MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
Suponiendo que pasar tiempo en espacios verdes o bosques redujera el impacto de los problemas de salud mental en tan sólo un 1% de aquí a 2030, el ahorro económico anual global sería de hasta 60.000 millones de dólares (51.800 millones de euros), según un informe elaborado por el Swiss Re Institute de Reino Unido.
El informe, que calcula el valor económico que puede suponer pasar tiempo en la naturaleza gracias a su contribución al bienestar físico y mental, señala que solo en el caso de las enfermedades cardiovasculares, el mismo escenario supondría un ahorro económico anual global de 10.000 millones de dólares.
El informe se centra en la salud mental y las enfermedades cardiovasculares, así como en el impacto de la exposición a la contaminación atmosférica, el calor y el ruido. Utiliza datos relativos al coste de la asistencia sanitaria para estimar el ahorro potencial que podría conseguirse incorporando más elementos naturales en los entornos urbanos y suburbanos, y examina cómo estos cambios podrían vincularse con seguros de salud y de propiedad.
La contaminación del aire es un problema de salud mundial, y las zonas urbanas con más árboles tienen una mejor calidad del aire. Un estudio norteamericano sugiere que la densidad del arbolado en Estados Unidos supuso la eliminación de 17,4 millones de toneladas de contaminantes en 2010, lo que equivale a un ahorro sanitario de 6.800 millones de dólares (5.800 millones de euros).
Los árboles también refrescan las ciudades en verano y proporcionan espacio para el descanso. Contribuyen a prevenir la mortalidad inducida por el calor, los problemas respiratorios y los trastornos mentales, y pueden ser reasegurados frente al clima extremo.
La mortalidad relacionada con el calor está aumentando en todo el mundo debido al cambio climático y a las olas de calor más frecuentes. Las ciudades con buena vegetación soportan mejor el calor. Un estudio sugiere que la temperatura del aire durante las olas de calor en Londres podría estar hasta un 4 C más fría dentro de un radio de 400 m de las zonas verdes.
"Los beneficios para la sociedad, la salud y la economía global de fomentar el aumento del tiempo que pasamos en la naturaleza son indiscutibles. Hemos visto como los confinamientos por la COVID-19 repercutieron negativamente en el bienestar humano", señala Christoph Nabholz, Chief Research Officer en Swiss Re Institute.
"Es, por tanto, fundamental, que empecemos a valorar los espacios verdes como un activo tan valioso como la propiedad pública o privada. El sector de los reaseguros puede desempeñar un papel importante en la habilitación creación y protección de los espacios verdes, por ejemplo, asegurando los bosques urbanos o los tejados verdes", concluye