MADRID, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
Una dieta mediterránea de calidad saludable modifica parcialmente la asociación entre la obesidad y la mortalidad cardiovascular, según un nuevo estudio publicado en la revista 'PLOS Medicine' por el investigador Karl Michalsson, de la Universidad de Uppsala, en Suecia, y sus colegas.
La masa corporal (IMC) más alta se asoció a 4 millones de muertes en todo el mundo en 2015 y más de dos tercios de esas muertes se debieron a enfermedades cardiovasculares (ECV). Los estudios han sugerido que otros factores, incluidos los patrones dietéticos saludables, podrían modificar el mayor riesgo de ECV asociado con un IMC más alto.
En el nuevo estudio, los investigadores estudiaron el IMC, la dieta y la mortalidad entre 79.003 adultos suecos inscritos en la cohorte sueca de mamografías y la cohorte de hombres suecos. La adherencia a una dieta de tipo mediterráneo (mMED) se evaluó en una escala de 0 a 8, integrando información sobre la ingesta de frutas y verduras, legumbres, frutos secos, cereales sin refinar o ricos en fibra, pescado, carnes rojas y procesadas y aceite de oliva.
También se dispuso de información sobre la edad, la actividad física, el tabaquismo y la situación socioeconómica de los participantes de la cohorte.
Durante 21 años de seguimiento, murieron 30.389 (38% de los participantes). Entre los individuos con sobrepeso, el grupo con el cociente de riesgo (HR) más bajo de mortalidad por todas las causas fue el de aquellos con mMED alto.
Los individuos obesos que también tenían un mMED alto no tuvieron una mortalidad significativamente mayor en comparación con aquellos con un peso normal y un mMED alto. Por el contrario, los individuos con un IMC normal pero un mMED bajo tuvieron una mortalidad más alta que aquellos con peso normal y mMED alto.
Para la mortalidad por ECV, que representó 12.064 de las muertes, los hallazgos fueron muy similares. Sin embargo, aunque la moralidad de las enfermedades cardiovasculares asociada con un IMC alto se redujo con la adherencia a una dieta mediterránea, no se contrarrestó por completo.
"Estos resultados indican que la adherencia a dietas saludables como una dieta mediterránea puede ser un enfoque más apropiado que evitar la obesidad para la prevención de la mortalidad general --explican los autores--. No obstante, una dieta saludable puede no contrarrestar por completo la mayor mortalidad por ECV relacionada con la obesidad".