altos en sangre de tau, un biomarcador para la enfermedad de Alzheimer.

El estudio, que ha sido publicado en la revista 'Neurology', comparaban estos niveles en sangre cuando no se dormía una noche frente a el descanso de una noche completa e ininterrumpida. Según han señalado los investigadores, la principal limitación del estudio es su pequeño tamaño. Además, solo ha observado a hombres jóvenes y sanos, por lo que los resultados pueden no ser los mismos para las mujeres o las personas mayores.

Tau es una proteína que se encuentra en las neuronas y la proteína puede formar enredos. Estos se acumulan en el cerebro de las personas con enfermedad de Alzheimer. Esta acumulación puede comenzar décadas antes de que aparezcan los síntomas de la enfermedad. Estudios anteriores en adultos mayores han sugerido que la falta de sueño puede aumentar el nivel de tau en el líquido cefalorraquídeo. El trauma en la cabeza también puede aumentar las concentraciones circulantes de tau en la sangre.

"Muchos de nosotros experimentamos la privación del sueño en algún momento de nuestras vidas debido al desfase horario, tirando de una noche entera para completar un proyecto, o debido al trabajo por turnos, trabajando durante la noche u horas inconsistentes", ha señalado el autor del estudio Jonathan Cedernaes, de la Universidad de Uppsala.

"Nuestro estudio exploratorio muestra que incluso en individuos jóvenes y sanos, perder una noche de sueño resulta en un ligero aumento en el nivel de tau en sangre. Esto sugiere que, con el tiempo, tipos similares de interrupción del sueño podrían tener efectos perjudiciales", ha añadido.

PEQUEÑO ESTUDIO

En el estudio participaron 15 hombres sanos, de peso normal, con una media de edad de 22 años. Inicialmente, todos informaron que dormían regularmente de siete a nueve horas por noche. Hubo dos fases en el estudio. Para cada fase, los hombres fueron observados bajo un estricto horario de comidas y actividades en una clínica de sueño durante dos días y noches. Se tomaron muestras de sangre por la tarde y nuevamente por la mañana.

Para una fase, a los participantes se les permitió dormir bien las dos noches. Para la otra fase, a los participantes se les permitió dormir bien la primera noche seguida de una segunda noche de privación del sueño. Durante la falta de sueño, las luces se mantenían encendidas mientras los participantes se sentaban en la cama jugando, viendo películas o hablando.

Los investigadores encontraron que los hombres tenían un aumento promedio de 17 por ciento en los niveles de tau en su sangre después de una noche de privación del sueño en comparación con un aumento promedio de 2 por ciento en los niveles de tau después de una buena noche de sueño.

Los investigadores también observaron otros cuatro biomarcadores asociados con la enfermedad de Alzheimer, pero no hubo cambios en los niveles entre una buena noche de sueño y una noche sin sueño. "Es importante tener en cuenta que si bien la acumulación de tau en el cerebro no es buena, en el contexto de la pérdida de sueño, no sabemos qué niveles más altos de tau en la sangre representan", ha señalado Cedernaes.

Cuando las neuronas están activas, aumenta la liberación de tau en el cerebro. Los niveles más altos en la sangre pueden reflejar que estas proteínas tau se están eliminando del cerebro o pueden reflejar una elevación general de la concentración de los niveles de tau en el cerebro. "En el futuro se necesitan estudios para investigar esto más a fondo, así como para determinar cuánto duran estos cambios en la tau y para determinar si los cambios en la tau en la sangre reflejan un mecanismo por el cual la exposición recurrente al sueño restringido, interrumpido o irregular puede aumentar el riesgo de demencia", ha añadido.

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