MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
La repetición del tratamiento con inyecciones de corticosteroides mejoró la visión en personas con edema macular persistente o recurrente relacionado con la uveítis mejor que otros dos tratamientos, según los resultados de un ensayo clínico financiado por el Instituto Nacional del Ojo (NEI) de Estados Unidos.
En comparación con las inyecciones intravítreas de metotrexato o ranibizumab, el tratamiento con corticosteroides logró mayores reducciones de la inflamación de la retina y fue la única terapia del estudio que mejoró la visión, según la investigación publicada en la revista 'Ophthalmology'.
"Antes de este estudio, no sabíamos cuál era el mejor tratamiento para el edema macular persistente o recurrente, una de las principales causas de pérdida de visión en las personas con uveítis --afirma el doctor Douglas A. Jabs, de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore y director del estudio--. Este ensayo indica claramente que las inyecciones intraoculares repetidas de corticosteroides son superiores a las inyecciones intravítreas de metotrexato o ranibizumab".
La uveítis es un conjunto de afecciones inflamatorias que afectan a los tejidos internos del ojo. La uveítis puede afectar a la parte anterior del ojo (uveítis anterior), a la parte media del ojo (uveítis intermedia), a la parte posterior del ojo (uveítis posterior) o a la parte anterior, media y posterior del ojo (panuveítis).
La inflamación del ojo puede provocar la acumulación de líquido en la parte central de la retina del ojo que detecta la luz, conocida como mácula, y disminuir la visión. Esta acumulación de líquido, denominada edema macular, es una complicación de la uveítis que a menudo persiste o reaparece con el tiempo, a pesar del tratamiento de la uveítis.
El tratamiento inicial del edema macular relacionado con la uveítis busca controlar la inflamación y reducir el líquido bajo la retina. Aunque algunos pacientes logran este objetivo con corticosteroides orales, la mayoría de los pacientes con edema macular también necesitan inyecciones intraoculares de corticosteroides.
El implante intraocular de dexametasona es uno de estos tratamientos. Sin embargo, los corticosteroides intraoculares pueden elevar la presión dentro del ojo. La presión intraocular elevada es un factor de riesgo clave del glaucoma, que puede dañar el nervio óptico y provocar pérdida de visión. Los corticosteroides intraoculares también pueden provocar cataratas, una opacidad del cristalino que disminuye la visión.
En este estudio, los investigadores compararon tres tratamientos para el edema macular relacionado con la uveítis: una inyección intraocular adicional de corticoesteroides, una inyección del fármaco anti-factor de crecimiento endotelial vascular (anti-VEGF) ranibizumab, o una inyección del fármaco antiinflamatorio metotrexato.
Las inyecciones de anti-VEGF se utilizan para tratar la degeneración macular asociada a la edad, así como el edema macular debido a otras causas, como la retinopatía diabética. Pequeños estudios piloto anteriores sugirieron que las inyecciones de ranibizumab y los efectos antiinflamatorios del metotrexato podrían ayudar a reducir el edema macular relacionado con la uveítis.
El ensayo clínico incluyó a 194 participantes (225 ojos de estudio) con uveítis bien controlada pero edema macular persistente o recurrente. Sesenta y cinco participantes recibieron un corticosteroide de dexametasona, 65 participantes recibieron metotrexato y 64 participantes recibieron ranibizumab.
El estudio se llevó a cabo en 33 centros clínicos de Estados Unidos, Reino Unido, Australia e India. Todos los participantes habían recibido previamente al menos una inyección intravítrea de corticosteroides para el edema macular relacionado con la uveítis.
Los programas de inyección de cada grupo se basaron en la forma en que cada tratamiento se utiliza generalmente en la práctica clínica. Los participantes del grupo de corticosteroides recibieron una inyección de implante de dexametasona al inicio del estudio y, si el edema macular no se había resuelto, otra inyección a las ocho semanas. El grupo de metotrexato recibió una inyección al inicio del estudio y, si no se resolvía el edema macular, se repetían las inyecciones a las cuatro y ocho semanas. El grupo de ranibizumab recibió inyecciones al inicio, a las cuatro semanas y a las ocho semanas, incluso si el edema macular se resolvía.
Después de 12 semanas, los tres grupos mostraron reducciones en la inflamación de la retina. La reducción fue mayor en el grupo de dexametasona que en los otros dos (35% de reducción para el corticosteroide; 20% para el ranibizumab; 11% para el metotrexato). Además, sólo el grupo de corticosteroides mostró una mejoría de la visión, de casi cinco letras, aproximadamente una fila en una tabla optométrica. En el grupo de los corticosteroides se produjeron más aumentos leves de la presión intraocular, pero las elevaciones a niveles altos fueron infrecuentes (<10%) en los tres grupos.
"El tratamiento con corticosteroides intraoculares sigue siendo la terapia más eficaz para el edema macular relacionado con la uveítis", afirmó la doctora Nisha Acharya, de la Universidad de California en San Francisco, autora principal del estudio. "Las ganancias de visión en los participantes que recibieron el tratamiento con corticosteroides fueron muy prometedoras".