La obesidad acelera la pérdida de inmunidad a la vacuna COVID-19

Archivo - Hombre con obesidad. Sobrepeso. Barriga
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Publicado: viernes, 12 mayo 2023 8:08

MADRID 12 May. (EUROPA PRESS) -

Científicos de las universidades de Cambridge y Edimburgo (Reino Unido) han descubierto que la protección que ofrece la vacuna COVID-19 disminuye más rápidamente en las personas con obesidad grave que en las que tienen un peso normal. El estudio, publicado en la revista 'Nature Medicine', sugiere que es probable que las personas con obesidad necesiten dosis de refuerzo más frecuentes para mantener su inmunidad.

Los ensayos clínicos han demostrado que las vacunas COVID-19 son muy eficaces para reducir los síntomas, las hospitalizaciones y las muertes causadas por el virus, incluso en personas con obesidad.

Estudios anteriores han sugerido que los niveles de anticuerpos pueden ser más bajos en las personas vacunadas que tienen obesidad y que pueden seguir teniendo un mayor riesgo de enfermedad grave que las personas vacunadas con un peso normal, pero las razones de esta situación siguen sin estar claras.

La nueva investigación muestra que la capacidad de los anticuerpos para neutralizar el virus disminuye más rápidamente en las personas vacunadas que padecen obesidad. Los resultados tienen importantes implicaciones para las políticas de priorización de vacunas en todo el mundo.

Durante la pandemia, las personas con obesidad tuvieron más probabilidades de ser hospitalizadas, necesitar respiradores y morir a causa del COVID-19. En este estudio, los investigadores se propusieron investigar hasta qué punto dos de las vacunas más utilizadas protegen a las personas con obesidad en comparación con las que tienen un peso normal, a lo largo del tiempo.

Un equipo de la Universidad de Edimburgo, dirigido por el profesor Sir Aziz Sheikh, analizó datos en tiempo real de seguimiento de la salud de 3,5 millones de personas de la población escocesa como parte del estudio EAVE II. Analizaron la hospitalización y la mortalidad por COVID-19 en adultos que recibieron dos dosis de la vacuna Covid-19 (bien la BNT162b2 ARNm de Pfizer-BioNTech, bien la ChAdOx1 de AstraZeneca).

Descubrieron que las personas con obesidad grave (un IMC superior a 40 kg/m2) tenían un riesgo un 76% mayor de sufrir resultados graves de COVID-19, en comparación con las que tenían un IMC normal. También se observó un ligero aumento del riesgo en las personas con obesidad (30-39,9 kg/m2), que afecta a una cuarta parte de la población del Reino Unido, y en las que tenían un peso inferior al normal.

Las "infecciones intercurrentes" tras la segunda dosis de vacuna también provocaron hospitalización y muerte antes (a partir de las 10 semanas) entre las personas con obesidad grave, y entre las personas con obesidad (a las 15 semanas), que entre los individuos con peso normal (a las 20 semanas).

Según el profesor Sir Aziz Sheikh, estos resultados "demuestran que la protección obtenida mediante la vacunación con COVID-19 disminuye más rápidamente en las personas con obesidad grave que en las que tienen un índice de masa corporal normal. El uso de activos de datos a gran escala como la Plataforma EAVE II en Escocia nos ha permitido generar conocimientos importantes y oportunos que permiten mejorar la administración de los calendarios de vacunación con COVID-19 en un Reino Unido pospandémico", añade.

El equipo de la Universidad de Cambridge --dirigido conjuntamente por el doctor James Thaventhiran, de la Unidad de Toxicología del MRC, y el profesor Sadaf Farooqi, del Instituto de Ciencias Metabólicas Wellcome--MRC- estudió a personas con obesidad grave que acudían al Hospital Addenbrooke de Cambridge y comparó el número y la función de las células inmunitarias en su sangre con los de personas de peso normal.

Estudiaron a las personas seis meses después de su segunda dosis de vacuna y luego observaron la respuesta a una tercera dosis de vacuna "de refuerzo" a lo largo del tiempo. Los investigadores de Cambridge descubrieron que seis meses después de una segunda dosis de vacuna, las personas con obesidad grave tenían niveles similares de anticuerpos contra el virus COVID-19 que las personas con un peso normal.

Pero la capacidad de esos anticuerpos para luchar eficazmente contra el virus (lo que se conoce como "capacidad de neutralización") se reducía en las personas con obesidad. Se observó que el 55% de las personas con obesidad grave tenían una "capacidad de neutralización" no cuantificable o indetectable, frente al 12% de las personas con un IMC normal.

"Este estudio subraya que la obesidad altera la respuesta a la vacuna y también influye en el riesgo de infección --destaca la doctora Agatha van der Klaauw, del Instituto de Ciencias Metabólicas Wellcome-MRC y primera autora del artículo--. Necesitamos entender urgentemente cómo restaurar la función inmunitaria y minimizar estos riesgos para la salud".

Los investigadores descubrieron que los anticuerpos producidos por personas con obesidad grave eran menos eficaces para neutralizar el virus SARS-CoV-2, posiblemente porque los anticuerpos no eran capaces de unirse al virus con la misma fuerza.

Cuando se administró una tercera dosis (de refuerzo) de una vacuna COVID-19, la capacidad de los anticuerpos para neutralizar el virus se restableció tanto en el grupo de peso normal como en el de obesidad grave. Pero los investigadores descubrieron que la inmunidad volvía a disminuir más rápidamente en las personas con obesidad grave, lo que las exponía a un mayor riesgo de infección con el tiempo.

El doctor James Thaventhiran, jefe de grupo de la Unidad de Toxicología del MRC en Cambridge y coautor principal del estudio SCORPIO, subraya que "resulta prometedor comprobar que las vacunas de refuerzo restauran la eficacia de los anticuerpos en personas con obesidad grave, pero es preocupante que sus niveles disminuyan más rápidamente, tras sólo 15 semanas. Esto demuestra que las vacunas funcionan igual de bien en las personas con obesidad, pero la protección no dura tanto", añade.

Por su parte, el profesor Sadaf Farooqi, del Instituto de Ciencias Metabólicas Wellcome-MRC y coautor principal del estudio SCORPIO, señala que "es probable que se necesiten dosis de refuerzo más frecuentes para mantener la protección frente a COVID-19 en personas con obesidad. Debido a la elevada prevalencia de la obesidad en todo el mundo, esto plantea un reto importante para los servicios sanitarios".

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