Asegura que los cuidados paliativos alivian los problemas físicos y psicosociales del 90% de los enfermos con cáncer
MADRID, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
Con motivo de la celebración del Día Mundial Contra el Cáncer, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha realizado una encuesta por la que ha advertido de que uno de cada dos países no está preparado para prevenir y gestionar los diferentes tipos de cáncer y que, por tanto, no cuentan con un plan de control eficaz contra esta enfermedad.
De esta forma, y como consecuencia de que el cáncer es la principal causa de muerte en el mundo, ya que cada año se diagnostican unos 13 millones de casos nuevos, de los cuales, más de dos tercios se producen en los países en desarrollo, la OMS ha destacado la "necesidad urgente" de ayudar a estas regiones a reducir estas muertes y a establecer tratamientos a largo plazo.
"El cáncer no debería ser una sentencia de muerte en cualquier parte del mundo, ya que hay maneras probadas para prevenir y curar muchos tipos de cáncer. Con el fin de reducir la exposición a factores de riesgo que conducen al cáncer y asegurar que todas las personas que viven con cáncer tengan acceso a la atención y al tratamiento adecuado, deben establecerse en todos los países programas integrales de control del cáncer", ha asegurado el subdirector general de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental, Oleg Chestnov.
En este sentido, la encuesta realizada por la OMS, que incluye respuestas de 185 países, ha revelado que los países en desarrollo tienen serias "lagunas" en la planificación del control del cáncer y en los servicios que dan a estos enfermos. Además, ha mostrado que "muchos países" carecen de la capacidad institucional y de "liderazgo" para garantizar una financiación suficiente que consiga controlar esta enfermedad.
De hecho, sólo el 17 por ciento de los países africanos y el 27 por ciento de los países de bajos ingresos tienen planes de control del cáncer con un presupuesto para apoyar la implementación. Además, el 50 por ciento de ellos carecen de registros de cáncer, unas bases de datos que, según ha apostillado la OMS, son "esenciales" para conocer los tipos de cáncer que se producen, el número de casos que hay, así como la cifra de fallecimientos. Sólo así, se podrían realizar políticas nacionales eficaces para el control de esta enfermedad.
Por ello, y con el objetivo de apoyar la capacidad de los Estados miembros para medir la carga del cáncer y recoger datos fiables, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) presentó la Iniciativa Global para el Desarrollo de Registro de Cáncer en países de bajos y medianos ingresos (GICR, por sus siglas en inglés), respaldada por muchos socios internacionales, regionales y nacionales.
Gracias a ella, se consiguió realizar la primera en Mumbai (India) en 2012 y la segunda en Izmir (Turquía), que entrará en funcionamiento en 2013. Además, la Red Africana de Registros de Cáncer se está expandiendo de manera significativa en el último año, proporcionando un apoyo "muy necesario" a los registros de todo el continente.
"Esta iniciativa apoya principalmente a los países que carecen de recursos para combatir eficazmente la carga del cáncer avanzado. Conseguir unos mejores datos sobre la incidencia de cáncer ayudará a los gobiernos a aprovechar al máximo sus limitados recursos y fondos directos y las actividades a las áreas donde más se necesitan", ha comentado el director del IARC, Christopher Wild.
IMPORTANCIA DE PROMOVER LOS CUIDADOS PALIATIVOS
Por otra parte, la OMS ha lanzado un mensaje de ánimo a las personas que padecen cáncer recordando que los cuidados paliativos consiguen aliviar los problemas físicos, psicosociales y espirituales de más del 90 por ciento de los pacientes con esta enfermedad en estado avanzado.
Se trata de unos tratamientos que, aunque no curan, consiguen mejorar los síntomas de esta enfermedad ayudando a los enfermos a vivir más confortablemente. Por ello, la OMS ha recordado que la promoción de estos cuidados es una "necesidad humanitaria urgente" para las personas que, en todo el mundo, están aquejadas de cáncer o de otras enfermedades crónicas mortales.
No obstante, la organización ha recordado que a pesar de que estas terapias son necesarias en todo el mundo, lo son más en aquellos lugares donde hay una "gran proporción" de enfermos en fase avanzada y que, por tanto, tienen pocas posibilidades de curarse. Y es que, según datos de 2008, el 70 por ciento de las muertes por cáncer se produjeron en los países de ingresos bajos y medios.
Asimismo, la OMS ha asegurado que el 30 por ciento de las defunciones se pueden evitar si se modifican o se evitan los principales factores de riesgo como, por ejemplo, el consumo de tabaco, el exceso de peso o la obesidad, las dietas "malsanas", el sedentarismo, el alcohol, las infecciones por papilomavirus humanos (PVH) o por hepatitis B (VHB), la contaminación del aire de las ciudades y el humo generado en las viviendas por la quema de combustibles sólidos.
Y es que, según ha recordado, el consumo de tabaco es el factor de riesgo más importante y es la causa del 22 por ciento de las muertes mundiales por cáncer y del 71 por ciento de las ocasionadas por cáncer de pulmón. No obstante, en muchos países de ingresos bajos, hasta el 20 por ciento de las muertes se producen por infecciones de VHB y PVH.
Por todo ello, la OMS ha abogado por aumentar el compromiso político con la prevención y el control del cáncer; coordinar y llevar a cabo investigaciones sobre las causas y los mecanismos de la carcionogénesis en el ser humano; elaborar estrategias científicas de prevención y control del cáncer; generar y divulgar conocimientos para facilitar la aplicación de métodos de control del cáncer basados en datos científicos; y elaborar normas e instrumentos que orienten la panificación y la ejecución de las intervenciones de prevención, detección temprana, tratamiento y atención.
Por último, la organización ha instado a los países miembros a facilitar la formación de amplias redes mundiales, regionales y nacionales de asociados y expertos en control del cáncer; a fortalecer los sistemas de salud locales y nacionales para que presten servicios asistenciales y curativos a los pacientes con cáncer; y a prestar asistencia técnica para la transferencia rápida y eficaz de las prácticas óptimas a los países en desarrollo.