MADRID, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
La vacuna contra la tuberculosis conocida como Bacilo Calmette-Guérin (BCG), ya aprobada, está asociada con una menor probabilidad de contraer COVID-19, según un nuevo estudio del Cedars-Sinai (Estados Unidos). La vacuna fue desarrollada entre 1908 y 1921 y se administra a más de 100 millones de niños en todo el mundo cada año. BCG se está probando actualmente en múltiples ensayos clínicos en todo el mundo para comprobar su eficacia contra COVID-19.
En el nuevo estudio, publicado en la revista 'The Journal of Clinical Investigation', los investigadores analizaron la sangre de más de 6.000 trabajadores sanitarios del Sistema de Salud de Cedars-Sinai en busca de pruebas de anticuerpos contra el SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19, y también les preguntaron sobre sus historiales médicos y de vacunación.
Encontraron que los trabajadores que habían recibido vacunas BCG en el pasado (cerca del 30% de los estudiados) eran significativamente menos propensos a dar positivo en las pruebas de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en su sangre o a reportar haber tenido infecciones con el coronavirus o síntomas asociados al coronavirus en los seis meses anteriores que aquellos que no habían recibido BCG. Estos efectos no estaban relacionados con el hecho de que los trabajadores hubieran recibido vacunas contra el meningococo, el neumococo o la gripe.
"Parece que los individuos vacunados con BCG pueden haber estado menos enfermos y por lo tanto haber producido menos anticuerpos anti-SARS-CoV-2, o pueden haber montado una respuesta inmune celular más eficiente contra el virus. Nos interesaba estudiar la vacuna BCG porque desde hace tiempo se sabe que tiene un efecto protector general contra una serie de enfermedades bacterianas y virales distintas de la tuberculosis, incluyendo la sepsis neonatal y las infecciones respiratorias", explica Moshe Arditi, director de la División de Enfermedades Pediátricas e Infecciosas e Inmunología del Cedars-Sinai y coautor principal del estudio.
En esta nueva investigación, los niveles más bajos de anticuerpos en el grupo BCG persistieron a pesar de que estos individuos tenían mayores frecuencias de hipertensión, diabetes, enfermedades cardiovasculares y EPOC, que son factores de riesgo conocidos por ser más susceptibles al SARS-CoV-2 y desarrollar las formas más severas de la enfermedad COVID-19.