MADRID 4 Sep. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Universidad Queen Mary de Londres (Reino Unido) han descubierto dos nuevos genes que provocan que los pacientes con cáncer de cabeza y cuello sean resistentes a la quimioterapia, y que el silenciamiento de cualquiera de ellos puede hacer que las células cancerosas que antes no respondían a la quimioterapia lo hagan.
Los dos genes descubiertos "funcionan" activamente en la mayoría de los tipos de cáncer humano, lo que significa que los hallazgos podrían extenderse a otros tipos de cáncer con niveles elevados de los genes, según publican en la revista 'Molecular Cancer'.
Los investigadores también examinaron una biblioteca química, utilizada habitualmente para el descubrimiento de fármacos, y encontraron dos sustancias capaces de actuar específicamente sobre los dos genes y hacer que las células cancerosas resistentes sean casi 30 veces más sensibles a un fármaco quimioterapéutico común llamado cisplatino.
Para ello, reducen los niveles de ambos genes y pueden administrarse junto con tratamientos de quimioterapia ya existentes, como el cisplatino. Una de estas sustancias es una toxina fúngica, la sirodesmina A, y la otra, el carfilzomib, procede de una bacteria. Esto demuestra que puede haber fármacos ya existentes que puedan reutilizarse para atacar nuevas causas de enfermedad, lo que puede resultar más barato que tener que desarrollar y producir otros nuevos.
La investigación es la primera prueba de que los genes NEK2 e INHBA causan quimiorresistencia en el carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello (HNSCC) y de que el silenciamiento génico de cualquiera de ellos anula la quimiorresistencia a múltiples fármacos.
Los científicos utilizaron primero un método conocido como minería de datos para identificar genes que pudieran estar afectando a la capacidad de respuesta del tumor a la terapia farmacológica. Analizaron 28 genes en 12 cepas de líneas celulares de cáncer quimiorresistentes y hallaron 4 genes "significativos" que respondían especialmente bien, por lo que investigaron más a fondo y probaron la multirresistencia.
El doctor Muy-Teck Teh, autor principal del estudio de la Universidad Queen Mary de Londres, destaca que "estos resultados son un paso prometedor para que los pacientes con cáncer reciban en el futuro un tratamiento personalizado basado en sus genes y su tipo de tumor que les proporcione una mayor tasa de supervivencia y mejores resultados terapéuticos".
"Por desgracia, hay muchas personas que no responden a la quimioterapia ni a la radioterapia --lamenta--, pero nuestro estudio ha demostrado que, al menos en los cánceres de cabeza y cuello, son estos dos genes en particular los que podrían estar detrás de esta situación, a los que se puede apuntar para luchar contra la quimiorresistencia".
"Un tratamiento que no funciona es perjudicial tanto para el SNS como para los propios pacientes --prosigue--. El tratamiento prolongado y las estancias en el hospital pueden acarrear costes y, naturalmente, es muy difícil para los enfermos de cáncer que el tratamiento no dé los resultados esperados".
El 90% de todos los cánceres de cabeza y cuello están causados por HNSCC, siendo el consumo de tabaco y alcohol asociaciones clave. Cada año se producen 12.422 nuevos casos de cáncer de cabeza y cuello, y la tasa global de supervivencia a 5 años de los pacientes con HNSCC avanzado es inferior al 25%. Una de las principales causas de las bajas tasas de supervivencia del HNSCC es el fracaso terapéutico derivado de la resistencia a la quimioterapia y/o la radioterapia.
A diferencia de los pacientes con cáncer de pulmón y de mama, todos los pacientes con HNSCC son tratados con casi las mismas combinaciones de tratamiento, independientemente de la composición genética de su cáncer.