MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo tratamiento desarrollado por investigadores del Instituto Tecnológico de Georgia y la Universidad de Emory (Estados Unidos) parece detener la replicación tanto de los virus de la gripe como del virus que causa la COVID-19. El tratamiento podría administrarse a los pulmones mediante un nebulizador, lo que facilitaría que los pacientes se lo administraran ellos mismos en casa.
La terapia se basa en un tipo de CRISPR, que normalmente permite a los investigadores dirigir y editar porciones específicas del código genético, para dirigirse a las moléculas de ARN. En este caso, el equipo utilizó la tecnología de ARNm para codificar una proteína llamada Cas13a que destruye partes del código genético de ARN que los virus utilizan para replicarse en las células de los pulmones.
"En nuestro fármaco, lo único que hay que cambiar para pasar de un virus a otro es la cadena guía: solo tenemos que cambiar una secuencia de ARN. Eso es todo. Pasamos de la gripe al SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19. Son virus increíblemente diferentes. Y fuimos capaces de hacerlo muy, muy rápidamente con sólo cambiar una guía", explica el líder de esta investigación, Philip Santangelo.
La cadena guía es un mapa que básicamente indica a la proteína Cas13a dónde debe unirse al ARN de los virus y empezar a destruirlo. El equipo de Santangelo probó su método contra la gripe en ratones y el SARS-CoV-2 en hámsters. En ambos casos, los animales enfermos se recuperaron, según publican en un artículo en la revista 'Nature Biotechnology'.
Se trata del primer estudio que demuestra que se puede utilizar el ARNm para expresar la proteína Cas13a y hacerla funcionar directamente en el tejido pulmonar en lugar de en células en una placa. También es el primero en demostrar que la proteína Cas13a es eficaz para detener la replicación del SARS-CoV-2.
Además, el método del equipo tiene el potencial de funcionar contra el 99 por ciento de las cepas de gripe que han circulado en el último siglo. También parece que sería eficaz contra las nuevas variantes más contagiosas del coronavirus que han empezado a circular.
La clave de esa amplia eficacia es la secuencia de genes a la que se dirigen los investigadores. "En la gripe, atacamos los genes de la polimerasa. Son las enzimas que permiten al virus fabricar más ARN y replicarse", detalla Santangelo.
Los investigadores examinaron las secuencias genéticas de las cepas de gripe más frecuentes en los últimos 100 años y encontraron regiones de ARN que no han cambiado en casi ninguna de ellas. Asimismo, en el caso del SARS-CoV-2, las secuencias que los investigadores tenían como objetivo hasta ahora permanecen inalteradas en las nuevas variantes. El enfoque significa que el tratamiento es flexible y adaptable a medida que surgen nuevos virus.