MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
Según una investigación de la Baylor College of Medicine en Houston (Estados Unidos), la obesidad y la diabetes tipo 2 en la adolescencia pueden interferir con el desarrollo óseo, aumentando potencialmente el riesgo de fracturas y osteoporosis más adelante en la vida. Este trabajo se presenta en ENDO 2025, la reunión anual de la Endocrine Society en San Francisco (Estados Unidos).
Los años de la adolescencia son los más críticos para desarrollar la fortaleza ósea de por vida, según la investigadora principal Fida Bacha, del Baylor College of Medicine en Houston. "Si bien se sabe que los adultos con diabetes tipo 2 tienen un mayor riesgo de fracturas, esto no se ha investigado en jóvenes con diabetes tipo 2", apunta Bacha.
ADOLESCENCIA, ETAPA CRÍTICA PARA LA FORTALEZA ÓSEA
Los investigadores siguieron a 48 adolescentes durante un año, incluidas 26 niñas, con una edad promedio de 15,5 años. De estos, el 27% tenía un peso normal, el 31% fueron clasificados con sobrepeso con azúcar en sangre normal y el 42% tenía sobrepeso con un control deficiente de la azúcar en sangre, incluyendo prediabetes (4 adolescentes) o diabetes tipo 2 (16 adolescentes).
Los investigadores midieron la grasa corporal, la condición física, el azúcar en sangre y los niveles de insulina de los adolescentes. Su estructura ósea y la fuerza en la parte inferior de la pierna (tibia) y el antebrazo (radio) se midieron utilizando imágenes de alta resolución.
DETALLES DEL ESTUDIO Y GRUPO DE PARTICIPANTES
El estudio encontró que los adolescentes con obesidad, y especialmente aquellos con diabetes tipo 2, mostraron menos mejoría en la fuerza y la calidad ósea con el tiempo en comparación con sus compañeros que tenían un peso normal. Esto fue cierto tanto para los huesos de la pierna como del brazo.
Los niveles más altos de insulina (un signo de resistencia a la insulina) parecieron contribuir a un menor aumento de la fuerza ósea. La resistencia a la insulina es una afección en la que las células del cuerpo no responden eficazmente a la insulina, lo que lleva a niveles elevados de azúcar en sangre y aumenta el riesgo de diabetes tipo 2.
"La obesidad y la diabetes tipo 2 temprana en la adolescencia no solo afectan el peso o la glucemia, sino que pueden interferir discretamente con el desarrollo óseo durante los años más críticos para fortalecer los huesos a lo largo de la vida", concluye Bacha. "Esto significa que los adolescentes con estos problemas de salud pueden enfrentar un mayor riesgo de fracturas y osteoporosis a medida que envejecen".