MADRID, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio de la Universidad de Nueva York (Estados Unidos), publicado en un número especial de la revista 'Journal of Dental Research', sobre el envejecimiento y la salud bucodental ha revelado que padecer diabetes y pérdida de dientes de forma simultánea contribuye a empeorar la función cognitiva y a acelerar el deterioro cognitivo de las personas mayores.
La creciente relación entre diabetes, salud bucodental y demencia pone de relieve la importancia del cuidado dental y el control de la diabetes a medida que se envejece. "Nuestros hallazgos subrayan la importancia de la atención dental y el control de la diabetes en los adultos mayores para reducir los devastadores costes personales y sociales de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias relacionadas", afirma el autor principal del estudio, el vicedecano de investigación de la NYU Rory Meyers College of Nursing y codirector de la NYU Aging Incubator, Bei Wu.
La diabetes es un conocido factor de riesgo de deterioro cognitivo y demencia. Se cree que varias de las características de la diabetes como los niveles elevados de azúcar en sangre, la resistencia a la insulina, la inflamación y las enfermedades cardiacas relacionadas contribuyen a cambios en el cerebro.
Un número creciente de investigaciones ha revelado una conexión similar entre la mala salud bucodental, en particular la enfermedad de las encías y la pérdida de dientes, y el deterioro cognitivo y la demencia. Al igual que la diabetes, la inflamación desempeña un papel clave en la enfermedad de las encías, y estos procesos inflamatorios pueden contribuir al deterioro cognitivo.
Además, el dolor de encías y la falta de dientes pueden dificultar la masticación, lo que provoca cambios en la dieta que pueden dar lugar a una deficiencia nutricional. La deficiencia nutricional, que también puede verse agravada por el deterioro de la tolerancia a la glucosa y la sensibilidad a la insulina en la diabetes, es otro factor de riesgo de deterioro cognitivo y demencia.
Aunque tanto la diabetes como la falta de dientes son factores de riesgo de demencia, pocas investigaciones se han centrado en los efectos de padecer ambas afecciones en el curso del deterioro cognitivo. Para abordar esta laguna, los investigadores recurrieron al Estudio de Salud y Jubilación de la Universidad de Michigan, analizando 12 años de datos (2006-2018) del estudio longitudinal con el fin de observar los cambios cognitivos a lo largo del tiempo.
Los investigadores incluyeron en su análisis a 9.948 adultos mayores agrupados por edad (de 65 a 74 años, de 75 a 84 años y mayores de 85 años). El Estudio de Salud y Jubilación incluía mediciones de la memoria y la función cognitiva, evaluadas cada dos años, junto con preguntas sobre la pérdida de dientes, la diabetes y otros factores demográficos y de salud. En este análisis, los investigadores estaban especialmente interesados en los adultos mayores que habían perdido todos sus dientes.
Descubrieron que los adultos mayores de 65 a 84 años con diabetes y pérdida total de dientes tenían una función cognitiva peor que sus homólogos sin ninguna de las dos afecciones. Con el paso del tiempo, los ancianos de 65 a 74 años que solo padecían diabetes experimentaron un deterioro cognitivo acelerado, y los de 65 a 84 años que no tenían ningún diente también experimentaron un deterioro cognitivo acelerado, pero los ancianos de 65 a 74 años con diabetes y pérdida total de dientes fueron los que experimentaron un deterioro cognitivo más acelerado.
La relación entre la diabetes, la pérdida de dientes y el deterioro cognitivo no fue concluyente en el caso de los adultos de 85 años o más, lo que puede deberse a que este grupo presenta en general un mayor deterioro cognitivo, puede estar más sano (ya que las personas poco sanas tienen menos probabilidades de sobrevivir hasta finales de los 80) o quizá tenga más experiencia en el control de la diabetes.
En el caso de los ancianos con mala salud bucodental y diabetes, los investigadores subrayan la importancia de las visitas periódicas al dentista, el cumplimiento del tratamiento de la diabetes y el autocuidado para controlar los niveles de azúcar en sangre, así como los exámenes cognitivos en los centros de Atención Primaria.