MADRID, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
Una nueva herramienta de edición genética muy precisa creada por investigadores de Weill Cornell Medicine (Estados Unidos) podría permitir a los científicos estudiar el impacto de los cambios genéticos específicos en modelos preclínicos, en lugar de limitarse a tácticas más amplias, como la eliminación de todo el gen.
Un cambio en una sola letra del código que compone un gen cancerígeno puede afectar significativamente a la agresividad de un tumor o a la respuesta de un paciente a una determinada terapia.
En esta nueva investigación, publicada en la revista científica 'Nature Biotechnology', los investigadores modificaron genéticamente ratones para que fueran portadores de una enzima que permite a los científicos cambiar una sola base o "letra" en el código genético del ratón.
La enzima puede activarse o desactivarse alimentando a los ratones con un antibiótico llamado doxiciclina, lo que reduce la posibilidad de que se produzcan cambios genéticos involuntarios con el tiempo.
Los investigadores también pueden cultivar versiones en miniatura de tejido intestinal, pulmonar y pancreático, denominadas organoides, a partir de los ratones, lo que permite realizar aún más estudios moleculares y bioquímicos del impacto de estos cambios genéticos precisos.
"Nos entusiasma la idea de utilizar esta tecnología para tratar de comprender los cambios genéticos que influyen en la respuesta de un paciente a las terapias contra el cáncer", ha explicado Lukas Dow, líder de la investigación.
Las diferencias en una sola base de un gen pueden tener consecuencias funcionales. Pero la mayoría de las herramientas de edición genética disponibles en la actualidad se dirigen a objetivos más amplios, como genes completos. Los científicos también pueden emplear virus para liberar genes con mutaciones específicas, pero esta técnica se limita a tejidos concretos como el cerebro y el hígado.
El modelo de ratón les permite estudiar los efectos de los cambios en los tumores y determinar qué terapias funcionan mejor para quienes tienen una mutación concreta. Los organoides derivados de los ratones permiten realizar experimentos detallados en tejidos a los que los científicos no podrían dirigirse fácilmente con enfoques basados en virus.
"Un modelo de ratón permite hacer dos cosas: probar los efectos de una mutación en el inicio, la progresión o la respuesta al tratamiento del cáncer en ratones y examinar más de cerca los cambios moleculares o bioquímicos asociados mediante organoides", ha explicado el investigador.
Los científicos utilizan actualmente esta nueva tecnología para identificar los efectos de mutaciones monobásicas en el cáncer de pulmón, colon y páncreas. Sus ratones genéticamente modificados estarán a disposición de otros investigadores, lo que podría acelerar el avance hacia el tratamiento personalizado del cáncer.
"Estamos poniendo la tecnología a disposición de otros investigadores para que puedan utilizarla en el estudio de las mutaciones que les interesen. Si podemos conocer los fundamentos genéticos de lo que causa la formación de tumores y por qué los pacientes tienen resultados diferentes, eso podría ayudarnos a desarrollar nuevos fármacos o a seleccionar los mejores para un paciente concreto", ha detallado Dow.