Pasos para el uso correcto de los dispositivos de inhalación respiratoria

Archivo - Oficina, trabajo, ordenador, asma, inhalador.
Archivo - Oficina, trabajo, ordenador, asma, inhalador. - NEUSTOCKIMAGES/ISTOCK - Archivo
Actualizado: miércoles, 16 febrero 2022 11:19

   MADRID, 16 Feb. (EDIZIONES) -

   Son muchas las personas que se encuentran familiarizadas con los dispositivos de inhalación respiratoria, por ejemplo con el famoso 'ventolin' empleado en casos de asma o en bebés con infección por VRS, pero por desgracia no todo el mundo los emplea correctamente, cuando esto es fundamental para su mayor eficacia.

   Por eso en Infosalus entrevistamos a un experto en la materia, al doctor Francisco Javier Cabrera Aguilar, especialista en Medicina Interna y miembro activo del grupo EPOC de la Fundación Española de Medicina Interna (FEMI), así como exjefe de sección de Medicina Interna (EPOC) del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid y exprofesor del Departamento de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.

   Este especialista nos recuerda que los inhaladores respiratorios son dispositivos que se utilizan en todas las enfermedades pulmonares donde existe obstrucción bronquial porque su efecto es broncodilatador, como por ejemplo en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica o EPOC y en el asma bronquial.

   "Posibilitan el paso del fármaco a la vía respiratoria inferior bien mediante una suspensión que consiste en polvo micronizado disuelto en propelentes y aditivos, o bien generando un aerosol de polvo seco que se activa mediante la inspiración del paciente", detalla este experto.

A su juicio es importante la educación a los pacientes para un uso correcto de estos dispositivos. "La utilización correcta de estos dispositivos y la mecánica respiratoria que debe realizar el paciente para su adecuada inhalación puede ser difícil de asimilar en las fases iniciales del tratamiento, llevando a la ineficacia del mismo y al abandono consiguiente por parte del usuario. Hay que repetir las maniobras reiteradamente hasta que el paciente lo consiga", defiende.

VENTAJAS

   Sobre las ventajas de los fármacos empleados por vía inhalatoria, el doctor Cabrera explica que al emplear este tipo de dispositivos el producto que te va a mejorar tu dificultad respiratoria pasa directamente al árbol bronquial y concretamente a la pequeña vía aérea (bronquio fino o bronquio terminal), que es donde existe la lesión que queremos curar o paliar.

   "Frente a la aerosolterapia, estos dispositivos son de tamaño muy pequeño y no pesan, entran en una mano, se pueden llevar en el bolsillo del pantalón y alguno de ellos (según composición) te puede ayudar mucho si, por ejemplo, andando por la calle tienes un empeoramiento brusco de la fatiga (falta de aire). El pequeñísimo calibre de la vía respiratoria inferior solo hace posible que lleguen a ella partículas del fármaco entre 0,5 y 5*m que solo pueden ser administradas mediante estos dispositivos. Por todo ello su eficacia es máxima", celebra el experto en Medicina Interna.

   No obstante, advierte de que los principales fallos que se cometen en su empleo suelen realizarse en los momentos cumbre de la inhalación: dificultad de sincronizar correctamente pulsación-inhalación, y la dificultad de la pausa de apnea completa".

TIPOS DE DISPOSITIVOS

   ¿Qué tipos de dispositivos existen? El miembro activo del grupo EPOC de la FEMI indica que en el mercado hay dos: los inhaladores de cartucho presurizado (ICP) o en inglés MDI (inhaladores de dosis medida); y los inhaladores de polvo seco o IPS.

   En el caso de los ICP, este experto señala que se trata de un cartucho con el fármaco en suspensión que va introducido en un habitáculo con una boquilla, que hay que presionar (pulsar) para que su contenido salga por la boquilla.

    Luego apunta que están los inhaladores de polvo seco (IPS) que no emplean cartucho ni gases propelentes, ni precisan ser presionados o pulsados, dado que se activan con la inhalación. "Existen sistemas monodosis y sistemas multidosis. Los primeros permiten administrar dosis individuales del fármaco en forma de polvo seco contenido en cápsulas que deben perforarse previamente a su inhalación. En los segundos, el principio activo está precargado en el dispositivo o almacenado en un reservorio bien en un contenedor que se dosifica en cada inhalación, o en alveolos que contienen una dosis y se agujerean en cada inhalación. Estos IPS precisan cargarse previamente", puntualiza el doctor.

PAUTAS PARA UN USO CORRECTO DE ESTOS DISPOSITIVOS

   Con todo ello, este especialista en Medicina interna reconoce que los pasos para un uso correcto de estos dispositivos pasan por la realización de una mecánica inspiratoria correcta, y para ello se centra en los dispositivos de cartucho presurizado, de uso tan frecuente:

   1.El paciente debe estar de pie o sentado, nunca encamado o echado en la cama parcial o totalmente. El dispositivo debe estar sujeto entre los dedos pulgar e índice de la mano dominante, el pulgar en la base y el índice sobre el cartucho, siempre en 'L', nunca en 'P.

   2.Abrir la tapa de la boquilla y agitar el dispositivo suavemente (no hace falta en los dispositivos 'Modulite' o 'Respimat' de partículas ultrafinas).

   3.En el aprendizaje realizar varias inspiraciones (coger el aire) y espiraciones (soltar el aire) seguidas (profundas y suaves) para ejercitarse y al mismo tiempo tranquilizarse.

   4.Al mismo tiempo se le va indicando al paciente que cuando esté preparado y al final de una espiración debe introducirse la boquilla del dispositivo en la boca, sobre la punta de la lengua encorvada, y con los labios fruncidos sobre ella de tal forma que no quede el mínimo espacio abierto. Inspirar suavemente y al mismo tiempo pulsar sobre el cartucho para que salga su contenido durante esa inspiración hacia la vía respiratoria inferior. Es el momento culminante de la mecánica inhalatoria. Sincronizar correctamente la inspiración - pulsación no es fácil. Por ello se requiere repetir la maniobra una y mil veces hasta que sea correcta.

   5.El otro momento culminante de la mecánica es la pausa de apnea completa. Hemos cogido aire e inhalado el fármaco y ahora, con la boquilla todavía dentro de la boca, debemos estar sin respirar, con el ala de la nariz presionada por el dedo pulgar y el dedo índice de la mano no dominante y debemos contar mentalmente hasta ocho. ¿Por qué esto? Sabemos que si no tapamos los orificios nasales alguna cantidad del fármaco se escapa por ahí. No estamos todavía en disposición de conocer qué cantidad pero lo que es seguro es que algo se va. Tampoco es una maniobra fácil pero hay que realizarla así. Se puede realizar la pausa de apnea después de retirar el dispositivo de la boca siempre que los labios queden herméticamente cerrados.

   6.Una vez finalizada la pausa de apnea los primeros movimientos respiratorios de inspiración-espiración deben de realizarse solo a través de los orificios nasales con la boca cerrada.

   7.Por último, después de retirado el dispositivo se limpia la boquilla con un paño seco, se tapa y se enjuaga la cavidad oral.

   "Estas maniobras no son fáciles de realizar pero con un entrenamiento adecuado, siempre supervisado por vuestro médico o un ATS especializado, se consiguen grandes éxitos y la máxima eficacia de una medicación cuya vía de administración puede pareceros sorprendente para lo que habitualmente estáis acostumbrados", subraya el doctor Cabrera.

   Es más, mantiene que esta mecánica inspiratoria es "perfectamente válida" para los inhaladores de polvo seco, con la ventaja de que en estos no hay que sincronizar perfectamente la pulsación con la inspiración porque no hay que pulsar nada. "Sí, hay que cargar el dispositivo", avisa.

   En última instancia, el exjefe de sección de Medicina Interna (EPOC) del Hospital General Universitario Gregorio Marañón subraya que, frente a la pregunta reto de cuál es el dispositivo ideal, este experto considera que ninguno, "no existe", ya que, en su opinión, "el ideal es aquel con el cual el paciente y su médico estén de acuerdo, evidentemente después de haber probado varios, y si el primero no ha sido eficaz". Según remarca el doctor Cabrera, esta decisión ha de ser obviamente, personal e individual. "Y el que puede ser bueno para uno no lo es para otro", sentencia.