MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio, dirigido por expertos de la Universidad de Nottingham (Reino Unido), ha descubierto que la pandemia de COVID-19 puede haber afectado la salud cerebral de las personas, incluso si nunca se infectaron con el virus.
Los hallazgos de este nuevo estudio, publicados en 'Nature Communications', mostraron que las personas que sobrevivieron a la pandemia de COVID-19 mostraron signos de un envejecimiento cerebral más rápido con el tiempo que quienes se sometieron a un escáner completo antes de la pandemia. Los cambios fueron más notorios en las personas mayores, en los hombres y en las personas de entornos más desfavorecidos.
Solo los participantes que se infectaron con COVID-19 entre sus exploraciones mostraron una disminución en ciertas capacidades cognitivas, como la flexibilidad mental y la velocidad de procesamiento. Esto podría sugerir que el efecto de envejecimiento cerebral de la pandemia, por sí solo (sin infección), podría no causar síntomas. Además, los autores destacan que el envejecimiento cerebral observado podría ser reversible.
El doctor Ali-Reza Mohammadi-Nejad, quien dirigió el estudio, comenta: "Lo que más me sorprendió fue que incluso las personas que no habían tenido COVID-19 mostraron aumentos significativos en las tasas de envejecimiento cerebral. Esto demuestra claramente cuánto la propia experiencia de la pandemia, desde el aislamiento hasta la incertidumbre, puede haber afectado a nuestra salud cerebral".
El equipo de investigación analizó escáneres cerebrales longitudinales de casi 1.000 adultos sanos, realizados como parte del estudio del Biobanco del Reino Unido. Algunos participantes se sometieron a escáneres antes y después de la pandemia; otros, solo antes. Mediante imágenes avanzadas y aprendizaje automático, los investigadores estimaron la edad cerebral de cada persona: la edad aparente de su cerebro en comparación con su edad real.
El modelo de edad cerebral se desarrolló utilizando escáneres cerebrales de más de 15.000 individuos sanos, sin comorbilidades, lo que permitió a los investigadores construir un modelo preciso para estimar la edad cerebral.
"Este estudio nos recuerda que la salud cerebral se ve afectada no solo por la enfermedad, sino también por nuestro entorno cotidiano", agrega Dorothee Auer, profesora de Neuroimagen y autora principal del estudio. "La pandemia ha afectado gravemente la vida de las personas, especialmente a aquellas que ya se encontraban en situación de desventaja. Aún no podemos comprobar si los cambios observados se revertirán, pero sin duda es posible, y es una idea alentadora".
Stamatios Sotiropoulos, profesor de Neuroimagen Computacional y coautor principal, finaliza: "Los datos longitudinales de resonancia magnética adquiridos antes y después de la pandemia por el Biobanco del Reino Unido nos brindaron una oportunidad excepcional para observar cómo los eventos vitales importantes pueden afectar el cerebro".