VALNCIA, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la CEU UCH y el CITA-IVIA publican en 'Science Advances' un nuevo hallazgo --logrado gracias a un estudio de las universidades de Edimburgo y Glasgow-- sobre la capacidad de las bacterias para transferirse entre especies y causar infección.
Aunque la mayoría de las bacterias patógenas se limitan a causar infección en una sola especie, otras, las más peligrosas, son capaces de transferirse de unas especies a otras, constituyendo una grave amenaza tanto para la salud humana, como animal.
Los mecanismos que hacen a estas bacterias capaces de transferirse entre especies son todavía poco conocidos, pero su estudio es clave para frenar el proceso de transmisión de infecciones entre humanos y animales o entre animales de especies diferentes.
El investigador valenciano José R. Penadés, que colabora con el Departamento de Ciencias Biomédicas de la CEU UCH desde el Institute of Infection Immunity and Inflammation de la Universidad de Glasgow, ha participado en un nuevo hallazgo, publicado en Science Advances, que permite dar un paso más en el conocimiento de la transmisión de infecciones entre especies distintas, en esta ocasión junto la investigadora del CITA-IVIA María Ángeles Tormo, ahora en el IIS-La Fe, y con los investigadores J. Ross Fitzgerald y Rodrigo Bacigalupe, de la Universidad de Edimburgo.
Según señala el catedrático valenciano en Glasgow, José R. Penadés, n un comunicado, "lo más destacable de nuestros nuevos resultados es el avance en el conocimiento sobre cómo las bacterias se adaptan para causar infección en nuevas especies".
"A pesar de la poderosa evolución de los mecanismos antagónicos que limitan estos 'saltos' entre especies, nuestros hallazgos demuestran que las bacterias desarrollan también su propio proceso evolutivo para lograr superar estos obstáculos o 'cuellos de botella' y lograr una mejor adaptación a nuevas especies hospedadoras, donde también causan infección. Conocer los mecanismos por los que las bacterias se adaptan a nuevas especies es clave para poder abordar y prevenir estas infecciones", añade.
Los hallazgos que acaban de publicarse en 'Science Advances', una de las seis revistas de Science, se han obtenido gracias al desarrollo de un nuevo modelo experimental, que se ha aplicado a la transferencia de la bacteria Staphylococcus aureus de personas a ovejas, a través del contacto con las glándulas mamarias de estos animales, estudiando la infección en la leche y su transmisión a los corderos. Los investigadores han observado cómo las bacterias evolucionan para adaptarse de forma óptima y muy rápida a su nuevo hospedador. En este caso, del ser humano a una especie animal, como la ovina.
EQUIPO INVESTIGADOR
Los autores del estudio, publicado en Science Advances son J. Ross Fitzgerald y Rodrigo Bacigalupe, del Roslin Institute de la Universidad de Edimburgo, junto a dos investigadores vinculados a la Universidad CEU Cardenal Herrera.
Por un lado, José R. Penadés, investigador colaborador del Departamento de Ciencias Biomédicas de la CEU UCH y primer jefe de estudios de Veterinaria en esta Universidad, actualmente catedrático de Microbiología en el Institute of Infection Immunity and Inflammation de la University of Glasgow.
Y por otro, María Ángeles Tormo, formada como investigadora en la CEU UCH y doctorada en Farmacia por esta Universidad, e investigadora del CITA-IVIA que actualmente trabaja en el Grupo de Infecciones Severas del Instituto de Investigación Sanitaria IIS-La Fe.
Hace tan solo un año, el valenciano José R. Penadés publicó también en 'Science' su trabajo sobre el hallazgo de un mecanismo de transferencia genética de las bacterias hasta ahora desconocido, la transducción lateral, por el que estas se transforman en superbacterias resistentes a los antibióticos de forma extremadamente rápida.
Este nuevo estudio realizado desde la University of Glasgow con la University of Edinburgh, el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) y la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH), ha sido financiado por el fondo Wellcome Trust, y por el Biotechnology and Biological Sciences Research Council y el Medical Research Council, ambos del Reino Unido, recuerda la institución académico.