MADRID, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
La recombinación genética entre cepas virales en murciélagos puede haber producido el ancestro evolutivo directo de la cepa que causó un brote mortal de síndrome respiratorio agudo severo (SARS) en humanos, según una nueva investigación publicada en 'PLOS Pathogens'.
A finales de 2002, una pandemia de SARS estalló en el sur de China, matando en última instancia a cientos de personas en decenas de países en el verano de 2003. Los científicos rastrearon el brote hasta los murciélagos de herradura, con la hipótesis de que el culpable, el coronavirus del SARS, se originó en estos animales y luego se extendió directamente a los humanos o a los animales que los humanos compraron en los mercados.
Sin embargo, los detalles del origen del brote siguen sin estar claros. Las cepas de SARS encontradas en los murciélagos son genéticamente distintas de la cepa específica de SARS que causó el brote, lo que sugiere que las cepas conocidas de murciélagos no evolucionaron directamente hacia la cepa del brote.
Para abordar este tema, Ben Hu, de la Academia de Ciencias de China en Wuhan, China, y sus colegas pasaron cinco años estudiando los virus del SARS detectado en varias especies de murciélagos de herradura que viven en una sola cueva en la provincia de Yunnan, China. En el nuevo estudio, los investigadores identificaron 11 nuevas cepas del virus del SARS y secuenciaron sus genomas completos para descubrir sus relaciones evolutivas.
CEPAS DE MURCIÉLAGOS CON COMPONENTES ESENCIALES DEL CORONAVIRUS HUMANO
El análisis del genoma reveló que las nuevas cepas de murciélagos identificadas, así como varias cepas localizadas en un estudio previo de la misma cueva de murciélagos, contenían todos los componentes genéticos esenciales del coronavirus humano del SRAS. En algunas de las cepas, por ejemplo, porciones de un gen conocido como el gen S mostraron una gran similitud genética con las mismas regiones encontradas en el genoma del coronavirus del SRAS.
Sobre la base de su análisis genético, los investigadores plantean la hipótesis de que la recombinación genética entre cepas precursoras que más tarde evolucionaron en las cepas recientemente identificadas también puede haber dado lugar a una cepa que evolucionó directamente al coronavirus del SRAS.
Experimentos de laboratorio adicionales mostraron que algunas de las cepas de murciélagos recién identificadas son capaces de entrar a las células humanas a través del mismo receptor celular empleado por el coronavirus del SARS. Esto sugiere que la cueva de estos murciélagos contiene cepas que potencialmente podrían transmitirse directamente a los humanos.
En general, estos hallazgos proporcionan nuevos conocimientos sobre el origen evolutivo del coronavirus del SRAS. Debido al riesgo potencial de que las cepas de murciélagos existentes se diseminen a los humanos, los autores proponen una monitorización continua de la cueva que estudiaron, así como de otros sitios que pueden presentar un riesgo similar.
"Los murciélagos 'Rhinolophus' en China albergan diversos coronavirus genéticamente relacionados con el SARS --explican los autores--, lo que puede haber dado lugar al progenitor directo del coronavirus del SARS después de la recombinación".
