MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Universidad de Múnich (Alemania) han observado en un modelo animal, y en un estudio publicado en la revista 'Blood', que el mensajero CXCL12 podría ser adecuado como estructura diana para el tratamiento de trastornos de la coagulación sanguínea.
Las trombosis, el término médico para los coágulos de sangre, ocurren en venas o arterias. Las trombosis arteriales pueden provocar ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares y, en este proceso, las plaquetas sanguíneas (trombocitos) juegan un papel clave en el proceso de la enfermedad.
"Aunque las terapias actuales son eficientes, tienen los inconvenientes de que pueden causar hemorragias o trombosis a pesar de ellas. Para desarrollar nuevas formas de terapia, es importante comprender los mecanismos patogénicos a nivel molecular", han detallado los expertos
Al mismo tiempo, los investigadores han demostrado cómo se puede inhibir experimentalmente esta vía para reducir el riesgo de trombosis. "Reunimos varias piezas conocidas del rompecabezas de la trombosis arterial y desarrollamos una nueva hipótesis sobre la molécula CXCL12. Se sabía que CXCL12 puede activar mensajeros celulares de hemostasia, plaquetas, 'in vitro', lo que conduce a la coagulación de la sangre. Los investigadores también sabían que esto sucede con CXCR4 como sitio de unión. Este receptor, que se encuentra en todas las plaquetas, suele ser responsable de la quimiotaxis, el movimiento dirigido de las células a lo largo de gradientes de concentración de ciertas sustancias químicas. Igualmente, se sabe que las plaquetas producen CXCL12", han aseverado los investigadores.
En experimentos anteriores, los investigadores habían descubierto una molécula que se une a CXCL12 e inhibe este mensajero. Basándose en el plano, fabricaron una versión sintética del inhibidor, si bien aún no estaba claro si CXCL12 estaba involucrado en las trombosis arteriales. Los experimentos simplemente mostraron activación plaquetaria. Y el origen de CXCL12 también fue misterioso.
Usando experimentos con animales, los investigadores de LMU pudieron demostrar que CXCL12 juega un papel en la génesis de las trombosis. Los experimentos consistieron en infligir lesiones químicas específicas en la arteria carótida de ratones.
Asimismo, utilizando tecnología genética, los científicos crearon un modelo de ratón en el que CXCL12 se produce en todos los lugares donde normalmente se produce, pero no por las plaquetas sanguíneas. Sus resultados mostraron que las trombosis se formaron más tarde que en los ratones de tipo salvaje y se disolvieron nuevamente más rápido. En ratones modificados genéticamente, los vasos sanguíneos se ocluyeron con menos frecuencia.
Como siguiente paso, el equipo de von Hundelshausen simuló la situación mediante la inhibición química de CXCL12 con la molécula fabricada previamente. Cuando los investigadores inyectaron a los ratones la sustancia antes de inducir la trombosis, se produjeron muchas menos trombosis y los coágulos se disolvieron más rápido que en los animales no tratados.
Quedaba la pregunta de qué sucede exactamente en la inhibición de CXCL12. Análisis posteriores mostraron que la tirosina quinasa de Bruton juega un papel clave. Esta enzima es candidata para el tratamiento de la leucemia, pero también está involucrada en la coagulación de la sangre: si inhibes la tirosina quinasa de Bruton con fármacos oncológicos conocidos, CXCL12 también pierde su efecto.