MADRID, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
La prevalencia de niños con obesidad ha aumentado en las últimas décadas y la Organización Mundial de la Salud clasifica actualmente la obesidad infantil como uno de los desafíos de salud pública más graves del siglo XXI. Estudios anteriores han relacionado la obesidad infantil con un mayor riesgo de mortalidad prematura desde la edad adulta media.
En los estudios actuales, los investigadores querían descubrir si los niños con obesidad también tienen un mayor riesgo de muerte prematura en la edad adulta temprana, así como si los niños con obesidad tienen más probabilidades de sufrir ansiedad y depresión que otros niños.
Dos nuevos estudios del Instituto Karolinska, en Suecia, coinciden en señalar los riesgos para la salud asociados con la obesidad infantil. Los niños con obesidad tienen un riesgo tres veces mayor de mortalidad en la edad adulta temprana en comparación con los niños de la población general y tienen más probabilidades de sufrir ansiedad y depresión.
Los hallazgos, publicados en las revistas 'PLOS Medicine' y 'BMC Medicine', destacan la necesidad de identificar factores de riesgo específicos para niños con obesidad y encontrar herramientas preventivas, según los investigadores.
En el estudio publicado este miércoles en 'PLOS Medicine', los investigadores mostraron que las personas con obesidad en la infancia tienen un riesgo tres veces mayor de morir en la edad adulta temprana que un grupo de comparación de la población general.
El estudio incluyó a unas 7.000 personas que recibieron tratamiento para la obesidad en algún momento entre los 3 y los 17 años. Se combinaron con unas 34.000 personas de la misma edad, sexo y área de residencia. Un total de 39 personas (0,55 por ciento) en el grupo de obesidad infantil murieron durante el período de seguimiento promedio de 3,6 años en comparación con 65 (0,19 por ciento) del grupo de control. La edad promedio al momento de la muerte fue de 22 años.
"Nuestro estudio muestra que los niños con obesidad tienen un riesgo significativamente mayor de mortalidad prematura ya que los adultos jóvenes", destaca Emilia Hagman, investigadora del Departamento de Ciencia, Intervención y Tecnología Clínica, Instituto Karolinska, y una de los autores del estudio.
"Tanto el riesgo de muerte por enfermedades somáticas, de las cuales más de una cuarta parte estaban directamente relacionadas con la obesidad, como el riesgo de suicidio aumentaron para este grupo --añade--. Sin embargo, no vimos un mayor riesgo de mortalidad por lesiones o causas externas tales como actos criminales".
Las posibles explicaciones para los hallazgos pueden ser que la obesidad infantil se ha relacionado con enfermedades somáticas como diabetes, enfermedad hepática y presión arterial alta. Los niños y adolescentes con obesidad también están más expuestos a la discriminación, lo que podría conducir a problemas psicológicos. Sin embargo, la causalidad subyacente entre las asociaciones deberá evaluarse en futuros estudios, según los investigadores.
Otro estudio realizado por el mismo grupo de investigación publicado en 'BMC Medicine' ha encontrado que la obesidad estaba relacionada con un mayor riesgo de ansiedad y depresión en niños y adolescentes.
Las niñas con obesidad tenían un riesgo 43 por ciento más alto de ansiedad y depresión que las niñas de la población general, mientras que los niños con obesidad tenían un riesgo 33 por ciento más alto que sus pares.
El estudio incluyó a más de 12.000 niños entre las edades de 6-17 años que fueron tratados por obesidad y se comparó con un grupo similar de 60.000 niños de la población general. Las asociaciones se mantuvieron después de que los investigadores se ajustaron a otros factores de riesgo, como antecedentes nórdicos, trastornos neuropsiquiátricos, antecedentes familiares de ansiedad o depresión y estado socioeconómico.
"En conjunto, nuestros estudios resaltan la situación vulnerable en la que se encuentran los niños con obesidad", destaca Louise Lindberg, investigadora del Departamento de Ciencia, Intervención y Tecnología Clínicas y otra de las autoras del estudio.
"La ansiedad y la depresión causan estrés y sufrimiento emocional y fisiológico y también pueden dificultar el tratamiento de la obesidad. Es importante que a los niños con obesidad se les ofrezca un tratamiento adecuado y a largo plazo temprano en la vida para reducir estos riesgos", prosigue.