Osteoporosis infantil, ¿qué la produce?

Escayola, Escayolado, Enyesado
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Actualizado: martes, 9 mayo 2017 14:01

   MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -

   Las fracturas en niños y adolescentes se producen con cierta frecuencia y, por lo general, no se deben a osteoporosis, no obstante ha explicado el doctor Juan Carlos López Robledillo, reumatólogo del Hospital Niño Jesús de Madrid, recuerda que cada vez se diagnostica más en niños normalmente asociada a enfermedades crónicas, genéticas o por el efecto secundario de un tratamiento.

   Según relata, la osteoporosis puede deberse a una enfermedad genética que, por lo general, se presenta con fracturas a edades tempranas -incluso durante el embarazo- o más frecuentemente ser secundaria a enfermedades crónicas como las enfermedades reumáticas, enfermedades tumorales, digestivas, endocrinológicas, neuromusculares etc, y determinados tratamientos que se emplean en las mismas, fundamentalmente los corticoides; además existen otros tratamientos que también pueden producirla o favorecerla son los quimioterápicos y los antiepilépticos.

   Según explica el co-coordinador del IV Curso de Reumatología Pediátrica, organizado por la Sociedad Española de Reumatología, con la colaboración de Gebro Pharma y Roche, no se ha establecido la frecuencia de osteoporosis infantil.

   "La osteoporosis es una enfermedad geriátrica que comienza en la edad pediátrica", advierte el experto quien recuerda que es durante la adolescencia cuando "se adquiere el 'pico de masa ósea' que supondrá el capital óseo para el futuro". En este sentido, advierte de que cada vez es más frecuente que la población juvenil realice actividades que favorecen el sedentarismo, con limitada exposición solar; además cada vez se consumen menos productos lácteos y derivados, lo que predispone a una mala salud ósea con riesgo de fragilidad en el futuro.

CAUSAS Y TRATAMIENTO

    Por lo general, en las consultas se observa la osteoporosis infantil cuando está asocia a enfermedades inflamatorias crónicas como las reumatológicas, por ejemplo, la artritis idiopática juvenil y el lupus eritematoso sistémico, ya sea por la propia enfermedad en sí, por sus tratamientos o por ambas cosas, y las que afectan al aparato digestivo (enfermedad inflamatoria intestinal); también en las enfermedades neuromusculares como consecuencia, entre otros factores, de la inmovilización prolongada; así como en niños supervivientes de cáncer.

   Otro aspecto reseñable para el especialista es que "durante la adolescencia se producen trastornos de la conducta alimentaria como la anorexia nerviosa que se acompañan con mucha frecuencia de osteoporosis".

   En la actualidad, añade, "disponemos de métodos diagnósticos como la densitometría adaptada a la población pediátrica que nos permiten valorar la masa ósea y ayudarnos al diagnóstico de la osteoporosis cuando hay fracturas y también realizar su seguimiento", ha señalado López Robledillo.

    En cuanto al tratamiento, ha asegurado que "existen tratamientos específicos para las osteoporosis graves -ya sean las genéticas o las secundarias- que han demostrado ser seguros y también eficaces en muchos casos pero que deben prescribirse en centros especializados y en casos seleccionados".